No sabes cuantas veces he caminado sin rumbo alguno en la ciudad, por la noche fría, con la luna, con estrellas, con viento, con frío, con peligros, con anécdotas que nunca olvidaré, con calor, y sigo preguntándome porque en un año he estado haciendo esto constantemente, cada fin de semana, viernes o sábado. Tenía dos meses que no hacía esto de caminar por las madrugadas, pero lo volví hacer y es que me ayuda a curarme este dolor.
Talvez en el camino voy llorando, riendo o hablando solo, pero se que me acompaña “el ángel de mi primo Sergio”, es por ello que estoy y sigo bien, talvez vaya buscando la muerte, ó buscando aquella respuesta a todas mis preguntas, que por más que yo le de vueltas nunca la encontraré, suena estúpido.
La depresión creo que es mi pan de cada día, soy tan feliz con todo mi mundo, pero entre ese mundo de locura, se encuentra un vacío pequeño, pero a la vez se que es enorme como el universo, y es que es oscuro, frío, desesperante, a veces quema a pesar de esa frialdad que la envuelve, me refiero a la soledad del corazón.
Uno lo puede dar todo, con el corazón, el alma, pero de nada sirve, si lo que recibes es pura mierda.
Conforme pasa el tiempo, me doy cuenta que siempre estaré solo, que vine a este mundo a estar solo, y no me refiero a que no tenga familia o amigos, si no una persona con la cual yo pueda compartir mis alegrías, mis emociones, sentimientos, decepciones, enojos, corajes, éxitos.
Siento como se sube por mi cuerpo, recorre desde la punta de mis pies, hasta la última punta de mi cabello más largo de la cabeza, se apodera de mí, me vence y me domina, me aterra, pero en el estado que me encuentro, creo que es la mejor decisión que puedo tomar, y es que tengo ganas de dejar de caminar, acariciar, decir palabras hermosas, de sonreír, pues tengo ganas de morir.
Talvez en el camino voy llorando, riendo o hablando solo, pero se que me acompaña “el ángel de mi primo Sergio”, es por ello que estoy y sigo bien, talvez vaya buscando la muerte, ó buscando aquella respuesta a todas mis preguntas, que por más que yo le de vueltas nunca la encontraré, suena estúpido.
La depresión creo que es mi pan de cada día, soy tan feliz con todo mi mundo, pero entre ese mundo de locura, se encuentra un vacío pequeño, pero a la vez se que es enorme como el universo, y es que es oscuro, frío, desesperante, a veces quema a pesar de esa frialdad que la envuelve, me refiero a la soledad del corazón.
Uno lo puede dar todo, con el corazón, el alma, pero de nada sirve, si lo que recibes es pura mierda.
Conforme pasa el tiempo, me doy cuenta que siempre estaré solo, que vine a este mundo a estar solo, y no me refiero a que no tenga familia o amigos, si no una persona con la cual yo pueda compartir mis alegrías, mis emociones, sentimientos, decepciones, enojos, corajes, éxitos.
Siento como se sube por mi cuerpo, recorre desde la punta de mis pies, hasta la última punta de mi cabello más largo de la cabeza, se apodera de mí, me vence y me domina, me aterra, pero en el estado que me encuentro, creo que es la mejor decisión que puedo tomar, y es que tengo ganas de dejar de caminar, acariciar, decir palabras hermosas, de sonreír, pues tengo ganas de morir.
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