miércoles, 9 de febrero de 2011

2 y 9, ó 29... Los mejores números


Hoy es 9 del mes 2 del año, dos de mis números favoritos, con un trasfondo extraño, misterioso, imaginario, podría ser la ley de la atracción o simplemente el destino. También, hoy, pero de hace 22 años, nació la persona más hermosa que alguna vez mis ojos pudieran ver, saliendo de una clase de inglés en la preparatoria, a las 6:20 de la tarde, sin duda ese día del año 2005, cambió mi vida por completo.

Si juntamos el 2 y el 9, nos dan el 29, que es mi día de nacimiento, y este mismo año, cumplo, al igual que esa persona 22 años, sí, el año de nuestro nacimiento fue hace 22 años, lo cual incluye el número “9”, y estoy hablando de un año importante para la humanidad, la caída de la URSS y el Muro de Berlín, 1989, que bonito año, que bonitos son el 2 y el 9, y por supuesto el 29, y todos los números que tengan el 9.

Hoy, es el especial en mi blog, relacionado a esta persona y por supuesto a mí.

El cenit de nuestra pasión...


Vamos rumbo al edén, es alto, muchas ventanas, varios pisos, estamos impresionados con ese “color rosa y morado” que alumbran la oscura y cálida noche, deslumbra al verlo, nuestros ojos se hacen pequeños, cruzamos miradas, sonreímos, lo único que queremos hacer es llegar al “EOY”, y demostrar nuestro lado salvaje, que nos hará vibrar, sudar, estallar e intercambiar fluidos; mientras por el sendero nuestras manos comienzan a tocar nuestras partes más oscuras.

Al llegar, nos dan lugar, tomamos rumbo al elevador, piso “9” caverna “29”, al entrar, se alumbrar las velas, el incienso que huele rico, y a su vez excita, la noche es cálida, comienzas a tomarme por la cintura, la música de nuestros sentidos se apodera, y comienzo a moverme, tus labios, los míos, la ternura que acompañan esos movimientos, provocan que encendamos nuestros cuerpos, lo caliente que está el amor, provoca una explosión entre tu y yo…

Te aviento a la mecedora que se encuentra en el balcón, verte acostado, mirándome, deseándome, esperándome y pensándome, me provoca un ataque de furia, me lanzó a tus brazos, ellos me aprietan, siento la fuerza, tus manos, tus dedos, me recorren la espalda, nuestras bocas se juntan, las lenguas, los dientes muerden salvajemente, las estrellas pueden observar magnifico espectáculo, lo cual le da un toque de pasión al momento.

El calor del verano hace efecto en nuestros cuerpos, comienza a escurrir fluido de nuestras frentes, levantas tus brazos y te despojo de la “azul-celeste”, la cual hace contraste con tu piel, tus ojos y cabello, es tu turno para quitarme la playera, nuestros pechos quedan juntos, hombro a hombro, abdomen con abdomen, brazos con espaldas, ombligos con ombligos, mis glúteos sobre tus piernas, cara con cuello, movimientos, mi lengua recorre tu pecho, tu cuello, tus orejas, tu cara, tus besos pasan cara, cuello, pecho, me inclino para atrás, y tu lengua recorre mi abdomen, mientras tus brazos fuertes me sostienen, un momento especial antes de llegar al clímax.

Nos paramos de la mecedora, nuestros cuerpos nunca se separan, nos abrazamos, nos tocamos, nos deseamos, llegamos a la cama, nos aventamos, y comenzamos a movernos lentamente, los besos se hacen más apasionados cada vez, aventamos los “Puma” de nuestros pies, te despojo de tu cinturón, te bajo el pantalón rápidamente, te quito las calcetas, y observarte semidesnudo en la cama, me prende, me emociona, me entra una adrenalina por arrancarme mi pantalón.

Tú me observas, mientras me muevo al compás de “Sex On Fire”, yo de pie, y tu acostado observándome, me inclino, y mi lengua comienza a deslizarse desde tus pies, tus piernas, tu abdomen, tus brazos, tu mano derecha me acaricia la cara con pasión, tu dedo se introduce en mi boca, yo lo saboreo, mi lengua sigue su camino por tu cuello, hasta llegar a tu boca, nuestras bocas embonan de la manera más hermosa, excitante y apasionante nunca antes vista.

Nos abrazamos, estamos sudados, lo cual le da un toque excitante a la situación, entre beso y beso, toqueteo y toqueteo, roce y roce, tus manos se dan cuenta que tengo aún el bóxer, me pongo de rodillas sobre la cama, tú debajo, me lo bajas lentamente, me acaricias, me tocas, es hermoso el momento, me inclino y hago lo mismo contigo, nuestros cuerpos al fin desnudos, llegando a un punto que ni las constelaciones más impresionantes podrían llegar.

Nuestras bocas juegan un papel importante en el siguiente escenario, nos dirigimos a la regadera, nuestros cuerpos no dejan de separarse para nada, nuestras bocas tampoco, nuestros brazos son la fuerza y pasión que pasan por nuestras cabezas y espaldas, al caernos el agua, aumenta el jadeo que provoca este veneno, y es ahora cuando entran nuestras bocas a recorrer con la lengua una de nuestras partes más oscuras que tiene nuestro cuerpo, hacen bien su trabajo, mis ojos se cierran, mi respiración, yo me muevo como loco.

Me cargas, nos dirigimos al sillón, te acuestas, y ahora mi boca le toca el turno de hacerte llegar a las estrellas más lejanas de todas las galaxias existentes, tus ojos miran el techo, se ponen blancos, escucho tu respiración tan excitante, que me hacen continuar con pasión y salvajismo, tu pecho comienza a moverse de arriba para abajo, tu corazón palpita, con tus manos me aprietas la cabeza, no quiero parar y se que no quieres que pare, subes tus piernas en mi espalda, de apoderas de mi, entregado a ti, mi lengua sigue acariciando ese lugar de tu cuerpo tan hermoso.

Me levantas y me regalas el beso más excitante, apasionado y sincero que pueda existir, me volteas y llegas al lugar más profundo de mi cuerpo, es tan rico, tan romántico, tan excitante, tan apasionado, tan excelso, llego Marte, pero tus movimientos me hacen llegar a Saturno rápidamente, probamos de todos los modos que se pudiera entregar el uno por el otro, hasta llegar los dos al mismo tiempo al cenit, y que nuestros cuerpos estallaran dentro, llenando espacios de amor.

Una de las noches más maravillosas de mi vida a tu lado…