domingo, 21 de agosto de 2011

A mí tocayo favorito


Llegaba un momento en mi vida en la que mi mente decía “date cuenta”, y sí realmente lo tenía que hacer, pero aún sigo buscando algo entre cientos y cientos de dudas que me ayuden a seguir, cada día crece más y más esto, que me doy cuenta que realmente no puedo a amar a nadie más, porque mi corazón es para ti y para nadie más.

¿Por qué llegamos a amar a una persona tanto? Sí en el mundo hay millones como dicen mis amigos y hasta mejores personas, amamos a alguien tanto cuando sus defectos se convierten en perfección para nosotros, sin importar lo que digan los demás, cuando vemos a alguien hermoso a pesar de que esté feo, y así los detalles ayudan a forjar que ames más y más a una persona.

Pero para el gay a veces es tan difícil amar a alguien, cuestiones sociales podría ser, familiares y hasta personales, cómo hacer para que una persona que ama a otra persona del mismo sexo acepte que lo ama, cómo hacer para que no tenga miedo, cómo decirle dame la mano que yo te ayudo, sí ya lo has hecho y no sirve de nada, pero el amor te hace seguir ahí, y los detalles de la otra persona ayudan a que esto se vaya forjando y forjando, haciendo las cosas más difíciles.

Hoy podía observar en el súper mercado unos esposos homosexuales, realmente era algo bello y no lo digo porque yo sea gay, sino porque eran los comentarios de las personas que lo observaban, creo que por eso dicen que la comunidad gay es la comunidad del amor, y que el amor de un gay no se compara al de una persona heterosexual, aunque esto realmente no lo creo, todos amamos con la misma intensidad, realmente no sé si sea esto un mito o una realidad.

La pareja me hizo imaginar 20 mil cosas, mi mente voló al cien y sí, realmente ahí estabas, lo curioso es que esa pareja era de chocolate con vainilla, como nuestras pieles, llegué a Júpiter en dos segundos y visualicé nuestro futuro como pareja realmente abierta a tu familia y al mundo, era realmente bello.

La última vez que escuché tu voz por teléfono, que no tiene mucho tiempo, fue realmente hermoso, volver a sentir la sensación que sentíamos unos años atrás, y algo me dice que la sentiste, estabas nervioso al igual que yo, se entrecortaban nuestras palabras y no sabíamos que responder a tiempo, pensábamos la respuesta o es que estábamos distraídos pensando en el pasado.

Algo que me gusta mucho es de cuántos secretos no tenemos, y los más importantes los sabemos tú y yo, una relación realmente de dos, donde no intervienen personas, como hace algún tiempo lo dijiste, pero hay veces que me encantaría exponerlo ante todos, y ver realmente a la gran persona que tengo a lado y tú digas lo mismo, y aunque lo sabemos tú y yo, es lindo, pero porqué no hacerlo como los demás.

Hay veces que siento que no volverás, pero siempre hay algo que haces y dices para saber que siempre estaremos ahí juntos, somos el uno para el otro, aunque a veces parece que al final somos dos desconocidos, dos extraños que se aman y a veces es como si no hubiera cariño, pero al final de cuentas siempre gana ese destino.

Por alguna razón regresaste como alguna vez lo dijiste, el destino te trajo o llegaste tú solo sabiendo que somos uno mismo…

Ya va a ser un año, en el mes nueve de cuando regresaste a mi vida, los dos ahí en el mismo lugar con dos extraños a lado de nuestras vidas, nos vimos y no dijimos nada, hasta que perdimos el miedo, fue ahí cuando me hiciste recordar que te amo y tú recordaste lo que significa amar y que alguien te amé de verdad, esa misma noche ya estábamos juntos como antes, era mágico para los dos, pero seguíamos con esos extraños que ahora ya no están en nuestras vidas.

Hoy, precisamente hoy mi corazón te visualizó de una forma maravillosa, mi mundo se paró y me dieron más ganas de tenerte, de abrazarte, de desearte, de poseerte y de amarte, yo sé que en un futuro estaremos juntos, cuando estemos piel con piel nunca nos separaremos y continuaremos con el libro del amor que detuvo sus párrafos hace algún tiempo.

Aún tengo grabada en mi mente tú cara, tus ojos, tu sonrisa, el color de tus braquetes y el gran abrazo que me diste, cuando nos volvió a juntar el destino… era una sonrisa sincera, un abrazo sincero, y te seguí viendo tan bello como ayer, y volvimos a entrar mutuamente a nuestros corazones, aunque nunca salimos.

Quiero perderme en un bosque contigo y que nadie nos viera, para poder amarnos como realmente queremos, quiero beber en tus labios, descubrir el encanto del amor que se esconde en tu piel, busquemos abrigo entre nuestros cuerpos y que nadie sepa… sí estar escondidos es la solución, pues adelante, lo hago porque te amo, pero no sabes que ganas tengo de ganas de gritarle al mundo lo que realmente pasa entre nosotros.

Siempre he pensando que sabré esperar, no sé si me engaño, pero el día de hoy siento tanta soledad que ya no veo el final de esta eterna ansiedad de tenerte, me estoy pudriendo, derrumbando por no tenerte a mi lado, y es que un minuto sin tu amor es realmente un infierno, ahora suma todos los minutos que hemos estado separados, podrás sentir lo que realmente siento.

Sé que la distancia entre los dos hace fuerte nuestro amor, pero ya quiero que acabe esta pesadilla, hace que me vuelva loco, y que te desee más, realmente quiero darte todos mis años, mis canas y mi cansancio por el resto de mi vida. Te amo, mi tocayo favorito.

domingo, 14 de agosto de 2011

Una noche diferente


Era un sábado en los que no volvía a salir a divertirme con mis amigos por la depresión que tenía, recostado en mi cama escuchaba música y pensaba en la infinidad de cosas que antes hacía y ahora pudiera estar haciendo, pero era solo imaginación, tenía el móvil con mensajes donde me invitaban a fiestas, al cine, a cenar, a caminar y hasta tener sexo, pero aún así no me convencían, no tenía ganas, lo único que deseaba era pensar y pensar en él...

Comenzó a sonar una canción muy de moda en mi época antrera, aquella con la que me sentía el dueño de la pista, donde las miradas de extraños se convertían en parte de mí, las palmas y comentarios eran "yo", así que me paré de la cama y me metí a dar un baño, tenía siete días que no lo hacía, tendría que ponerme guapo como todas las noches, sexy, varonil, pero ante todo un ligador, pues sabría que sería mi noche.

Al salir de mi casa me dirigí al antro más espectacular de toda mi ciudad, un lugar lleno de alcohol, drogas, sexo, hombres guapos, pero sin duda mucha diversión.

Iba solo, comencé a encontrarme a amigos que no veía en tiempo, todos me saludaban con gusto, la noche estaba conmigo y lo estaría, mi cuerpo comenzaba a querer gritar, saltar, bailar, beber y drogarse, sentir el poder juvenil que deseaba tener de vuelta, ya que cuando tienes 25 años tienes que probar de todo.

"Facundo" escuché a lo lejos, voltié y era un viejo amigo de la preparatoria que no te veía en mucho tiempo, nos abrazamos, nos saludábamos, "¿pero qué haces aquí?" le dije, "pues tú que crees, te he estado buscando y hoy lo he concebido" dijo Diego, "extraño verte en un lugar gay, tú eres muy varonil jajaja", le dije riendo.

"Realmente el motivo por el que quiería venir es porque me han contado que se pone muy buen desmadre por estos lugares" dijo mi viejo amigo; "así es" le dije, pedimos una ronda de cerveza y comenzamos a beber, a bailar, él observaba a todos, en especial a mí.

La noche transcurría, nos drogamos hasta que pudimos, fumamos, bebimos cerveza y vodka, tenía mucho que no me divertía, tenía que disfrutar el momento, mi vida aún era demasiado hermosa como para estarla desperdiciando en mi cama, aunque a veces me venía a la mente mi ex pareja, a la cual amaba con todo mi corazón, pero ver a Diego ahí hacía que se me olvidara, ya que desde que íbamos en la escuela me gustaba mucho y hasta creo me enamoré de él.

Mientras bebíamos llegó un amigo, Julio, el cual conocía a Diego, nos presentó y los tres estuvimos muy divertidos, eran las 3 am y salimos del lugar, mientras caminábamos por las calles del centro, contábamos chistes, molestábamos a las personas que pasaban a nuestro alrededor y nos reíamos de ellas, Julio nos invitó a su departamento que se encontraba a unos 15 minutos en auto del lugar en el que nos encontrábamos, así que decidimos ir a seguir la fiesta con él.

Por momentos Diego me agarraba las nalgas, y me decía al oído "están bien ricas", pero para mí todo era broma, Julio tampoco era gay, pero la buena vibra que traía hizo que me cayera de maravilla.

Pasamos a una vinatería a comprar más alcohol, cigarros, chicles, refrescos, en el auto íbamos escuchado música, pasamos con un amigo de Julio a comprar cocaína afgana, que según él era muy buena, te hacía volar y que cuando tenías sexo era como si tuvieras más de 1 litro de heroína dentro de tu cuerpo.

Al llegar a su edificio lo tan grande que hasta flojera me dió subir, al entrar dijo por el elevador, y sí realmente llegamos al piso 19 departamento 2, al entrar prendió la luz y no eran normales o estaba realmente drogado, pues todo era entre rojo y negro, me sentía dentro de un cuarto oscuro de fotografía.

Entramos y nos pusimos cómodos en los sillones, puso música y comenzamos a beber sin parar y parar, decíamos chistes, contábamos anécdotas sobre nuestras vidas, Diego se acercaba a mí y podía sentir como me arrimaba su pene, como si intentara seducirme, yo borracho me dejaba querer y sentirlo, imaginaba mil cosas, Julio nos veía, pero me daba tanta risa sus muecas, que me dijo "para que hagas caras como las mías, prueba esto" y me dió de la cocaína que había comprado rumbo a su departamento.

Escuchaba "La Passione" una rola que me prendía al cien, pero a la vez me excitaba, comencé a sentir mi sangre fluir por mis venas, palpitaban, el ritmo cardiáco de mi corazón se aceleró al mil, que me provocaba la sensación de que me encontraba volando, movía la cabeza al derecho y al revés, la luz roja me daba más y más excitación, podía sentir como mi cuerpo en ese momento desearía un pene dentro de él, pero estaba con dos heterosexuales, así que trate de controlarme.

Mientras bailaba, Julio se me acercó y comenzó a bailarme, mientras caminábamos y bailábamos me fue llevando a donde se encontraba Diego, "ya dile para que lo tragimos" dijo Julio a mi amigo, mientras más y más se acercaba el bulto erecto de Julio a mí, Diego se puso de pie y por atrás me llegó, me rozába con su pene mis nalgas, yo drogado y excitado comenzaba a cachondearme más y más, así que comencé a mover mis glúteos como toda una puta, sentía los beets de la música y más me prendía y ellos también.

Podía sentirme soñado estaba con Diego del que alguna vez me había enamorado y tenía su pene erecto "que rico culo tienes, lo mueves mejor que mi mujer" me dijo al oído, me excitaba más y más, podía sentir la adrenalina fluir por mi cuerpo, Julio se desabrochó el pantalón, se quitó las tennis, las calcetas y despojó por completo su bóxer, podía ver su miembro viril a tope, mientras yo bailaba él se tocaba y me provocaba con la mirada, así que poco a poco me fui agachando para comenzar a hacerle sexo oral.

Julio podía sentir lo tibio de mi boca, lo húmeda y la pasión con que le daba placer que me tomó por la cabeza y comenzó a moverme de tal forma que entrara rápido y saliera, yo sentía que me ahogaba, pero no importaba estaba en un cuarto con dos heterosexuales, tenía que disgrutar el momento, total era mi noche. Mientras diego no dejaba de tocarme mis nalgas, así que me bajo el pantalón para comenzar a acariciarlas con una delicadeza que parecía que estaba con una mujer.

Cuando menos sentí Diego ya estaba desnúdo, así que pude percatar que también se sentó en el sillón donde estaba Julio para que comenzara a jugar con ese instrumento que alguna vez había deseado. Ahí estábamos los tres teniendo sexo, Julio opto por darme un poco de placer comenzandome a lamer todo, que bien lo hacía, hasta se ponía la piel chinita.

Julio se detuvo y comenzó a penetrarme sin control, era muy agresivo haciéndolo, aunque no me dolía, creo que estaba muy excitado o muy drogado, pero podía sentir la tempestad en mi cuerpo, Diego se apoderaba de mi boa y ahí me tenían entregado a su pene, que brillaba por mi saliva y la luz roja le daba un toque más perverso, más rico, más todo, dijo "no mames que rico lo haces", solo le respondí "y eso que no te amo".

Al escuchar la música, pude sentir como Julio se detuvo en movimientos lentos, y respiraba rápido, se recargó en mi y pude sentír un "gluu" de como su pene salió de mí. Diego se paró, pero opto por penetrarme en la cama, Julio se recostó y se quedó dormido. Nosotros tuvimos un sexo más diferente auqnue no supe si nombrarlo "hicimos el amor", comenzó a tocarme, a besarme cosa que no había hecho enfrente de Julio.

Era más tierno que Julio aunque a veces le salía lo salvaje, pero aún así me gustaba, me hacía llegar a la luna y mucho más lejos, podía sentirlo, mientras me tocaba y me besaba. Después comenzó con movimientos más agresivos, no terminaba el tiempo se me hacía tan lento o él realmente duraba mucho tiempo en la cama, así que se puso sobre mi pecho y tuvo una corrida impresionante, nunca había visto algo así.

Prendió un cigarro y me dijo que de ahora en adelante los tres seríamos cómplices de sexo, pero que con él sería más amor, yo estaba más sorprendido, no le respondí porque me tapo la boca con su mano, así que le comencé a chupar los dedos, mientras el seguía fumando, Julio tendido en el sillón y yo emocionado, nunca había hecho un trío, y que manera de hacerlo por primera vez con el amor de tu adolescencia y sin duda con dos heterosexuales.


miércoles, 3 de agosto de 2011

La habitación 9


Todas las noches al sonar de Hawaii 5.0 salía Martína bailando al compás de la música, era el show más esperado de toda la noche, sin duda a su llegada al escenario del Cananis, el cual se vestía de gala, ya que ella era la chica que más dinero dejaba al lugar, guapa, carismática, con un cuerpo de diez, pero sin duda con una gran estrella.

Mexicana de nacimiento, de padres divorsiados, la ilusión de la familia, el sostén y el orgullo de su hermana Fernanda, a la cual le pagaba sus estudios para que tuviera un futuro decente. A pesar de todo el éxito que tenía Martína en el teatro de la vida alegre en donde trabajaba, ella tenía un pasado triste, oculto; mantenía a su familia porque su madre ya no podía trabajar, así como también aportaba para los estudios de su hermano mediano, Toño, al cual le valía madres la vida, se drogaba, era alcohólico y hasta delincuente.

Martína con sus 23 años de vida, era más que una mujer, se consideraba de piedra, había perdido todas las ilusiones de amar, ya que en su trabajo tenía contacto con más de 5 hombres por noche, al terminar su jornada, ella solo quería dormir, dormir y dormir.

Martína soñaba con ser actriz y debutar en un musical de Broadway, soñaba con nunca más tener que cobrar por sexo y que le hicieran el amor (el cual solo lo tuvo a los 18 años con José, su primer novio y del cual estuvo enamorada con toda el alma), soñaba con tener una casa grande, un auto y que su mamá tuviera un futuro estable y decente.


El Cananis era famoso, iba dirigido a todas las clases sociales, desde políticos, empresarios, gerentes, obreros, periodístas, actores y a todo ser que le gustara la vida galante, tenía chicas de todos los precios, pero hasta el hombre menos adinerado juntaba los $450 dólares para estar una hora con Martina. A pesar de que la mitad era para el lugar y el restante para Martina, todo se le iba en vestuario, dietas, escuela para sus hermanos, alimento, medicinas para su mamá.

Ella solo deseaba que su familia no se enterara de que trabajaba en realidad, porque de noche para ellos era estilista en una estética de 24 horas, en la la 54 Street de Los Ángeles.


Un día su hermano entro al Cananis con la pandilla a la que pertenecía, llevaban mucho dinero, ya que acaban de robar una tienda. Toño "quiero a la mejor chica y más cara del lugar" le dijo al gerente, él lo transladó a una de las habitaciones que tenía el Cananis en la zona V.I.P. la del número 9, al entrar se recostó, se desnudó, y comenzó a masturbarse, esperaba con ansisas a la mujer que llegaría a hacerle sexo oral y que más tarde penetraría con toda la fuerza, al menos eso pensaba él.

El gerente fue por Martína, tendría el primer cliente de la noche, de su vida, un loco, un fetichista, voyerista, no sabía en realidad que le esperaba al entrar a la habitación 9. Ella caminaba temerosa como todas las noches, ya que en dos ocasiones la habían golpeado, al abrir la puerta la luz estaba apagada.

Ella vestía su vestido favorito de color rosa, unos tacones altos.
Mario, el subgerente le comentó a Martína que la fantasía que tenía el cliente era de que ella tenía que llegar desnúda a la habitación, ella se desnúdo, puso música, se colocó de espaldas a la cama, encendió la luz y comenzó a bailar. Toño miraba fíjamente de espaldas a Martína, su hermana, quería poseerla, tomarla por el cuello y comenzarla a hacer suya.

Lentamente Martína giro hacía el cliente, cuando volteó vió a Toño, "¿qué haces aquí?" y se tapó rápidamente, el hermano sorprendido al verla le dijo "¿qué haces tú aquí? ahora veo a qué te dedicas, porque tienes tanto dinero, eres una ramera", "no me digas así imbécil, soy tú hermana mayor" dijo Martína. Toño se paró de la cama, abrazó a Martína, quería tener relaciones con ella, "qué estas haciendo idiota", dijo Martina, "eres putita y mira que me saliste por 450 verdes, así que ahora me cumples", Martína se resistía, luchaba con la fuerza de Toño el cual era más alto y fornido, para el cuerpo delgado de su hermana. Martína forcejeaba y forcejaba, le dió tres bofetadas seguidas Toño, la tiro en el piso y comenzó a tocarla, "desde cuando te traía ganas hermanita", Martína lloraba, pero no se rendía, seguía luchando contra él.

Hubo un momento en que Toño se descuidó y pudo salir de sus brazos, corrió y tomo una navaja que tenía en uno de los cajones del buró de la habitación 9, ya que por experiencias pasadas tenía que defenderse, "¿qué haces perrita?, ven para acá o voy por ti, vas a hacer mía o ¿quiéres que le diga a mamá tú secreto?". Martína tomo coraje y fuerza, pensó en su vida, en que tenía que trabajar para un mal agradecido, abrió la navaja, Toño corrió hacia ella, Martina levantó la mano y se le enterró la punta filosa en el estómago a su hermano, a Toño le dió más coraje y comenzó a golpearla como si ella fuera un hombre, Martina enterró una y otra y otra vez la navaja, hasta dejarlo con 19 piquetes en el pecho.

Había mucha sangre en la alfómbra de la habitación 9, su hermano aún con vida intentó besarla, pero ella le dió un duro golpe en la cara que terminó por matar al hermano, ella comenzó a llorar de la rabia, su hermano la había querido violar, porqué iba a permitir ella algo así, ya tenía bastante con los clientes que luego la humillaban y que no comprendían su trabajo, pensaban que lo hacía por gusto, pero no era así, Martína como la mayoría de las mujeres que se encuentran en este ambiente, lo hacen por necesidad.


Se metió al baño, se lavó el cuerpo por completo, el peor momento fue cuando vomitó, ya que era tannto el asco que sentía que se metió jabón a la boca para lavarse, provocándole una reacción que odiaba desde niña.


Se puso su vestido rosa, las joyas que algunos admiradores le dieron, se arregló como nunca, tomó el dinero que guardaba debajo del colchón de la habitación 9, la cual le pertenecía por ser la consentida del Cananis, agarró su bolso, y salió por la puerta trasera, dejando a su hermano muerto y al Cananis como su vida del pasado.


El lugar no la denunciaría con la policía, ya que sí lo hacían cerrarían el lugar, aparte de las grandes cantidades que dá el dueño del Cananis a las autoridades para que trabajen con calma.


Salió radiante, caminaba por las calles de Los Ángeles, todos la volteaban a ver, sin duda lucía como nunca, dejaría a su familia en Los Ángeles, y tomaría la propuesta de uno de sus clientes, ir a trabajar a Nueva York, en uno de los mejores teatros de espectáculos de la vida nocturna, donde podría codearse con caza talentos de Broadway, desde ese lugar mandaría dinero a su hermana y madre para lo que necesitaran.


Dos años después, Martína se convirtió en la cotizada bailarina y actriz de los escenarios de Broadway, la mejor pagada, cumpliendo su sueño de ser una gran estrella de teatro.