domingo, 11 de agosto de 2013

Mi vida en Cuba, día 8


Así, desperté a las 9 am pensando que podría ir de rápido a La Vieja Habana, para poder ver por última vez antes de que terminaran mis vacaciones en esa hermosa isla el color de esta tierra, pero así como me desperté terminé de arreglar mi maleta, me metí a bañar, mi mamá marcó por teléfono a la señora Alicia, nos comunicamos, y le dije que me esperara a tal hora en el aeropuerto.

Me bañe, desayuné, platiqué con la señora Alicia, le agredecí mucho por la estancia, y como lo acordamos, le pague las noches que estuve dentro de su cálido hogar, como quedamos 12 CUC, me dió dos tazas de café cubano, para no quedarme con las ganas, dos vasos de jugo de guayaba natural, y comí galletas, de aquellas que no tienen sabor, pero te dejan el paladar contento por su sabor cubano. 

Fui a comprar ron cubano, así que salí de la casa de la señora Alicia e hice una foto de recuerdo de la calle donde estuve viviendo como cubano. Fui a una escasa tienda donde las frutas y comida era escasa, pero como vendía alcohol, me formé, y compré las 3 botellas que saldrían conmigo del aquel lugar. Cuando regresé la señora Alicia me dijo "hijo, te tengo una sorpresa", y sacó un billete cubano (no es CUC) de $3.00 pesos con la cara El Ché, rojo, nuevo, "como sabía que querías uno, aquí lo tienes para que me recuerdes, y nunca te olvides de mí, gracias por todo", le dí un abrazo y nos despidimos, y le dije "gracias a usted por todo, sus atenciones y su confianza para meter a un extraño a su casa".



La señora me dió unas cosas para César, al cual vería en el aeropuerto de la Ciudad de México, un sin fin de papeleos para que uno de sus familiares pudiera salir de Cuba, y obtener su libertad del régimen más mentiroso que me ha tocado observar, independientemente de mi gobierno.

Llegó Gustavo, subió mi maleta al auto, la señora Alicia tomó sus cosas, pues después de dejarme en el aeropuerto irían a misa, ellos son cristianos, en el camino el señor me preguntaba sobre mi estancia, y lo que me había parecido Cuba, una personalidad física sorprendente, de piel negra y ojos azules, da un aspecto de miedo, pero al tratarlo sabes que es una buena persona.

Pasamos por la zona deportiva, que está muy deteriorada y que alguna vez la construyeron para los Panamericanos, y hoy están en mal estado, pero ahí entrenan los mejores deportistas de Cuba, que siempre hacen dejar en bien al país a nivel mundial.

Se comenzaban a ver los letreros del aeropuerto, tantos kilómetros, y sabía que esto estaba por terminar, así que al llegar, bajaron tanto Alicia como Gustavo a despedirme, los dos con un fuerte abrazo, y un gusto de hacerlo, a la señora casi se le salió una lágrima al momento de despedirme, "no te olvides de mí, vuelve pronto que mi casa es tú casa mi niño", dijo Alicia, y me metí al aeropuerto, donde ya no entrarían ellos, por miedo a que un policía los viera con un turista, vi como se marchaba el auto, y en verdad que estaba muy agredecido con ellos.



Pagué mi impuesto para poder salir del país, y me dirigí a las pobres y escasas salas de espera, para poder tomar mi avión, y así se quedaba atrás todos estos 8 días maravillosos en Cuba. Al abordar el avión, iba solo, hasta que una chica se acercó a mí, ella se llama Marisol y me platico que estudiaba su doctorado en Cuba, que era de Veracruz, y que ahora regresaba con su familia por sus vacaciones, y que regresaría en mayo de este mismo año, al llegar a México intercambiamos facebook y teléfonos, ahora platicamos como amigos.

Y así fue como aquel país  me enseñó a superar muchas cosas de mi pasado, que me enseñó que ya estoy preparado para vivir solo, y ser más independiente de mi familia, para ingeniarmelas para vivir, para no sufrir por algo material, pues primero está mi felicidad, antes que un objeto, por ver la vida con más alegría a pesar de los problemas, por bailar, por las diversiones.

Aquella isla donde conocí a personas inigualables tanto de Cuba, como de España, Rusia, Francia, Alemania, Brasil y México, donde comprobé que los mexicanos son unos ignorantes para convivir con un extranjero, ya que cuando uno se acerca a un mexicano, el mexicano se siente inferior y se pierde la convivencia y posiblemente una gran amistad.

Ahora le tengo unos regalos a la señora Alicia y a Julio, que les haré llegar muy pronto por su cálido trato, José cunplió y cuando tuvo dinero se hizo su email, me sorprendió al ver un inbox en mi correo que decía "Amigo mexicano, José ya tiene email", desde entonces nos mensajeamos, aunque a veces él se tarda en responder, ya que no siempre tiene dinero para responderme, pero sé que su respuesta es segura.

Con este viaje comprobé que los cubanos son las mejores personas del mundo que me ha tocado conocer, y es que alguna vez tuve una jefa cubano en un canal de música en el que estuve, y la que me dió la oportunidad de crecer profesionalmente en Warner Music, hasta la fecha sigue siendo mi consejera a pesar de que ya no es mi jefa, la sigo viendo, ella es Lis.

Gracias a todos los que leyeron estos 8 días en Cuba, tardados por mis horarios complicados, pero aquí termina esto, que en un futuro contunuará, ya que pienso regresar a la isla.





domingo, 4 de agosto de 2013

Mi vida en Cuba, Día 7





Así sonó el despertador de mi celular, lo cual indicaba que tenía que regresar a La Habana, y dejar las hermosas playas de Varadero, y con esto a José, me levanté a apagar la alarma, y José dormía, y me volví a recostar para ver como dormía, hasta que abrió los ojos, "sabes Erick, en toda la noche he pensando que el muchacho ese que dices que te dijo que no te amaba, y que todo era conveniencia, es un jodido, no sabe lo que dejo ir", solo reí y le dije "gracias, me has caído muy bien, sacate un email para que me escribas, y la próxima vez que venga a Cuba, me muestres todo aquello que me falta por conocer", y respondío "claro, ya te dije que cuando regreses a Varadero, estaré en la misma calle y esquina donde me conociste, porque aquí no hay más para ir", "solo que eso será en un año, no puedo venir antes, así son las leyes laborales en México, y solo hay una vez vaciones al año", le dije.

Después me paré para preparar mi mochila, y meterme a bañar, y José dijo "Erick, quiero ir contigo a La Habana", la verdad esta noche de viernes, estaba destinada para conocer otro hombre en aquel lado de Cuba, y a la vez quería que José estuviera conmigo, pero le dije que no, pues yo tenía que regresar a México, y me iba a dar pena llegar con José a la casa de la señora Alicia, así que le dije que mejor se bañara, y nos volveríamos a encontrar en algún momento de nuestras vidas.

Cuando estaba todo listo para partir, salí de la habitación para ir por mi pasaporte que se lo había quedado la dueña de la casa, "niño ¿compraste tú boleto ya?, recuerda lo que te dije que se acaban", y le respondí "lo tengo en la mochila", cosa que era mentira, porque no compré nada. Se acercó a darme mi pasaporte, y me dijo "eres como todos los que vienen a mi casa, lindas personas, y más por ser mexicano, ojalá que te haya gustado Varadero, y si regresas mi casa te estará esperando", me dió un beso en la frente, un fuerte abrazo, y respondí "gracias por todo, es usted muy linda, Dios la bendiga", parecía que quería llorar, pensé que sí así era con todos los turistas a los que les rentaba habitación.

Me dijo "solo checo el cuarto, para que vea que me lo dejaste en buenas condiciones", le dije que todo estaba perfecto, y fuimos a checarlo, vió a José y dijo "pero te dije que solo era para que se bañara este niño, no para que dormiera aquí", me reí, y le dije "la mañana nos alcanzó", y me dijo "para la próxima vez solo avisa, que tengas lindo regreso".

Salí, y me despedí de su familia, quienes tenían un taller mécanico en el patio de la casa, como en una película de los 60's, y ese toque se lo daba el automóvil que estaban reparando.

Hacía un sol impresionante, le regalé unos lentes y gorra a José, se los puso, y me dijo "seré la envidia del grupo", yo solo me reí, y observaba ls calles de Varadero, con su tranquilidad, llegamos a la estación, José cargaba mi mochila para que yo no me cansara, se acercó un cubano rubio, gordo, de cabello chino, y me ofreció el servicio de taxi hasta La Habana por 15 CUC, el autobus costaba 12 CUC pero me dejaría al final de La Habana, y tendría que tomar un taxi para poder llegar a mi destino, le dije "gracias".

Pero después corrió y me alcanzó, para decirme que me lo dejaba en 12, y que me dejaba en La Vieja Habana, que era al destino donde me dirigía para comprar los recuerdos que llevaría a mi familia, que porque había otros turistas, y saldría más económico, me regresé, y sí ahí estaba Cristhian, José, y más tarde llegarían un francés.

José por ser el más gordo se subió al auto, el cual era un Ibiza, así que llegaría pronto al destino, atrás iba el francés, que no hablaba muy bien el español, pero lo entendía, Cristhian y yo, junto con un cubano, tomamos rumbo hacía la autopista, nos acompañaba el mar como copiloto, después de unos 20 minutos de camino, el taxista tuvo que desviarse por una carretera de pura tierra, por donde salían los caballos y vacas de todos lados, él iba despacio, ya que si una vaca se cruzaba y él la atropeyaba, aparte de que lo metían a la cárcel por asesinato, le cargarían el delito de llevar turistas en un auto rentado. Los españoles iban bromeando que íbamos en un safarí, como que me daba mucha risa.

Después de unos 15 minutos salimos nuevamente a la autopista, y sí a lo lejos se veía el retén de la policía cubana, llegamos a Matanzas, y la verdad que hacía mucho calor, en el carro alguien olía a sudor, a cebolla podrida de unos 20 días, cosa que me empezó a dar como asco, después de que él taxista se detuviera para tomar gasolina en Matanzas, se subió para continuar el camino y dijo "José, te puedo decir algo con mucho respeto", y José dijo "venga tío, dímelo ahora o chupa polla para siempre", cosa que me dió mucha risa, y el cubano dijo "porque los españoles son tan puercos, ahora mismo en donde nos podamos detener te bajaré para que te laves esas axilas", cosa que me dió más risa.

José aceptó que le apestaban las axilas, y que su humor era tan fuerte que ya había invadido todo el auto, y era incomodo, después José bromeó y le echó su axila al taxista, cosa que también me dió mucha risa. Nos detuvimos en una pequeña tienda en la carretera, escasa, pero con gente, ahí se lavó las axilas con jabón que había en la cajuela del auto, y después el cubano aplaudió, nos pidió un poco de paga para que se comprara su desayuno, ya que no lo había hecho, yo igual, pero la verdad no tenía hambre, solo compré agua, y así lo hicieron los demás turistas.

Aprovechamos para hacernos una foto de recuerdo, de lo que iba siedo un trip muy divertido, y aún le faltaba como una hora, y sabía que seguiríamos divirtiendo.



Nos subimos y comenzamos a platicar, resulta que Cristhian vive en México, exactamente en Playa del Carmen, y algún tiempo estuvo viendo en el DF, su novia es mexicana, y lleva 7 meses radicando en el país, vive de su seguro de desempleo que le da el gobierno español, y es DJ en las playas mexicanas.

José vive en Ibiza, y vino de vacaciones con su mejor amigo José, aunque después de estar una semana en México, tenían planeado ir a Cuba para su vacaciones, y así estar como ellas dicen "con pura puta que les mame la polla y el culo", allá trabaja en la parte administrativa de un banco.

El francés, resultó ser alemán de nombre Raynard, era muy callado, solo se reía de lo que tendía, entonces le pregunté "¿porqué dijiste que eres francés?", a lo que me respondió que no le gustaba Alemania, que estaba en desacuerdo con muchas cosas políticas, y que se había mudado a Francia, donde se nacionalizó francés, y se dedica a las letras e historia de los países, venía a Cuba a estar durante 5 meses con una amiga, ya que quería estudiar a la sociedad de este país.

El cubano, es taxista cuando puede rentar el auto, el cual le sale en 40 CUC el día, con nosotros sería un total de 48 CUC, y tendría que conseguir más turoistas que quisieran regresar a Varadero en cuanto llegaramos a nuestro destino, y posteriormente si en Varadero salía algo, lo haría y así, hasta sacar para mantener a su familia, nos platico que en las madrugadas hay personas que le ofrecen sexo porque los lleve a algún destino, pero que no se anima por las enfermedades venéreas.

Les conté mi historia, lo que hacía, lo que quería, y porque estaba en La Habana. José sacó de su maleta unas cervezas, aunque un poco tibias así las bebimos, el cubano no quizo que porque no bebía, le ofrecieron un cigarro, y también lo rechazó, y José en tono serio y gritando le dijo "si ni bebes, ni fumas, ni follas, para que vives gilipollas", cosa que me dió bastante risa tanto a Cristhian, como a mí, el cubano se rió, y dijo "que bonito poema me acabas de decir español apestoso", en verdad que me la estaba pasando bien.

Llegó el momento en que todos preguntaban sobre los gobiernos de cada país, para que hicieramos una comparación, nos acercábamos a La Habana, pues nos encontrábamos en Santa María, una de las playas cercanas a la capital, y donde solo van puros cubanos, los cuales no tienen para traje de baño, y se andan caminando sobre la arena con su ropa interior, algunos son sexys, que va la mayoría.

Entramos a La Habana, y fui el primero en bajar del auto, al francés lo llevarían dos barrios más adelante del Capitolio, que era donde yo los abandonaba, y el cubano llevaría a los españoles a una casa de renta, por solo 10 CUC la noche, nos despedimos e intercambiamos facebook.

Bajé, y caminé hacia La Floridita, para llegar al callejón que me llevaría a una zona turistica para poder comprar recuerdos, y fue lo que hice, caminé al rededor de 8 kilómetros entre ida y vuelta para poderle llevar cosas a mis amigos y familia, aunque se me acababa el dinero, y tenía que comer, porque no había desayunado y ya eran las 3 de la tarde, así que esta vez fui a "La Bodeguita del Medio", la original.

Estaba tan llena, que encontré lugar en el 2o nivel, había una barra para 8 personas, dividida para 4, y me senté en una de ellas, nadie me atendía y ya llevaba 20 minutos sentado, hasta que le hablé al gerente para decir que no tenía un buen servicio, él comenzó a atenderme, y después me hizo llegar a mi mesero, el cual pidió una disculpa por estar distraído, comenzó a atenderme Luis, llegaron unos señores argentinos, 3 señoras y un señor, se sentaron en la barra, a un costado de mí.

Comenzó a hacer frío, y una de las señoras argentina me pidó de favor que bajará la cortina para que no nos entrara el aire, al ver que de un costado no podía bajarla, ella me ayudo y fué como comenzamos a tener interacción, así que ese día no comí solo, si no rodeado de unos argentinos. Comenzamos a platicar de los lugares que habíamos visitado, y de como estaba la situación económica, política y social en Cuba, después ella me dijo "quiero conocer Los Cabos, Cancún, Chiapas y Veracruz, dicen que son hermosos", le afirme su comentario, y le pregunté que porque no había ido a México de vacaciones, y respondío "es peligroso tu país, y me da miedo, como señora quien me cuida"... Le expliqué que las noticias solo pasaban las cosas malas del país, pero que realmente no estaba así como decían, que para el siguiente año fuera a conocer, y dijo "la verdad que sí estoy interesada, ha sido mi sueño desde niña".

Platicámos sobre los lugares donde vivimos cada uno, ellos venían de Jujuy, y me ofrecieron su casa para cuando quisiera conocer Argentina, llegaría con ellos, cosa que me pareció agrdable, e intercambiamos emails.

Cuando pedí la cuenta, me di cuenta que era la más cara que había pagado en mi estancia en Cuba, pero que valía la pena, ya era un total de 26 CUC, más la propina, entonces Luis se acercó y me pidió el maltel que me habían dado para que pusiera mis platillos, se lo dí y dijo "yo sé que tu eres defeño", se lo afirmé, y me dijo conoces "La casa de las enchiladas", le dije que no, "están en la colonia Anahuác, en Lago Alberto 216, ahí trabaja mi hermano, y cuando he tenido la oportunidad de salir de Cuba, ahí también trabajo, ve para allá, dile que te manda Luis y que lo mandas saludar", cosa que le dije que sí, anotó el nombre y dirección en el mantel, y me lo regresó.

Me despedí del mesero, del gerente, de los argentinos, y firmé en la pared "Erick Mormar, Méx. 2013", me hice unas fotos y continúe mi camino.



Al salir, caminé hacia el Capitolio, donde tomaría mi taxi para ir a la casa de la señora Alicia por dinero, para regresar a comprar lo que necesitaba, así que subí al taxi y fui con ella, al recibirme me abrazó, y me presentó a la cuñada de César, le pedí mi dinero, ya que me faltaba comprar recuerdos, me lo dió, y le dije que regresaba para bañarme e ir al famoso "Cañonazo" en El Castillo del Morro.

Corrí a la avenida, tomé mi taxí y regresé a La Habana Vieja, ya sabía a que local iba, así que caminé rápido para que me diera tiempo, en el transcurso se me acercaron dos jóvenes cubanos, uno blanco y uno negro, me estaban siguiendo, yo me hacía menso, hasta que me dijeron "¡ey!", los miré y me dijeron "nosotros te podemos conseguir marihuana, alucinantes y más cosas que quieras a buen precio", les dije que no, y seguí caminando, pero me seguían hacia donde iba, después preguntaron "qué es lo que traes en la oreja", y les respondí "un arete", y dijeron "yo quiero uno así", caminé, y caminé, pero seguían ahí para donde yo iba, hasta que me dijeron "oye ya sabemos que no quieres drogas, lo pensamos por el junkie que traes, aparte tienes perfil de drogo como todos los turistas, pero vemos que eres gay, nosotros damos buen servicio, la tenemos grande, o si quieres nos puedes penetrar por 15 CUC cada uno", la verdad no me gustaban estos chavos, así que les dije "no, y ya dejenme de seguir", respondieron "te queremos acompañar", y les dije gritando "no", se quedaron parados, y seguí mi camino.

Al llegar con la señora que le había comprado anteriormente los recuerdos, me dijo "hijo, si traes ropa para mi hijo, shampoo, gel, todo lo que tengas te lo cambio por un recuerdo", le dije "señora no traígo mi maleta aquí", y dijo "no seas malo regresa por favor con las cosas", y le dije "la verdad vengo con las cosas contadas, porque vine a Cuba a ser un cubano más", me despedí, y dijo "buen viaje cubano-mexicano", le sonreí, y me fui de regreso al Capitolio para tomar mi taxi colectivo de regreso a casa de la señora Alicia.

Al llegar me bañé, y salí para llegar a las 8 al Castillo del Morro a ver el espectáculo del Morro, cené un poco, y me fui, al llegar a La Plaza Martí, corrí al Malecón para tomar la guagua que me cruzaría por el túnel dentro del marr, para llegar del otro lado, así lo hice, como iba a pie, tuve que caminar por las áreas verdes donde no había luz, y mi !phone alumbraba el camino, aunque era escaso, caminaba por la terrazería pensando que algo me saldría de la nada, pero no fue así.

Llegué corriendo a pagar mi boleto, y así vi la representación de como los españoles llegaron a Cuba para colonizar, una obra de teatro que representaba desde el inicio de Cuba, hasta cuando EUA estuvo sobre ella, finaliza con un verdadero cañozano de un verdadero cañón, el ruido es tan fuerte, que te hace vibrar y temblar, está lleno de cubanos ya que a ellos les sale gratis la entrada, y a un turista le cuesta 12 CUC, cuando termina puedes caminar por el museo, y ver la parte del Morro que no observas cuando entras de día.

Ahí estuve hasta las 11 pm admirando la isla desde el mirador, sabiendo que era mi última noche en ese hermoso lugar, después al salir, ví como hacían agua de caña natural, con una maquina que la aplastaba, para que saliera todo su jugo, en verdad que rica es, un vaso 6 CUC, pero la verdad que vale la pena. Después tomé un taxi que me sacó al otro lado, junto con unos turistas venezolanos, con los cuales no interactúe mucho.

Al llegar al malecón, caminé sobre él, y observé lo que siempre quise ver, y era las grandes olas que salen hasta la avenida, y se levantan hasta 4 metros sobre el malecón, en época de lluvias las olas se meten hasta 3 cuadras adentro de la capital cubana.

Caminé hacia la calle 23, bebí unas cervezas en un establecimiento, una cafetería como de los años 60's, donde me atendío un negro, mismo que me hizo saber sobre la noticia de que la Torre de Pemex, había explotado, cuando me enseñó la nota, pensé que por completo había desaparecido uno de los edificios más altos de mi país, me preguntó que de qué era ese edificio, y cuáles eran mis suposiciones por las que paso el accidente, una era narcotráfico, y la otra terrorismo.

Me senté a conversar con el señor por más de dos horas, aunque yo comenzaba a ponerme ebrio, el me preguntaba sobre México, todas sus dudas y las noticias que pasa Cuba sobre nuestro país, y donde hablan muy feo de todos los presidentes mexicanos que le hacen favores a nuestro vecino del norte. Después un cubano que escuchaba nuestra platica dijo "invitame una dos cervezas", y le dije "no", y estaba inciste e inciste, y le dije "así como tú trabajas aquí para comprarte tu cerveza, yo lo hago en país, y de corazón te la invitaba, pero no me sale, por tu forma de estar molestando, así que dejame platocar", se marchó enojado, y los cubanos que estaban dentro de la cafetería me observaron raro.

Después me sentí incómodo, y me salí, esta noche estaba dedicada al ambiente gay, era la 1 am, y me dirigía a Las Vegas, el bar exclusivo de La Habana para homosexuales, según esto, la fiesta era muy buena, cobran 10 CUC por entrar, y se encuentra en la calle 17, cuando llegué había muchos prostitutos afuera, pagué para entrar.

Cuando estaba dentro, me di cuenta que estaba vacío, y ellos decían que en 30 minutos estaría a estallar, compré mis cervezas y me senté a ver el ambiente homosexual cubano, pozón como si estuviera en Zona Rosa, cosa que no me gustó, aunque ahí estaban los homosexuales de dinero, entre señores, señoras y homosexuales, no había ninguno que me gustara. 

Eran las 2 am, y el ambiente no empezaba, así que fui a reclamar a la pierta que el ambiente no empezaba, y me dijeron ya va a empezar el show, y salió la mejor transexual de Cuba a imitar a Thalia, Marisela y Gloria Stefan, mientras observaba el show se acercó un hombre robusto, alto, y me tomó la mano para levarla a su pene erecto de unos 22 centrímetros, me dió un beso en la boca y diji "esto puede ser tuyo poe 20 CUC" y le dije es mucho, y tengo que pagar aún habitación, "te puedo llevar a una habitación donde te saldrá en 10 CUC", le dije pero rebajale a tu cuota, y dijo "no sale así, piensalo, mientras voy a divertirme", después se volvió a acercar, y me bailo, pero al ver que no reaccionaba para irnos del lugar, se volvió a ir, hasta que encontró cliente, y dijo "tú me gustaste en verdad, lástima que no quisiste, regresa mañana".

Se marchó, se acabó el show, y comenzó la música nadie bailaba más que yo, y todos los homosexuales que se sienten mucho, me veían extraño, me puse de malas y me fui, al salir había un chico rubio hermoso, que se estaba prostituyendo, él si me gusto, me cobaba 15 CUC por todo, y dijo "una vez un mexicano de monterrey, me penetró, pero me dolio mucho", me reí mucho, y le dije "¿cómo sabes que soy mexicano?", y dijo "es fácil, espera voy añ baño, te digo y nos vamos a un lugar donde no te vas a pagar por estar conmigo", lo pensé, le grité "¿cuántos años tienes?", me respondió "18, vuelvo" me dio un sentimiento de tristeza, y cuando se metió al baño, me fui, y corrí por las calles de La Habana que ya estaban solas de ese lado y sin luz eléctrica, al llegar a la calle 23, caminé hacia el Yara, tomé mi taxi, y me dirigí con Alicia, cuando me abrió la puerta dijo "niño me tenías con pendiente", nos dimos un abrazo, y las buenas noches, y me fui a dormir.