martes, 23 de julio de 2013

Mi vida en Cuba, día 6


Sonó el despertador a las 9:30 am, para que me bañará y llegará a las 10:00 am a la cita con José, pero tenía tanto sueño, tanta cruda por el alcohol ingerido esa madrugada, que me levanté a las 10:00 am, me metí a bañar, puse música de mi celular para comenzar a quitarme la cuajera, la señora de la casa tocó a mi habitación, para ofrecerme hacerme el desayuno, pero no quise.

Salí corriendo, pensando que José ya no estaría, pues ya eran 10:30 am, al salir de casa, vi una fila enorme de personas que esperaban algo, y sí en un patio tattuaban, se veía que era bueno el tatuador, corrí para la avenida en donde vería a Pepe, pensando que ya no estaría por mi impuntualidad, pero la sorpresa fue que me espero, así que nos saludamos, se puso de pie y caminamos.

Yo quería tomar el turibus, pero él se aferraba a que lo bajarían por ser cubano, yo le alegaba que era mi invitado, así que no podrían hacer nada, ya que en La Habana lo había visto, pero se justificaba diciendo que en Varadero, todo era diferente, ya que era una zona extremadamente controlada por las autoridades, mientras caminamos y me decía eso, una patrulla se acerco para detenerlo, y preguntar "qué estas haciendo", yo respondí "es mi amigo, y no está haciendo nada, se pueden ir", la patrulla continúo su camino, aunque me miro feo.

José me llevaría a conocer algunas partes de Varadero, aunque yo le dije que la mañana la enfocaríamos en eso, ya que todo el día quería estar tumbado en la playa, porque me gusta mucho el mar y la arena, caminamos, hasta que decidí ir a La Cueva de Ambrosio, que se encontraba a unos 20 kilómetros de donde estábamos, así que tomamos un taxi, del cual como buen mexicano le estube regateando, porque me quería cobrar 30CU por un viaje que haría en un auto moderno, y veloz en un transcurso de 10 minutos. Hasta que nos pusimos de acuerdo, y fueron 24 CUC, de ida y de regreso, ya que ahí no había transporte.

Al llegar, esperábamos al guía, mientras llegaron unos señores que hablaban inglés, saludaron, respondí, y esperamos, le dije al taxista que se marchara, que encontraría algo mejor para el regreso, y le dí solo 12 CUC, se molesto mucho, y me rogo para seguir con el servicio, pero le volví a dar las gracias.

Al llegar, José por ser cubano no pagaría entrada, a mí me costaría 6 CUC con el guía incluido, cuando entré con el grupo (7 personas en total), comenzamos por un laberinto frío y fresco, unas cuevas que alguna vez estuvieron cubiertas por mar, y que después el mar se alejo de la tierra para que se formara Varadero, llenas de arañas, moscos y murciélagos, una infinidad de ellos. Entre platica y platica con el guía quien era un señor grande de nombre David, descubrimos que eran 4 australianos, 2 cubanos y 1 mexicano.

Dentro de la cueva, había pinturas hechas por indígenas en la época prehispánica, pintado un calendario, mismo que hacen referencia al Calendario Azteca, que era utilizado con el sol. Dentro de la cueva había orificios que salían a la superficie y dejaba entrar el sol en algunas zonas, en otras eramos alumbrados por la pequeña lámpara del señor David. Un recorrido de una hora se hizo divertido cuando rompí el hielo con los australianos, para hacernos una fotografía, comenzaron las bromas y nos colgamos de las ramas de los árboles que caían por los orificios, tan fuertes como las que utilizaba Tarzán en aquellas películas.

Cuando le dije a José que me hiciera una foto colgado, le enseñé como la quería, ya que la primera que me hizo no me gusto, después de eso quedo maravillado con la cámara, y comenzó a ver las fotos, nunca había tenido una en su mano. Después salimos, tomamos un taxi que nos cobro 8 CUC para regresarnos a la calle 51, y ahí caminar a la playa, para volvernos a sentar en un camastro en el mismo lugar, en el que lo había hecho un día anterior.

Cuando nos recostamos a tomar el sol, me pidió la cámara para ver las fotos que había hecho, me preguntaba quien eran los personajes que se encontraban en las imagenes, y le palticaba el papel que ocupaban en mi vida, hasta que vio una con David Bisbal, y lo ubico, "ey, ese es Bisbal, que haces con él", y le comence a platicar sobre mi trabajo en la industria musical, él ponía atención, cuando concluí me dijo, "Erick yo sueño con ir a Texas, igual me gustaría ser modelo, pero en Texas quiero vender pollos a la parrilla".

Después fuimos a nadar al mar, el agua estaba muy rica con su azul cristalino, al salir bebimos cerveza, mientras veíamos la playa, y comenzó la historia de José, aquel chico de 25 años ingeniero en sistemas, pero sin trabajo, ya que recibía 30 CUC del cual tenía que dar para su familia, y un hijo que tiene en Matanzas, con el cual no vive, por trabajar de albañil en la construcción de hoteles franceses en Vadaredo, donde le dan de comer, vivienda, baño caliente y recibe 20 CUC, pero lo justifica diciendo que ahí le alcanza mejor el dinero, porque así en él no gasta y todo lo da a su familia.

José no vive con la que era su esposa, pues ella lo celaba mucho, tenían muchos problemas, y la mejor opción fue dejarla, aunque se hace responsable del alimento de los dos, y el de sus padres. Su hermana vive en España desde hace 7 meses, el cuenta con visa para salir del país, pero no lo hace ya que nunca hizo su servicio militar, ahora la condición del gobierno cubano, es que viva dos años ahí, para poder salir de Cuba.

Después mientras platicábamos, se acercó una muchacha muy guapa, con un vestido blanco y su familia le hacía fotos con un celular, la niña estaba arreglada, José quizo que le prestara la cámara para que hiciera fotos, y comenzón a hacerle a la chica, la cual cumplía XV años ese día, y por eso le estaban haciendo las fotografías tan cuidadas, para que se viera como una modelo.

José mostró las imagenes a la familia, y preguntaron que como las podían obtener, que se veían muy bien, así que me pasaron un email cubano, para que cuando llegará a México se las enviara, y así fue como quede en entregarlas (cosa que hice después).

Nos sentamos a seguir contemplando el día, "Erick, en México porqué matan a las personas" dijo José, a lo ue respondí que por secuestros, violaciones, robos, narcotráfico, políticos con enredos sucios, y me dijo "¿y por dinero?", también cuando te roban y no traes nada, lo hacen, la gente es mala a veces... "Tuve un amigo que por 40 CUC lo mataron, ya que nunca pago una deuda, eso es mucho en pesos mexicanos" a lo que le respondí que eran $600 pesos mexicanos, que no era mucho, auqnue por las condiciones laborales en México, para algunas familias era lo que recibían semanalmente para comer, vivir y sostenerse en el capitalismo.

Después de estar todo el día ahí, le dije que me iría a bañar que me acompañara para que él también lo hiciera, pero estaba preocupado ya que la señora que me rentaba el cuarto podía llamarle a la policía para que se lo llevara, ya que yo soy turista... Al llegar a la casa, busqué a la señora para que me diera permiso de que él también entrara a darse un baño, a lo cual respondió "pero solo a bañarse, a otra cosa no", salí a la calle por José, se metió a bañar, lo hice, y volvimos a salir.

Estando en la calle buscamos un lugar para comer, caminamos desde la 51 hasta la calle 8, lo cual era una distancia larguísima, al momento en que buscábamos un lugar para comer, era la salida de los niños del kinder, primaria y secundaria, entre negritos y gueritos, se veía muy hermosa esa imagen.

En Cuba desde el kinder los niños saben que es socialismo, comunismo y capitalismo, desde entonces los comienzan a educar al modo de Fidel, todos van de 8 de la mañana a 5 de la tarde a la escuela. Y como las distancias son largas y el transporte es poco en Varadero para los nativos del lugar, se podían observar carretas llenas de niños, así como autos llenos de niños, para lo que me explicó José que siempre el padre de familia que tiene esos autos, mismos que ocupan para trabajar, se llevan a los niños vecinos para que las familias se ahorren el dinero del pasaje, y así lo intercambian entre ellos mismos por otros favores.

Esa tarde a una niña que me gusto, no porque sea pedófilo, si no por ver su cara tierna, y como lloraba cuando su mamá se marchaba a trabajar, y la abuelita la consolaba para que la dejara ir, me dio mucha curiosidad, así que me acerqué, y le regalé 1 CUC, ella sonrío con sus escasos 3 años.

Esa tarde comimos en "La casa de la miel", un lugar donde hacen ente dulce, y es cafetería, ahí José me seguía preguntando sobre México, y me dijo "sabes, yo no soy como esos cubanos que se dedican a robar al turista o abuzar de ellos, aparte de que en Varadero es peligroso como cubano hacer eso, no me gusta, porque se que tú, en tú país trabajas como burro igual que yo, como para que yo venga y te lo quite".

"Cuando te vayas a México, si algún día decides regresar a Cuba, aquí estaré yo, esperandote en el mismo lugar donde me conociste, porque no tengo otro modo e diversión, y así iremos a conocer toda Cuba, como es lo que quieres tú", dijo José, le respondí que se hiciera un email para poder estar en conctacto, y así le enviara unas fotografías del momento en que nos estábamos divirtiendo.

De regreso a la calle 51, y má adelante, porque en la 75 está la diversión, caminamos para que la noche comenzara, nos comimos un helado, el cual se me hizo muy barato 1 peso cubano. Cuando cayó la noche me dieron esas ganas de quedarme a vivir en esa isla, de no querer regresar a México, había aprendido mucho a valorar la vida, así como lo material que puedes tener, y ser feliz, inventar para sobrevivir y llevarla relajada como lo hacía un cubano, así que esa noche me divertiría como nunca.

Llegamos a la calle donde conocí a José, y comenzaba a llenarse de gente, ya que era jueves y había más vacacionistas, de la nada llegaron más cubanos y cubanas con ganas de fiesta. Pedimos unas cervezas, y nos sentamos a observar y esperar a que llegaran sus amigos, en una mesa de a lado se encontraban unas francesas, una de ellas Kristina hablaba español, y José se acercó a ella, comenzaron a platicar, y me dijo "esta noche, por mi corre la cuenta, aunque sea con dinero francés", me solté a reir, y observaba el momento, Kristina se presentó pensandoque yo era cubano, a lo cual le dije que era mexicano y que venía solo, se sorprendió, y después dijo "¿estas en hotel o en casa?", y respondí "en casa", "yo quería así, pero Aureli le da miedo, y estamos en el Hotel Las Tortugas, pero me gusta la fiesta cubana", después me presentó a Aureli con la cual nos comunicabamos con su poco español y mi poco inglés.

Comenzamos a bailar y a beber, la noche comenzó a hacerse divertida, los amigos de José nunca llegaron, para lo cual dijo "no paso el camión, pero así es la vida en Cuba, ya estamos acostumbrados, a divertirnos hermano Erick", entre risas y platicas, las francesas trabajan en un banco en Paris, mismas que me ofrecieron su departamento para cuando vaya de vacaciones a ese lugar.

Ellas buscaban la fiesta cubana y no les daba miedo, aunque Aureli era un poco precavida, porque Kristina no era nada precavida, estuvimos ahí bebiendo cerveza y whisy, comencé a hacer amigos, nos metimos al bar, ya que siempre estuvimos en la calle con los cubanos, y como el lugar no tiene paredes se puede ver todo, hay muchos turistas a fuera bailando y los meseros salen a dar servicio. 

Mucha risa todos los cubanos que fichaban bailando y se ganaban un trago, o la borrachera para todo su grupo de amigos, entre concursos Kristina fue seleccionada para bailar con un cubano extraño un baile exótico, reíamos mucho, pues muchos europeos no tienen nada de ritmo en las piernas, y hasta se caían. Un señor por una cerveza sostuvo su cuerpo completo con su cabeza, eso no me gusto mucho.

El bar se llenó tanto, que era una fila larga para el baño, y todos comenzaban a orinar en la calle, cosa que pensé que solo se daba en la Ciudad de México, así que aplique la misma, cuidandome de que no me viera la policía, conocí a unas señoras negras y bailamos con las dos, nos hicimos fotografías, y quedaron maravilladas de como se veían en una cámara. La vida nocturna se acaba para los turistas a las 3:00 am, pero queríamos seguir viviendo la fiesta Aureli, Kristina, José y yo, así que buscamos fiesta cubana.

Entre los lugares que nos habían recomendado estaba "El Habana Club" y "La casa de la música", cuando entramos a "El Habana Club", antes de pagar quisimos ver, y nos encontramos con la sorpresa de que Pit Bull estaba de fondo, así que no quisimos estar ahí, Kristina y Aureli les dió hambre y comieron una hamburguesa en un carrito muy chistoso, donde te incluía el agua, la cual no me daba confianza, pero ellas comieron muy agusto su hamburguesa, al termino de sus alimentos negociamos con un taxista para que de la 75 nos llevara a la 30, e ir a "La casa de la música", la verdadera fiesta cubana.

Las francesas pagarían el taxi, ya que habían hecho un acuerdo con José, pagamos 10 CUC por entrar a ese lugar, los cubanos pagan 1 CUC, y era un antro con puro cubano, por un momento me sentí en Veracruz, pero no, era Cuba y no se comparaba, todos bailaban súper bien, las francesas emocionadas, José feliz porque era la 2a vez que entraba a ese lugar, ya que el no acostumbra gastar en diversión.

En todo el lugar, había una 70 personas, y solo éramos cinco turistas, dos francesas, dos rusas y un mexicano, las rusas tenían bien amarrados a dos cubanos chaparritos, lo cual era muy curioso verlos en su momento de pasión.



Entre salsa cubana, reguetton cubano y no el que están acostumbrados a escuchar, bailábamos los 4, disfrutando de nuestra vida, Kristina con José, mientras se daban unos besos, y Aureli conmigo, aunque yo no la besaba, pero le gustaba como bailaba, y seguía mis pasos, mientras reíamos, los cubanos nos veían y brindaban con nosotros, era una noche de completo desmadre, me sentía libre, quería ser cubano, quería quedarme en la isla, sin importarme en que trabajaría ahí, donde viviría, y todo lo demás.

En un momento el DJ puso la canción de Gustavo Lima, que tanto me recuerda esta noche "Balada Boa", y dije, los cubanos no me pueden humillar bailando, me subí a una mesa y comencé a bailar como si estuviera en el carnaval de Brasil, samba, la gente comenzó a aplaudirme, y las francesas siguieron mis pasos, aunque no les salían se divertían, y las rusas dejaron de fajonear para observar, José comenzo con los aplausos, y todos aplaudían, mientras yo me sentía totalmente libre, y no quería despertar de ese momento de libertad.

Después a las 5:00 am prendieron las luces para anunciar que la noche se acababa, y que teníamos que dejar el lugar, intercambie emails con las francesas, y fui a cenar con José una hamburguesa, fuimos a un lugar donde se enocntraban comiendo unos rusos, uno de ellos quizo agredir a José por ser cubano, y comprobé que los rusos tienen mierda en la cabeza (homofóbicos, cerrados, etc.), José no pudo defenderse por ser turista, aunque yo le dije al ruso "fuck you", la famosa "britney señal" que es mundialmente conocida, y nos fuimos.

José dijo "Erick, yo creo dormiré en la calle, porque no creo que la señora me deje pasar", y le dije "vamos, que tú duermes ahí, que yo estoy pagando", así fue como entramos a la habitación, nos desvestimos para dormir, apagamos la luz, y dijo "Erick, sabes una noche antes de conocerte, vi una estrella fugaz que paso por el mar, me encontraba solo, y pensé en que quería pasar el mejor día de mi vida sin preocupaciones, y hacer como si estuviera de vacaciones, hoy tú me lo regalaste sin nisiquiera conocerme, eso habla bien de ti, y te doy las gracias por hacer mi sueño realidad", me dejo con un nudo en la garganta, y le di un abrazo.

Después apagamos la luz, pues me tenía que despertar a las 9:00 am para alcanzar el autobus de las 10:00 am que me regresaría a Varadero, después de 10 minutos, José dijo "Erick, nunca he besado a un hombre, me puedes besar para ver que pasa", después del beso José me hizo llegar a las estrellas...