domingo, 17 de noviembre de 2013

¿Qué somos?


Tardaste unos 20 minutos en llegar al punto de reunión, la espera era fría como la noche, recibí un mensaje tuyo, y sí estabas a punto de llegar al lugar, salí para buscarte, parecías desorientado, pero al final diste con el sitio, nos saludamos después de tanto tiempo con un abrazo, ahí estabas, cumpliendo con tú palabra.

Nos adentramos al lugar, al tener acceso fuimos bajando unas escaleras hacia un sótano que nos llevaría a la diversión o a la perdición, eso no lo sabríamos hasta el momento en que la noche fuera avanzando, al bajar tres niveles, lo primero que hicimos fue pedir un trago para ir comenzando la noche.

Platicamos entre quienes conocíamos del lugar, quienes parecían qué, y algunas vestimentas criticamos,  entre risas, nuestros cuerpos se movían al sentir los beats de la música, sonreía de la manera más feliz, pues ahí te encontrabas, con tú personalidad loca, extraña, introvertida y extrovertida, inteligente, con estilo, algunos nos miraban preguntandose el qué somos, y hasta la fecha no se que somos, ni mucho menos el qué seremos...

Y aunque esa parte no importa, lo único que importaba en ese momento y hasta hoy es el brillo de tus ojos y tú linda sonrisa. La noche transcurría, seguíamos bebiendo, riendo, nos hicimos unas fotografías divertidas, bebimos, contábamos con una sola pastilla, la cual partimos a la mitad para compartir, no sé si eso sea una prueba de amor, pero ahí estábamos tú y yo, viendo la noche pasar, una noche que no quería que terminara, que fuera eterna...

Eran casi las 4 de la mañana, nos corrieron del lugar, mientras reíamos de todo, ¿drogados?, yo digo más ebrios, que... salimos a cenar para dar un poco el bajón a nuestra diversión, aunque te confienso que nunca había tenido una cena tan divertida como esa, tan extraña, misma que ahora recuerdo y vuelvo a reir de todo lo que ocurrio y dijimos...

Tomamos el auto, íbamos a dormir, a sentir una almohada que podría ser tú brazo o el mío, el frío lo eliminaría el calor de nuestros cuerpos, unos cálidos besos, unas caricias... que iniciaron con una mirada fija entre dos seres que no saben que son...

El cenit pasional explotó con todas las fuerzas, en ese momento no sabía si estaba haciendo el amor o teniendo una noche de sexo casual, dormimos, aunque yo lo hice por unos minutos, en lo que terminaba de salir el sol, me bañe y me fui, dejandote en esa habitación, dormido, antes de salir de la habitación me di cuenta que escucharte respirar era la armonía más relajante que había entrado por mis oidos, me acerque para darte un beso en la frente... Me retiré deseando no hacerlo, deseando estar a tú lado, deseando no despertar de este sueño, de la fantasía que ahora envuelve mis pensamientos con elecubraciones que me vuelven loco a cada minuto.

Desde entonces no supe qué fuimos, qué somos, el porqué desaparecemos sin motivo alguno, el porqué nos hacemos tontos, si al final queremos, o simplemente somos parte de nuestra vida de excesos, y que llegamos a nosotros para sentir que no estamos vacíos, aunque al final volvemos a ese vacío de soledad, de adicción y nostalgia, en donde el silencio se apodera de nosotros, de lo nuestro... y nos carcome, nos pudre...

domingo, 22 de septiembre de 2013

Ya no tengo más oxígeno para respirar...



A veces me sentía tan mal de no estar bien, de enfrentar dos personalidades, la que me gusta, y con la que finjo ser feliz, mi vida es complicada saben...

Mi familia no sabe sobre mi otra personalidad, mi padre me mataría vivo, mi madre, puede que comprenda la situación, pero algo me dice que estará del lado de mi papá, y bueno no decirles de otros familires con el que dirán, y es que desde que descubrí que me gustan los hombres, justo en el momento en que estoy por cumplir 3 años con mi novia, la amo, o no, aún no estoy seguro.

Todo fue tan rápido, alguna vez en la secundaria tuve las sospechas, pero no estaba seguro, con mi novia puedo tener relaciones sexuales fácilmente, y me excita mucho. Pero, cuando salí con mi vecino, descubrí que me gusta su forma de divertirse, del ambiente en el que se desenvuelve, soy otro, él me hace ser otro. 

Comenzamos a salir, realmente me agrada mucho su conversación, estudia letras, nada que ver con lo mío que son los negocios internacionales, en una de las citas que tuvimos me confesó que ya había notado cuando lo miraba, mientras él iba por la calle. Nunca pensé en llegar tan lejos con él, sabiendo que mis padres saben de su homosexualidad, así como todos los vecinos, y bueno su familia, en verdad que envidio eso de él, pero aún así puedo divertirme con él.

La primera vez que salimos, nos quedamos de ver unas cuadras lejos de mi casa, para que no nos viera nadie, fuimos a bailar, y después me acompañó casi hasta Puebla a una fiesta, admiro por brindarme esa confianza de ir conmigo tan lejos, se veía temeroso, pero al final se divirtió con mis amigos. 

Y, ahí ha estado él, luchando porque yo salga un día del clóset, que enfrente mi realidad, aunque yo le digo que mejor seré heterosexual, así podré estar agusto con mi familia, y viviendo tranquilo de que no les haré ningún daño. Se enoja cuando le digo eso, creo que me ve a futuro en su vida, yo aún no sé, estoy conociendo este mundo, aunque ya había estado en mi cama con un hombre, pero no sentir algo por uno como me pasa...

Llevo siete meses de relación con él, aunque a veces no le contesto el teléfono porque me vayan a escuchar, a veces finjo que es solo mi amigo, cuando por él deje la relación con mi novia, creo que aún me llora, pero era lo mejor, no podía ser feliz completamente a su lado.

No sé si sea bueno o malo, pero he logrado todo lo que quiero, me pagué la universidad, tengo mi carro, y comenzaré a vivir solo, pero aún así mi otra vida no me ha dejado ser feliz por completo.

Me gusta bailar salsa, por ahora voy mucho a un bar que se encuentra en el centro de mi ciudad, muchos ya me conocen, y a veces van gays que hubico físicamente que son de por mi colonia, yo solo me hago el tonto para que no me miren, y trato de no observarlos. A pesar de que me caen mal por ser extremedamente femeninos, siento que ellos sí son completamente felices, expresan lo que sienten sin ningún temor, como los miedos que me invaden.

A veces no sé si uno atrae lo que desea, quería volar por temor, huir, a veces quería dejar de respirar por esta situación, tengo 24 años y aún sigo pensando que si tengo un matrimonio normal estará más tranquila mi vida, por otra parte amo aquel hombre que siempre me ha dado su hombro para cualquier momento...

Está mañana enfermé de algo muy agresivo, un virus que me hizo llegar al hospital, van a comenzar a hacerme estudios, estoy grave, era un simple resfriado, y paso a ser una era del hielo, siento mis piernas frías, mis pies helados...

Una fuerte pulponía me está venciendo, mi cuerpo se está cansando cada vez más rápido, y eso que pensé que era muy sano, no tomo, no fumo, no me drogo, hago ejercicio, tengo una buena alimentación, vamos soy el chico modelo que toda madre quisiera tener, a pesar de mi homosexualidad.

Cierro los ojos, quiero dormir, y despreocuparme por un momento, para soñar que estoy sano, un respiro profundo y he comenzado a volar, a sentirme libre, ligero como una pluma. Escucho llorar  a una señora que lo hace como mi madre, entra mi hermano corriendo a abrazarla, llega mi hermana, mi papá, todos lloran, me ignoran, no me escuchan, cierto estoy soñando.

Entra un médico, les da algo a mis padres, no puedo despetar, pero veo la situación, alguien me invita a caminar por un grande jardín, mi vida terminó acá, es momento de comenzarla en otro lado, aún no sé si acá seguiré siendo gay, pero al menos mi familia se fue con esa idea de que soy el hijo modelo, aunque me llevo ese remordimiento de culpa de que nunca supieron lo que me hacía feliz.

He muerto, con una duda, ¿fui feliz o siempre fui infeliz?, creo que estoy en donde quería sentir tranquilidad, donde no tengo culpa, fui un cobarde, pude haber disfrutado más mi vida, pero ya no hay nada para regresar el tiempo, ya no tengo más oxígeno para respirar...



lunes, 16 de septiembre de 2013

Noches de Marrakech



Al llegar a la calle de la República de Cuba, la cual es alumbrada por el color de las personas que la visitan en su vida nocturna, se encuentra uno de los lugares más espectaculares, aquel que no necesita de un exagerado concepto, bancas y mesas para sentirte en un lugar vip, el se hace por su color verde, la cantidad de gente que entra para sentirte en un sauna, entre roce y roce para sentir unas nalgas o un rico paquete, unos cuadros, un candelabro, el famoso "Bebé solo", Emiliano Zapata y un letrero alumbrante como si fuera teatro, te recibe al entrar "Marrakech Salón".

Al adentrarte ves a todo tipo de gay, pero todos con personalidad única, atrapados en la moda, actores, varoniles, osos, mamados, vestidas, drags, extrangeros, músicos, cineastas, diseñadores, periodistas, conductores, lo cual le da el toque, para no sentirte en tan nefasto lugar tipo Zona Rosa, es por ello que Marra es diferente a todos los lugares gay.



La selección musical es tan buena, y es que está a cargo de Pavelo Rockstar, mejor conocido como "El Chacal", desde el momento Nicki Minaj, Rihana y Madonna que son los que más amo, hasta "Que le pasa a Lupita" de Banda El Mexicano, te hacen la noche para bailar de un ritmo y cambiar a otro en un instante, recordando tú infancia o alguna otra época de aquel tema musical que escuchas en ese momento, que haya marcado tú vida. 

Los momentos especiales en Marra, son todos, pero el lugar se pone obscuro cuando empieza uno de los temas musicales adoptados por la comunidad gay, y que son especiales para nosotros, la luz se apaga, y mientras todos bailan y la canción sigue corriendo, se prepara el candelabro para hacer su parte, prender y apagar, girar y prender el momento, mientras todos jotean agusto, disfrutando de ser gays, algunos otros arriba de la barra, como el famoso Mike, que todas las noches está parado a lado de la barra, y al cual le enoja que una gorda se suba a bailar y obstruya su actuación ante los muerde almohadas presentes.


Llega el momento en que Zamuel, mi barman consentido avienta las servilletas al aire, que caen como confetti sobre la cabeza de los que estan en la barra, o en la parte de abajo observando y bailando.



Al Emiliano Zapata con su look de emo, le gusta jotear cada que ve a un gay triunfando sobre otro, ese momento en que se concreta el beso después de haberlo conocido, y que todos estén pasando sobre ellos, bailando y besando, la luz se apaga y salen burbujas de jabón de la parte de arriba, la bola de disco ilumina el lugar, lo que le da un toque romántico para el momento, al mismo tiempo llega el candelabro para darle ese momento de velocidad a la pasión y hacerlo con más ganas.

Llega el momento en que hay que salir de Marra para respirar un poco de aire natural y aprovechar para fumar o aventarte un ácido, ya que dentro del lugar las droga no están permitidas, la calle es otro del folklor, puesto que hay gente bailando a fuera, los vendedores de cigarros, hot dogs, hamburguesas, carros que llegan con personas que son llevados por su amigo gay, con comentarios de "Marra es un clásico, es lo mejor en la comunidad", y entran ocho niñas con cara de estudio en la Ibero.



Al regresar al interior del lugar, puedes ver que la gente está más prendida de que cuando saliste, y solo han pasado 5 minutos. o puedes encontrarte a Tigrida (una drag queen) en la puerta, que te dará su tarjeta para que la agregues a facebook, aunque estos días ha estado faltante al lugar. 



Entrar bailando, cantando, sonriente es la actitud para hacerlo, más nunca de malas, porque la gente que se encuentra dentro de Marrakech es tan buena vibra, algunos ya nos saludámos, porque es como nuestra casa de fin de semana, y nos vemos cada noche como si fuéramos parte del inventario del lugar. Sonriente es lo más importante, nunca sabes que hombre te puede estar observando, y puedan terminar ligando, en sexo casual de una noche o el amor de tu vida.

Conmigo han ido mis hermanos, primos, amigos heterosexuales y todos terminan con sonrisa, las noches del lugar son mágicas, como sus personas, como su personal que es el que junto con la gente hace el ambiente.

Así es Marra, el lugar donde me siento bien de ser homosexual, donde me la vivo todos los fines de semana, donde bailo, río y conozco gente, pero sobre todo porque cada que volteo a la salida o entrada, puedo ver el letrero donde me agradecen por mi preferencia sexual, único en su existencia.



domingo, 11 de agosto de 2013

Mi vida en Cuba, día 8


Así, desperté a las 9 am pensando que podría ir de rápido a La Vieja Habana, para poder ver por última vez antes de que terminaran mis vacaciones en esa hermosa isla el color de esta tierra, pero así como me desperté terminé de arreglar mi maleta, me metí a bañar, mi mamá marcó por teléfono a la señora Alicia, nos comunicamos, y le dije que me esperara a tal hora en el aeropuerto.

Me bañe, desayuné, platiqué con la señora Alicia, le agredecí mucho por la estancia, y como lo acordamos, le pague las noches que estuve dentro de su cálido hogar, como quedamos 12 CUC, me dió dos tazas de café cubano, para no quedarme con las ganas, dos vasos de jugo de guayaba natural, y comí galletas, de aquellas que no tienen sabor, pero te dejan el paladar contento por su sabor cubano. 

Fui a comprar ron cubano, así que salí de la casa de la señora Alicia e hice una foto de recuerdo de la calle donde estuve viviendo como cubano. Fui a una escasa tienda donde las frutas y comida era escasa, pero como vendía alcohol, me formé, y compré las 3 botellas que saldrían conmigo del aquel lugar. Cuando regresé la señora Alicia me dijo "hijo, te tengo una sorpresa", y sacó un billete cubano (no es CUC) de $3.00 pesos con la cara El Ché, rojo, nuevo, "como sabía que querías uno, aquí lo tienes para que me recuerdes, y nunca te olvides de mí, gracias por todo", le dí un abrazo y nos despidimos, y le dije "gracias a usted por todo, sus atenciones y su confianza para meter a un extraño a su casa".



La señora me dió unas cosas para César, al cual vería en el aeropuerto de la Ciudad de México, un sin fin de papeleos para que uno de sus familiares pudiera salir de Cuba, y obtener su libertad del régimen más mentiroso que me ha tocado observar, independientemente de mi gobierno.

Llegó Gustavo, subió mi maleta al auto, la señora Alicia tomó sus cosas, pues después de dejarme en el aeropuerto irían a misa, ellos son cristianos, en el camino el señor me preguntaba sobre mi estancia, y lo que me había parecido Cuba, una personalidad física sorprendente, de piel negra y ojos azules, da un aspecto de miedo, pero al tratarlo sabes que es una buena persona.

Pasamos por la zona deportiva, que está muy deteriorada y que alguna vez la construyeron para los Panamericanos, y hoy están en mal estado, pero ahí entrenan los mejores deportistas de Cuba, que siempre hacen dejar en bien al país a nivel mundial.

Se comenzaban a ver los letreros del aeropuerto, tantos kilómetros, y sabía que esto estaba por terminar, así que al llegar, bajaron tanto Alicia como Gustavo a despedirme, los dos con un fuerte abrazo, y un gusto de hacerlo, a la señora casi se le salió una lágrima al momento de despedirme, "no te olvides de mí, vuelve pronto que mi casa es tú casa mi niño", dijo Alicia, y me metí al aeropuerto, donde ya no entrarían ellos, por miedo a que un policía los viera con un turista, vi como se marchaba el auto, y en verdad que estaba muy agredecido con ellos.



Pagué mi impuesto para poder salir del país, y me dirigí a las pobres y escasas salas de espera, para poder tomar mi avión, y así se quedaba atrás todos estos 8 días maravillosos en Cuba. Al abordar el avión, iba solo, hasta que una chica se acercó a mí, ella se llama Marisol y me platico que estudiaba su doctorado en Cuba, que era de Veracruz, y que ahora regresaba con su familia por sus vacaciones, y que regresaría en mayo de este mismo año, al llegar a México intercambiamos facebook y teléfonos, ahora platicamos como amigos.

Y así fue como aquel país  me enseñó a superar muchas cosas de mi pasado, que me enseñó que ya estoy preparado para vivir solo, y ser más independiente de mi familia, para ingeniarmelas para vivir, para no sufrir por algo material, pues primero está mi felicidad, antes que un objeto, por ver la vida con más alegría a pesar de los problemas, por bailar, por las diversiones.

Aquella isla donde conocí a personas inigualables tanto de Cuba, como de España, Rusia, Francia, Alemania, Brasil y México, donde comprobé que los mexicanos son unos ignorantes para convivir con un extranjero, ya que cuando uno se acerca a un mexicano, el mexicano se siente inferior y se pierde la convivencia y posiblemente una gran amistad.

Ahora le tengo unos regalos a la señora Alicia y a Julio, que les haré llegar muy pronto por su cálido trato, José cunplió y cuando tuvo dinero se hizo su email, me sorprendió al ver un inbox en mi correo que decía "Amigo mexicano, José ya tiene email", desde entonces nos mensajeamos, aunque a veces él se tarda en responder, ya que no siempre tiene dinero para responderme, pero sé que su respuesta es segura.

Con este viaje comprobé que los cubanos son las mejores personas del mundo que me ha tocado conocer, y es que alguna vez tuve una jefa cubano en un canal de música en el que estuve, y la que me dió la oportunidad de crecer profesionalmente en Warner Music, hasta la fecha sigue siendo mi consejera a pesar de que ya no es mi jefa, la sigo viendo, ella es Lis.

Gracias a todos los que leyeron estos 8 días en Cuba, tardados por mis horarios complicados, pero aquí termina esto, que en un futuro contunuará, ya que pienso regresar a la isla.





domingo, 4 de agosto de 2013

Mi vida en Cuba, Día 7





Así sonó el despertador de mi celular, lo cual indicaba que tenía que regresar a La Habana, y dejar las hermosas playas de Varadero, y con esto a José, me levanté a apagar la alarma, y José dormía, y me volví a recostar para ver como dormía, hasta que abrió los ojos, "sabes Erick, en toda la noche he pensando que el muchacho ese que dices que te dijo que no te amaba, y que todo era conveniencia, es un jodido, no sabe lo que dejo ir", solo reí y le dije "gracias, me has caído muy bien, sacate un email para que me escribas, y la próxima vez que venga a Cuba, me muestres todo aquello que me falta por conocer", y respondío "claro, ya te dije que cuando regreses a Varadero, estaré en la misma calle y esquina donde me conociste, porque aquí no hay más para ir", "solo que eso será en un año, no puedo venir antes, así son las leyes laborales en México, y solo hay una vez vaciones al año", le dije.

Después me paré para preparar mi mochila, y meterme a bañar, y José dijo "Erick, quiero ir contigo a La Habana", la verdad esta noche de viernes, estaba destinada para conocer otro hombre en aquel lado de Cuba, y a la vez quería que José estuviera conmigo, pero le dije que no, pues yo tenía que regresar a México, y me iba a dar pena llegar con José a la casa de la señora Alicia, así que le dije que mejor se bañara, y nos volveríamos a encontrar en algún momento de nuestras vidas.

Cuando estaba todo listo para partir, salí de la habitación para ir por mi pasaporte que se lo había quedado la dueña de la casa, "niño ¿compraste tú boleto ya?, recuerda lo que te dije que se acaban", y le respondí "lo tengo en la mochila", cosa que era mentira, porque no compré nada. Se acercó a darme mi pasaporte, y me dijo "eres como todos los que vienen a mi casa, lindas personas, y más por ser mexicano, ojalá que te haya gustado Varadero, y si regresas mi casa te estará esperando", me dió un beso en la frente, un fuerte abrazo, y respondí "gracias por todo, es usted muy linda, Dios la bendiga", parecía que quería llorar, pensé que sí así era con todos los turistas a los que les rentaba habitación.

Me dijo "solo checo el cuarto, para que vea que me lo dejaste en buenas condiciones", le dije que todo estaba perfecto, y fuimos a checarlo, vió a José y dijo "pero te dije que solo era para que se bañara este niño, no para que dormiera aquí", me reí, y le dije "la mañana nos alcanzó", y me dijo "para la próxima vez solo avisa, que tengas lindo regreso".

Salí, y me despedí de su familia, quienes tenían un taller mécanico en el patio de la casa, como en una película de los 60's, y ese toque se lo daba el automóvil que estaban reparando.

Hacía un sol impresionante, le regalé unos lentes y gorra a José, se los puso, y me dijo "seré la envidia del grupo", yo solo me reí, y observaba ls calles de Varadero, con su tranquilidad, llegamos a la estación, José cargaba mi mochila para que yo no me cansara, se acercó un cubano rubio, gordo, de cabello chino, y me ofreció el servicio de taxi hasta La Habana por 15 CUC, el autobus costaba 12 CUC pero me dejaría al final de La Habana, y tendría que tomar un taxi para poder llegar a mi destino, le dije "gracias".

Pero después corrió y me alcanzó, para decirme que me lo dejaba en 12, y que me dejaba en La Vieja Habana, que era al destino donde me dirigía para comprar los recuerdos que llevaría a mi familia, que porque había otros turistas, y saldría más económico, me regresé, y sí ahí estaba Cristhian, José, y más tarde llegarían un francés.

José por ser el más gordo se subió al auto, el cual era un Ibiza, así que llegaría pronto al destino, atrás iba el francés, que no hablaba muy bien el español, pero lo entendía, Cristhian y yo, junto con un cubano, tomamos rumbo hacía la autopista, nos acompañaba el mar como copiloto, después de unos 20 minutos de camino, el taxista tuvo que desviarse por una carretera de pura tierra, por donde salían los caballos y vacas de todos lados, él iba despacio, ya que si una vaca se cruzaba y él la atropeyaba, aparte de que lo metían a la cárcel por asesinato, le cargarían el delito de llevar turistas en un auto rentado. Los españoles iban bromeando que íbamos en un safarí, como que me daba mucha risa.

Después de unos 15 minutos salimos nuevamente a la autopista, y sí a lo lejos se veía el retén de la policía cubana, llegamos a Matanzas, y la verdad que hacía mucho calor, en el carro alguien olía a sudor, a cebolla podrida de unos 20 días, cosa que me empezó a dar como asco, después de que él taxista se detuviera para tomar gasolina en Matanzas, se subió para continuar el camino y dijo "José, te puedo decir algo con mucho respeto", y José dijo "venga tío, dímelo ahora o chupa polla para siempre", cosa que me dió mucha risa, y el cubano dijo "porque los españoles son tan puercos, ahora mismo en donde nos podamos detener te bajaré para que te laves esas axilas", cosa que me dió más risa.

José aceptó que le apestaban las axilas, y que su humor era tan fuerte que ya había invadido todo el auto, y era incomodo, después José bromeó y le echó su axila al taxista, cosa que también me dió mucha risa. Nos detuvimos en una pequeña tienda en la carretera, escasa, pero con gente, ahí se lavó las axilas con jabón que había en la cajuela del auto, y después el cubano aplaudió, nos pidió un poco de paga para que se comprara su desayuno, ya que no lo había hecho, yo igual, pero la verdad no tenía hambre, solo compré agua, y así lo hicieron los demás turistas.

Aprovechamos para hacernos una foto de recuerdo, de lo que iba siedo un trip muy divertido, y aún le faltaba como una hora, y sabía que seguiríamos divirtiendo.



Nos subimos y comenzamos a platicar, resulta que Cristhian vive en México, exactamente en Playa del Carmen, y algún tiempo estuvo viendo en el DF, su novia es mexicana, y lleva 7 meses radicando en el país, vive de su seguro de desempleo que le da el gobierno español, y es DJ en las playas mexicanas.

José vive en Ibiza, y vino de vacaciones con su mejor amigo José, aunque después de estar una semana en México, tenían planeado ir a Cuba para su vacaciones, y así estar como ellas dicen "con pura puta que les mame la polla y el culo", allá trabaja en la parte administrativa de un banco.

El francés, resultó ser alemán de nombre Raynard, era muy callado, solo se reía de lo que tendía, entonces le pregunté "¿porqué dijiste que eres francés?", a lo que me respondió que no le gustaba Alemania, que estaba en desacuerdo con muchas cosas políticas, y que se había mudado a Francia, donde se nacionalizó francés, y se dedica a las letras e historia de los países, venía a Cuba a estar durante 5 meses con una amiga, ya que quería estudiar a la sociedad de este país.

El cubano, es taxista cuando puede rentar el auto, el cual le sale en 40 CUC el día, con nosotros sería un total de 48 CUC, y tendría que conseguir más turoistas que quisieran regresar a Varadero en cuanto llegaramos a nuestro destino, y posteriormente si en Varadero salía algo, lo haría y así, hasta sacar para mantener a su familia, nos platico que en las madrugadas hay personas que le ofrecen sexo porque los lleve a algún destino, pero que no se anima por las enfermedades venéreas.

Les conté mi historia, lo que hacía, lo que quería, y porque estaba en La Habana. José sacó de su maleta unas cervezas, aunque un poco tibias así las bebimos, el cubano no quizo que porque no bebía, le ofrecieron un cigarro, y también lo rechazó, y José en tono serio y gritando le dijo "si ni bebes, ni fumas, ni follas, para que vives gilipollas", cosa que me dió bastante risa tanto a Cristhian, como a mí, el cubano se rió, y dijo "que bonito poema me acabas de decir español apestoso", en verdad que me la estaba pasando bien.

Llegó el momento en que todos preguntaban sobre los gobiernos de cada país, para que hicieramos una comparación, nos acercábamos a La Habana, pues nos encontrábamos en Santa María, una de las playas cercanas a la capital, y donde solo van puros cubanos, los cuales no tienen para traje de baño, y se andan caminando sobre la arena con su ropa interior, algunos son sexys, que va la mayoría.

Entramos a La Habana, y fui el primero en bajar del auto, al francés lo llevarían dos barrios más adelante del Capitolio, que era donde yo los abandonaba, y el cubano llevaría a los españoles a una casa de renta, por solo 10 CUC la noche, nos despedimos e intercambiamos facebook.

Bajé, y caminé hacia La Floridita, para llegar al callejón que me llevaría a una zona turistica para poder comprar recuerdos, y fue lo que hice, caminé al rededor de 8 kilómetros entre ida y vuelta para poderle llevar cosas a mis amigos y familia, aunque se me acababa el dinero, y tenía que comer, porque no había desayunado y ya eran las 3 de la tarde, así que esta vez fui a "La Bodeguita del Medio", la original.

Estaba tan llena, que encontré lugar en el 2o nivel, había una barra para 8 personas, dividida para 4, y me senté en una de ellas, nadie me atendía y ya llevaba 20 minutos sentado, hasta que le hablé al gerente para decir que no tenía un buen servicio, él comenzó a atenderme, y después me hizo llegar a mi mesero, el cual pidió una disculpa por estar distraído, comenzó a atenderme Luis, llegaron unos señores argentinos, 3 señoras y un señor, se sentaron en la barra, a un costado de mí.

Comenzó a hacer frío, y una de las señoras argentina me pidó de favor que bajará la cortina para que no nos entrara el aire, al ver que de un costado no podía bajarla, ella me ayudo y fué como comenzamos a tener interacción, así que ese día no comí solo, si no rodeado de unos argentinos. Comenzamos a platicar de los lugares que habíamos visitado, y de como estaba la situación económica, política y social en Cuba, después ella me dijo "quiero conocer Los Cabos, Cancún, Chiapas y Veracruz, dicen que son hermosos", le afirme su comentario, y le pregunté que porque no había ido a México de vacaciones, y respondío "es peligroso tu país, y me da miedo, como señora quien me cuida"... Le expliqué que las noticias solo pasaban las cosas malas del país, pero que realmente no estaba así como decían, que para el siguiente año fuera a conocer, y dijo "la verdad que sí estoy interesada, ha sido mi sueño desde niña".

Platicámos sobre los lugares donde vivimos cada uno, ellos venían de Jujuy, y me ofrecieron su casa para cuando quisiera conocer Argentina, llegaría con ellos, cosa que me pareció agrdable, e intercambiamos emails.

Cuando pedí la cuenta, me di cuenta que era la más cara que había pagado en mi estancia en Cuba, pero que valía la pena, ya era un total de 26 CUC, más la propina, entonces Luis se acercó y me pidió el maltel que me habían dado para que pusiera mis platillos, se lo dí y dijo "yo sé que tu eres defeño", se lo afirmé, y me dijo conoces "La casa de las enchiladas", le dije que no, "están en la colonia Anahuác, en Lago Alberto 216, ahí trabaja mi hermano, y cuando he tenido la oportunidad de salir de Cuba, ahí también trabajo, ve para allá, dile que te manda Luis y que lo mandas saludar", cosa que le dije que sí, anotó el nombre y dirección en el mantel, y me lo regresó.

Me despedí del mesero, del gerente, de los argentinos, y firmé en la pared "Erick Mormar, Méx. 2013", me hice unas fotos y continúe mi camino.



Al salir, caminé hacia el Capitolio, donde tomaría mi taxi para ir a la casa de la señora Alicia por dinero, para regresar a comprar lo que necesitaba, así que subí al taxi y fui con ella, al recibirme me abrazó, y me presentó a la cuñada de César, le pedí mi dinero, ya que me faltaba comprar recuerdos, me lo dió, y le dije que regresaba para bañarme e ir al famoso "Cañonazo" en El Castillo del Morro.

Corrí a la avenida, tomé mi taxí y regresé a La Habana Vieja, ya sabía a que local iba, así que caminé rápido para que me diera tiempo, en el transcurso se me acercaron dos jóvenes cubanos, uno blanco y uno negro, me estaban siguiendo, yo me hacía menso, hasta que me dijeron "¡ey!", los miré y me dijeron "nosotros te podemos conseguir marihuana, alucinantes y más cosas que quieras a buen precio", les dije que no, y seguí caminando, pero me seguían hacia donde iba, después preguntaron "qué es lo que traes en la oreja", y les respondí "un arete", y dijeron "yo quiero uno así", caminé, y caminé, pero seguían ahí para donde yo iba, hasta que me dijeron "oye ya sabemos que no quieres drogas, lo pensamos por el junkie que traes, aparte tienes perfil de drogo como todos los turistas, pero vemos que eres gay, nosotros damos buen servicio, la tenemos grande, o si quieres nos puedes penetrar por 15 CUC cada uno", la verdad no me gustaban estos chavos, así que les dije "no, y ya dejenme de seguir", respondieron "te queremos acompañar", y les dije gritando "no", se quedaron parados, y seguí mi camino.

Al llegar con la señora que le había comprado anteriormente los recuerdos, me dijo "hijo, si traes ropa para mi hijo, shampoo, gel, todo lo que tengas te lo cambio por un recuerdo", le dije "señora no traígo mi maleta aquí", y dijo "no seas malo regresa por favor con las cosas", y le dije "la verdad vengo con las cosas contadas, porque vine a Cuba a ser un cubano más", me despedí, y dijo "buen viaje cubano-mexicano", le sonreí, y me fui de regreso al Capitolio para tomar mi taxi colectivo de regreso a casa de la señora Alicia.

Al llegar me bañé, y salí para llegar a las 8 al Castillo del Morro a ver el espectáculo del Morro, cené un poco, y me fui, al llegar a La Plaza Martí, corrí al Malecón para tomar la guagua que me cruzaría por el túnel dentro del marr, para llegar del otro lado, así lo hice, como iba a pie, tuve que caminar por las áreas verdes donde no había luz, y mi !phone alumbraba el camino, aunque era escaso, caminaba por la terrazería pensando que algo me saldría de la nada, pero no fue así.

Llegué corriendo a pagar mi boleto, y así vi la representación de como los españoles llegaron a Cuba para colonizar, una obra de teatro que representaba desde el inicio de Cuba, hasta cuando EUA estuvo sobre ella, finaliza con un verdadero cañozano de un verdadero cañón, el ruido es tan fuerte, que te hace vibrar y temblar, está lleno de cubanos ya que a ellos les sale gratis la entrada, y a un turista le cuesta 12 CUC, cuando termina puedes caminar por el museo, y ver la parte del Morro que no observas cuando entras de día.

Ahí estuve hasta las 11 pm admirando la isla desde el mirador, sabiendo que era mi última noche en ese hermoso lugar, después al salir, ví como hacían agua de caña natural, con una maquina que la aplastaba, para que saliera todo su jugo, en verdad que rica es, un vaso 6 CUC, pero la verdad que vale la pena. Después tomé un taxi que me sacó al otro lado, junto con unos turistas venezolanos, con los cuales no interactúe mucho.

Al llegar al malecón, caminé sobre él, y observé lo que siempre quise ver, y era las grandes olas que salen hasta la avenida, y se levantan hasta 4 metros sobre el malecón, en época de lluvias las olas se meten hasta 3 cuadras adentro de la capital cubana.

Caminé hacia la calle 23, bebí unas cervezas en un establecimiento, una cafetería como de los años 60's, donde me atendío un negro, mismo que me hizo saber sobre la noticia de que la Torre de Pemex, había explotado, cuando me enseñó la nota, pensé que por completo había desaparecido uno de los edificios más altos de mi país, me preguntó que de qué era ese edificio, y cuáles eran mis suposiciones por las que paso el accidente, una era narcotráfico, y la otra terrorismo.

Me senté a conversar con el señor por más de dos horas, aunque yo comenzaba a ponerme ebrio, el me preguntaba sobre México, todas sus dudas y las noticias que pasa Cuba sobre nuestro país, y donde hablan muy feo de todos los presidentes mexicanos que le hacen favores a nuestro vecino del norte. Después un cubano que escuchaba nuestra platica dijo "invitame una dos cervezas", y le dije "no", y estaba inciste e inciste, y le dije "así como tú trabajas aquí para comprarte tu cerveza, yo lo hago en país, y de corazón te la invitaba, pero no me sale, por tu forma de estar molestando, así que dejame platocar", se marchó enojado, y los cubanos que estaban dentro de la cafetería me observaron raro.

Después me sentí incómodo, y me salí, esta noche estaba dedicada al ambiente gay, era la 1 am, y me dirigía a Las Vegas, el bar exclusivo de La Habana para homosexuales, según esto, la fiesta era muy buena, cobran 10 CUC por entrar, y se encuentra en la calle 17, cuando llegué había muchos prostitutos afuera, pagué para entrar.

Cuando estaba dentro, me di cuenta que estaba vacío, y ellos decían que en 30 minutos estaría a estallar, compré mis cervezas y me senté a ver el ambiente homosexual cubano, pozón como si estuviera en Zona Rosa, cosa que no me gustó, aunque ahí estaban los homosexuales de dinero, entre señores, señoras y homosexuales, no había ninguno que me gustara. 

Eran las 2 am, y el ambiente no empezaba, así que fui a reclamar a la pierta que el ambiente no empezaba, y me dijeron ya va a empezar el show, y salió la mejor transexual de Cuba a imitar a Thalia, Marisela y Gloria Stefan, mientras observaba el show se acercó un hombre robusto, alto, y me tomó la mano para levarla a su pene erecto de unos 22 centrímetros, me dió un beso en la boca y diji "esto puede ser tuyo poe 20 CUC" y le dije es mucho, y tengo que pagar aún habitación, "te puedo llevar a una habitación donde te saldrá en 10 CUC", le dije pero rebajale a tu cuota, y dijo "no sale así, piensalo, mientras voy a divertirme", después se volvió a acercar, y me bailo, pero al ver que no reaccionaba para irnos del lugar, se volvió a ir, hasta que encontró cliente, y dijo "tú me gustaste en verdad, lástima que no quisiste, regresa mañana".

Se marchó, se acabó el show, y comenzó la música nadie bailaba más que yo, y todos los homosexuales que se sienten mucho, me veían extraño, me puse de malas y me fui, al salir había un chico rubio hermoso, que se estaba prostituyendo, él si me gusto, me cobaba 15 CUC por todo, y dijo "una vez un mexicano de monterrey, me penetró, pero me dolio mucho", me reí mucho, y le dije "¿cómo sabes que soy mexicano?", y dijo "es fácil, espera voy añ baño, te digo y nos vamos a un lugar donde no te vas a pagar por estar conmigo", lo pensé, le grité "¿cuántos años tienes?", me respondió "18, vuelvo" me dio un sentimiento de tristeza, y cuando se metió al baño, me fui, y corrí por las calles de La Habana que ya estaban solas de ese lado y sin luz eléctrica, al llegar a la calle 23, caminé hacia el Yara, tomé mi taxi, y me dirigí con Alicia, cuando me abrió la puerta dijo "niño me tenías con pendiente", nos dimos un abrazo, y las buenas noches, y me fui a dormir.


martes, 23 de julio de 2013

Mi vida en Cuba, día 6


Sonó el despertador a las 9:30 am, para que me bañará y llegará a las 10:00 am a la cita con José, pero tenía tanto sueño, tanta cruda por el alcohol ingerido esa madrugada, que me levanté a las 10:00 am, me metí a bañar, puse música de mi celular para comenzar a quitarme la cuajera, la señora de la casa tocó a mi habitación, para ofrecerme hacerme el desayuno, pero no quise.

Salí corriendo, pensando que José ya no estaría, pues ya eran 10:30 am, al salir de casa, vi una fila enorme de personas que esperaban algo, y sí en un patio tattuaban, se veía que era bueno el tatuador, corrí para la avenida en donde vería a Pepe, pensando que ya no estaría por mi impuntualidad, pero la sorpresa fue que me espero, así que nos saludamos, se puso de pie y caminamos.

Yo quería tomar el turibus, pero él se aferraba a que lo bajarían por ser cubano, yo le alegaba que era mi invitado, así que no podrían hacer nada, ya que en La Habana lo había visto, pero se justificaba diciendo que en Varadero, todo era diferente, ya que era una zona extremadamente controlada por las autoridades, mientras caminamos y me decía eso, una patrulla se acerco para detenerlo, y preguntar "qué estas haciendo", yo respondí "es mi amigo, y no está haciendo nada, se pueden ir", la patrulla continúo su camino, aunque me miro feo.

José me llevaría a conocer algunas partes de Varadero, aunque yo le dije que la mañana la enfocaríamos en eso, ya que todo el día quería estar tumbado en la playa, porque me gusta mucho el mar y la arena, caminamos, hasta que decidí ir a La Cueva de Ambrosio, que se encontraba a unos 20 kilómetros de donde estábamos, así que tomamos un taxi, del cual como buen mexicano le estube regateando, porque me quería cobrar 30CU por un viaje que haría en un auto moderno, y veloz en un transcurso de 10 minutos. Hasta que nos pusimos de acuerdo, y fueron 24 CUC, de ida y de regreso, ya que ahí no había transporte.

Al llegar, esperábamos al guía, mientras llegaron unos señores que hablaban inglés, saludaron, respondí, y esperamos, le dije al taxista que se marchara, que encontraría algo mejor para el regreso, y le dí solo 12 CUC, se molesto mucho, y me rogo para seguir con el servicio, pero le volví a dar las gracias.

Al llegar, José por ser cubano no pagaría entrada, a mí me costaría 6 CUC con el guía incluido, cuando entré con el grupo (7 personas en total), comenzamos por un laberinto frío y fresco, unas cuevas que alguna vez estuvieron cubiertas por mar, y que después el mar se alejo de la tierra para que se formara Varadero, llenas de arañas, moscos y murciélagos, una infinidad de ellos. Entre platica y platica con el guía quien era un señor grande de nombre David, descubrimos que eran 4 australianos, 2 cubanos y 1 mexicano.

Dentro de la cueva, había pinturas hechas por indígenas en la época prehispánica, pintado un calendario, mismo que hacen referencia al Calendario Azteca, que era utilizado con el sol. Dentro de la cueva había orificios que salían a la superficie y dejaba entrar el sol en algunas zonas, en otras eramos alumbrados por la pequeña lámpara del señor David. Un recorrido de una hora se hizo divertido cuando rompí el hielo con los australianos, para hacernos una fotografía, comenzaron las bromas y nos colgamos de las ramas de los árboles que caían por los orificios, tan fuertes como las que utilizaba Tarzán en aquellas películas.

Cuando le dije a José que me hiciera una foto colgado, le enseñé como la quería, ya que la primera que me hizo no me gusto, después de eso quedo maravillado con la cámara, y comenzó a ver las fotos, nunca había tenido una en su mano. Después salimos, tomamos un taxi que nos cobro 8 CUC para regresarnos a la calle 51, y ahí caminar a la playa, para volvernos a sentar en un camastro en el mismo lugar, en el que lo había hecho un día anterior.

Cuando nos recostamos a tomar el sol, me pidió la cámara para ver las fotos que había hecho, me preguntaba quien eran los personajes que se encontraban en las imagenes, y le palticaba el papel que ocupaban en mi vida, hasta que vio una con David Bisbal, y lo ubico, "ey, ese es Bisbal, que haces con él", y le comence a platicar sobre mi trabajo en la industria musical, él ponía atención, cuando concluí me dijo, "Erick yo sueño con ir a Texas, igual me gustaría ser modelo, pero en Texas quiero vender pollos a la parrilla".

Después fuimos a nadar al mar, el agua estaba muy rica con su azul cristalino, al salir bebimos cerveza, mientras veíamos la playa, y comenzó la historia de José, aquel chico de 25 años ingeniero en sistemas, pero sin trabajo, ya que recibía 30 CUC del cual tenía que dar para su familia, y un hijo que tiene en Matanzas, con el cual no vive, por trabajar de albañil en la construcción de hoteles franceses en Vadaredo, donde le dan de comer, vivienda, baño caliente y recibe 20 CUC, pero lo justifica diciendo que ahí le alcanza mejor el dinero, porque así en él no gasta y todo lo da a su familia.

José no vive con la que era su esposa, pues ella lo celaba mucho, tenían muchos problemas, y la mejor opción fue dejarla, aunque se hace responsable del alimento de los dos, y el de sus padres. Su hermana vive en España desde hace 7 meses, el cuenta con visa para salir del país, pero no lo hace ya que nunca hizo su servicio militar, ahora la condición del gobierno cubano, es que viva dos años ahí, para poder salir de Cuba.

Después mientras platicábamos, se acercó una muchacha muy guapa, con un vestido blanco y su familia le hacía fotos con un celular, la niña estaba arreglada, José quizo que le prestara la cámara para que hiciera fotos, y comenzón a hacerle a la chica, la cual cumplía XV años ese día, y por eso le estaban haciendo las fotografías tan cuidadas, para que se viera como una modelo.

José mostró las imagenes a la familia, y preguntaron que como las podían obtener, que se veían muy bien, así que me pasaron un email cubano, para que cuando llegará a México se las enviara, y así fue como quede en entregarlas (cosa que hice después).

Nos sentamos a seguir contemplando el día, "Erick, en México porqué matan a las personas" dijo José, a lo ue respondí que por secuestros, violaciones, robos, narcotráfico, políticos con enredos sucios, y me dijo "¿y por dinero?", también cuando te roban y no traes nada, lo hacen, la gente es mala a veces... "Tuve un amigo que por 40 CUC lo mataron, ya que nunca pago una deuda, eso es mucho en pesos mexicanos" a lo que le respondí que eran $600 pesos mexicanos, que no era mucho, auqnue por las condiciones laborales en México, para algunas familias era lo que recibían semanalmente para comer, vivir y sostenerse en el capitalismo.

Después de estar todo el día ahí, le dije que me iría a bañar que me acompañara para que él también lo hiciera, pero estaba preocupado ya que la señora que me rentaba el cuarto podía llamarle a la policía para que se lo llevara, ya que yo soy turista... Al llegar a la casa, busqué a la señora para que me diera permiso de que él también entrara a darse un baño, a lo cual respondió "pero solo a bañarse, a otra cosa no", salí a la calle por José, se metió a bañar, lo hice, y volvimos a salir.

Estando en la calle buscamos un lugar para comer, caminamos desde la 51 hasta la calle 8, lo cual era una distancia larguísima, al momento en que buscábamos un lugar para comer, era la salida de los niños del kinder, primaria y secundaria, entre negritos y gueritos, se veía muy hermosa esa imagen.

En Cuba desde el kinder los niños saben que es socialismo, comunismo y capitalismo, desde entonces los comienzan a educar al modo de Fidel, todos van de 8 de la mañana a 5 de la tarde a la escuela. Y como las distancias son largas y el transporte es poco en Varadero para los nativos del lugar, se podían observar carretas llenas de niños, así como autos llenos de niños, para lo que me explicó José que siempre el padre de familia que tiene esos autos, mismos que ocupan para trabajar, se llevan a los niños vecinos para que las familias se ahorren el dinero del pasaje, y así lo intercambian entre ellos mismos por otros favores.

Esa tarde a una niña que me gusto, no porque sea pedófilo, si no por ver su cara tierna, y como lloraba cuando su mamá se marchaba a trabajar, y la abuelita la consolaba para que la dejara ir, me dio mucha curiosidad, así que me acerqué, y le regalé 1 CUC, ella sonrío con sus escasos 3 años.

Esa tarde comimos en "La casa de la miel", un lugar donde hacen ente dulce, y es cafetería, ahí José me seguía preguntando sobre México, y me dijo "sabes, yo no soy como esos cubanos que se dedican a robar al turista o abuzar de ellos, aparte de que en Varadero es peligroso como cubano hacer eso, no me gusta, porque se que tú, en tú país trabajas como burro igual que yo, como para que yo venga y te lo quite".

"Cuando te vayas a México, si algún día decides regresar a Cuba, aquí estaré yo, esperandote en el mismo lugar donde me conociste, porque no tengo otro modo e diversión, y así iremos a conocer toda Cuba, como es lo que quieres tú", dijo José, le respondí que se hiciera un email para poder estar en conctacto, y así le enviara unas fotografías del momento en que nos estábamos divirtiendo.

De regreso a la calle 51, y má adelante, porque en la 75 está la diversión, caminamos para que la noche comenzara, nos comimos un helado, el cual se me hizo muy barato 1 peso cubano. Cuando cayó la noche me dieron esas ganas de quedarme a vivir en esa isla, de no querer regresar a México, había aprendido mucho a valorar la vida, así como lo material que puedes tener, y ser feliz, inventar para sobrevivir y llevarla relajada como lo hacía un cubano, así que esa noche me divertiría como nunca.

Llegamos a la calle donde conocí a José, y comenzaba a llenarse de gente, ya que era jueves y había más vacacionistas, de la nada llegaron más cubanos y cubanas con ganas de fiesta. Pedimos unas cervezas, y nos sentamos a observar y esperar a que llegaran sus amigos, en una mesa de a lado se encontraban unas francesas, una de ellas Kristina hablaba español, y José se acercó a ella, comenzaron a platicar, y me dijo "esta noche, por mi corre la cuenta, aunque sea con dinero francés", me solté a reir, y observaba el momento, Kristina se presentó pensandoque yo era cubano, a lo cual le dije que era mexicano y que venía solo, se sorprendió, y después dijo "¿estas en hotel o en casa?", y respondí "en casa", "yo quería así, pero Aureli le da miedo, y estamos en el Hotel Las Tortugas, pero me gusta la fiesta cubana", después me presentó a Aureli con la cual nos comunicabamos con su poco español y mi poco inglés.

Comenzamos a bailar y a beber, la noche comenzó a hacerse divertida, los amigos de José nunca llegaron, para lo cual dijo "no paso el camión, pero así es la vida en Cuba, ya estamos acostumbrados, a divertirnos hermano Erick", entre risas y platicas, las francesas trabajan en un banco en Paris, mismas que me ofrecieron su departamento para cuando vaya de vacaciones a ese lugar.

Ellas buscaban la fiesta cubana y no les daba miedo, aunque Aureli era un poco precavida, porque Kristina no era nada precavida, estuvimos ahí bebiendo cerveza y whisy, comencé a hacer amigos, nos metimos al bar, ya que siempre estuvimos en la calle con los cubanos, y como el lugar no tiene paredes se puede ver todo, hay muchos turistas a fuera bailando y los meseros salen a dar servicio. 

Mucha risa todos los cubanos que fichaban bailando y se ganaban un trago, o la borrachera para todo su grupo de amigos, entre concursos Kristina fue seleccionada para bailar con un cubano extraño un baile exótico, reíamos mucho, pues muchos europeos no tienen nada de ritmo en las piernas, y hasta se caían. Un señor por una cerveza sostuvo su cuerpo completo con su cabeza, eso no me gusto mucho.

El bar se llenó tanto, que era una fila larga para el baño, y todos comenzaban a orinar en la calle, cosa que pensé que solo se daba en la Ciudad de México, así que aplique la misma, cuidandome de que no me viera la policía, conocí a unas señoras negras y bailamos con las dos, nos hicimos fotografías, y quedaron maravilladas de como se veían en una cámara. La vida nocturna se acaba para los turistas a las 3:00 am, pero queríamos seguir viviendo la fiesta Aureli, Kristina, José y yo, así que buscamos fiesta cubana.

Entre los lugares que nos habían recomendado estaba "El Habana Club" y "La casa de la música", cuando entramos a "El Habana Club", antes de pagar quisimos ver, y nos encontramos con la sorpresa de que Pit Bull estaba de fondo, así que no quisimos estar ahí, Kristina y Aureli les dió hambre y comieron una hamburguesa en un carrito muy chistoso, donde te incluía el agua, la cual no me daba confianza, pero ellas comieron muy agusto su hamburguesa, al termino de sus alimentos negociamos con un taxista para que de la 75 nos llevara a la 30, e ir a "La casa de la música", la verdadera fiesta cubana.

Las francesas pagarían el taxi, ya que habían hecho un acuerdo con José, pagamos 10 CUC por entrar a ese lugar, los cubanos pagan 1 CUC, y era un antro con puro cubano, por un momento me sentí en Veracruz, pero no, era Cuba y no se comparaba, todos bailaban súper bien, las francesas emocionadas, José feliz porque era la 2a vez que entraba a ese lugar, ya que el no acostumbra gastar en diversión.

En todo el lugar, había una 70 personas, y solo éramos cinco turistas, dos francesas, dos rusas y un mexicano, las rusas tenían bien amarrados a dos cubanos chaparritos, lo cual era muy curioso verlos en su momento de pasión.



Entre salsa cubana, reguetton cubano y no el que están acostumbrados a escuchar, bailábamos los 4, disfrutando de nuestra vida, Kristina con José, mientras se daban unos besos, y Aureli conmigo, aunque yo no la besaba, pero le gustaba como bailaba, y seguía mis pasos, mientras reíamos, los cubanos nos veían y brindaban con nosotros, era una noche de completo desmadre, me sentía libre, quería ser cubano, quería quedarme en la isla, sin importarme en que trabajaría ahí, donde viviría, y todo lo demás.

En un momento el DJ puso la canción de Gustavo Lima, que tanto me recuerda esta noche "Balada Boa", y dije, los cubanos no me pueden humillar bailando, me subí a una mesa y comencé a bailar como si estuviera en el carnaval de Brasil, samba, la gente comenzó a aplaudirme, y las francesas siguieron mis pasos, aunque no les salían se divertían, y las rusas dejaron de fajonear para observar, José comenzo con los aplausos, y todos aplaudían, mientras yo me sentía totalmente libre, y no quería despertar de ese momento de libertad.

Después a las 5:00 am prendieron las luces para anunciar que la noche se acababa, y que teníamos que dejar el lugar, intercambie emails con las francesas, y fui a cenar con José una hamburguesa, fuimos a un lugar donde se enocntraban comiendo unos rusos, uno de ellos quizo agredir a José por ser cubano, y comprobé que los rusos tienen mierda en la cabeza (homofóbicos, cerrados, etc.), José no pudo defenderse por ser turista, aunque yo le dije al ruso "fuck you", la famosa "britney señal" que es mundialmente conocida, y nos fuimos.

José dijo "Erick, yo creo dormiré en la calle, porque no creo que la señora me deje pasar", y le dije "vamos, que tú duermes ahí, que yo estoy pagando", así fue como entramos a la habitación, nos desvestimos para dormir, apagamos la luz, y dijo "Erick, sabes una noche antes de conocerte, vi una estrella fugaz que paso por el mar, me encontraba solo, y pensé en que quería pasar el mejor día de mi vida sin preocupaciones, y hacer como si estuviera de vacaciones, hoy tú me lo regalaste sin nisiquiera conocerme, eso habla bien de ti, y te doy las gracias por hacer mi sueño realidad", me dejo con un nudo en la garganta, y le di un abrazo.

Después apagamos la luz, pues me tenía que despertar a las 9:00 am para alcanzar el autobus de las 10:00 am que me regresaría a Varadero, después de 10 minutos, José dijo "Erick, nunca he besado a un hombre, me puedes besar para ver que pasa", después del beso José me hizo llegar a las estrellas...



martes, 18 de junio de 2013

Mi vida en Cuba, día 5


Así fue como sonó mi despertador después de un rico descanso, una noche fresca, me metí a bañar, escuché que la señora Alicia se despertó para hacerme el desayuno, al sentarnos a la mesa me dio indicaciones de cuando llegara a Varadero, lo que tenía que hacer y lo que no,  y a las 7:00 am sonó el timbre, Gustavo había llegado por mí para llevarme a la terminal.

En el camino me explicó bien lo de los salarios de los profesionistas de Cuba, la cual cuenta con un 87% de su total de población que es profesionista, que un médico gana 40 CUC mensuales, lo que son 600 pesos mexicanos para poder comer, calzar, educar y salir adelante con su familia, fue cuando supe que Cuba hace uso del trueque, si el papá de un niño no tiene para la consulta de su hijo que se encuentra enfermo, el doctor le recibe una bolsa de azúcar o café, y con eso paga, y es como se hacen de las cosas que tienen en su hogar o para su consumo.

Cuando me dejó en el Ovnibus, bajé, y al entrar a la estación había taxistas que me ofrecían llevarme a Varadero por una cantidad de 15 CUC, ya que no hacía escalas, pero lo rechaze, pues iba a un lugar que no conocía y solo, al entrar me formé para comprar mi ticket, el cual me costó 12 CUC, y salía a las 8:15 am rumbo a Varadero, haciendo una pequeña escala en Matanzas.

Mientras esperaba la salida del autobus, subí a comprarme un agua, y busque algunas galletas, pero la cafetería era escasa, así que solo me la llevé para el camino, al formarme para abordar el bus, unos italianos se acercaron para preguntarme todas sus dudas sobre el camión, las paradas, el hospedaje, y todo lo demás, y ahí nos medio explicamos entre italiano, español e inglés, subimos al camión y me tocó sentarme solo, era perfecto para dormir, así que salió rumbo a la autopista, que pensé estaría en malas condiciones, pero no, la verdad que estaba muy bien, rodeada de hermosos paisajes, por lo cual no dormi.

Hizo una parada en la autopista para quien quisiera pasar a tomar algún refigerio, y ahí compre unas frituras cubanas, junto con dos jugos parecidos a los boings, subí al camión y los medio abrí, sabían a mucha harina, y comí pocos, así que seguí observando entre selva y el mar que a veces se dejaba ver por los costados, hasta que a la hora de camino llegamos a Matanzas, donde hice fotos de la pequeña ciudad con su bahía, sus casas coloniales y sencillas, me gusto el lugar, era tranquilo, pero no era lo que buscaba para el momento, así que no decidí bajar ahí, y seguí mi rumbo hacia Varadero.

Con forme avanzaba en la autopista, el mar cambiaba de ser un azul obscuro, a ser un mar turqueza, simplemente hermoso, lo que me decía que ya estaba más cerca de Varadero, y me emocionaba más...

Por fin, comencé a ver los grandes hoteles franceses y españoles que se encuentran en Varadero, así fue como bajé del autobús, para continuar con mi busqueda, afuera de la terminal había señores que te ofrecían llevarte a casa de renta de cuartos, pero no quise tomarlos, ya que me saldría más caro por la comisión de esas personas, y caminé y caminé para investigar por si mismo, ahí en Varadero había cuartos muy económicas y en buen estado, pero era solo para uso de cubanos, así que seguí caminando.

Ni había por ningún lado habitaciones para mi, busque en hoteles, y por decidioso me ganaron una que tenía un costo de 30 CUC la noche con el desayuno incluído, me mandaron a otros hoteles, pero nada, llegué a uno muy bonito, una casa antigúa pero en buen estado, que no era de renta, si no un hotel, cuando me mostraron la habitación en la parte de arriba, era el lugar más hermoso y acogedor para dormir que había visto, solo que contaba con dos camas, y me cobrarían el uso de esa aunque no dormiría en ella, su costo era de 45 CUC, dí las gracias, y el señor me dijo "te puedo llevar a una casa de renta que está a la vuelta de aquí, es mi familiar y está super bien con aire acondicionado, refrigerador, baño privado, agua fría y caliente, televisión, comedor y una pequeña sala", le dije que aceptaba, así que me llevó.

Ahí conocí a Lydia, la señora de la casa y la que se ve que lleva los pantalones en el hogar, a pesar de que su marido tiene un taller mecánico, el cual era como estar en los 50's con tanto auto antiguo, me mostró la habitación, y me gustó, asi que acepte pagar los 30 CUC, me instalé, y me fui a la playa emocionado, tome mis botellas de agua, las frituras, mi traje de baño, cámara, mi pequeña mochila, toalla, y así corrí por la Calle 51 de Varadero, para cruzar por las palmeras al hermoso mar caribe, con su arena completamente blanca y azul turquesa (Cancún y Playa del Carmen se quedan cortos).

Caminé por la playa hasta que encontrará un lugar que me gustara para instalarme, la playa lucía completamente vacía, uno que otro turista de la tercera edad, pero todo hermoso, encontré un camastro que me rentaron a 1 CUC, y me acosté a ver el mar.

Comencé a divertirme y a pedir cerveza, mojitos, mojitos y más mojitos, acompañados de mi libro "El país de uno" de Denise Dresser, comencé a comparar a mi país con Cuba, y que realmente Cuba no tenía casi nada de socialismo, ni comunismo.

Me metí al mar con el miedo de dejar mi cámara y mi Iphone en el camastro, con mi ropa, pensando que regresando no estaría, nada lejos, y lejos, aunque recordé el consejo de mi madre cuando partí "si vas a la playa no nades tan profundo como acostumbras, recuerda que vas solo, mejor ni te metas al mar", así que disfrute del mar, y regresé, igual por el pendiente de mis objetos, al llegar seguían intactos, y eso me dió más confianza.

Seguí bebiendo, vi como una francesa iba con su papá de unos 80 años, y ella se había ligado a un negro que se agarraba el pene para seducirla, se metieron al mar, el le dio un masaje, y después imagino que se marcharon a tener sexo, mientras el papá espero en la playa. Me hice amigo de Hiromi y de Johana dos chicas que viven en Londrés, una japonesa y la otra inglesa, nos comunicamos atráves de inglés, aunque Hiromi estaba muy lanzada conmigo, y quedamos de salir en la noche, más tarde quería que le regalara mis lentes, pero no accedí.

Ella estaba fascinada conmigo porque viajaba solo, decía que ella conocía Los Cabos, y que le parecían espectaculares, que estaban en una casa de renta y que partían de Varadero a la mañana siguiente, porque irían a otra playa de Cuba que se llama "Mi Cayito".

Como a las 3 de la tarde se acercó un grupo de argentinos y se tumbaron a un costado de mí, me puse los audifonos y comencé a imaginar y a pensar todo aquello por lo que había ido a ese momento de paz y traquilidad para mi mente, recordé muchas personas, lo que quería y lo que no, hasta que me di cuenta que a mis costados ya no había gente en la playa, y era el único, me estuve ahí hasta que se metío el sol, y la puesta de este fue hermosa, salí de la playa, y me metí a comer a uno de los hoteles donde había preguntado por el hospedaje.

Ahí estuve un rato, hasta que dieron las 8 de la noche y sabía que tenía que irme a bañarme, en el camino de la calle 29 a la 51, era largo, y en el me encontré con Hiromi y Johana, me dijeron que irían a cenar y que nos veíamos más tarde.

Al llegar a la casa, abrí con las llaves que me proporcionaron desde la puerta principal, y justo ahí me metí a bañar, me recosté un momento y salí a vivir la noche. 

Caminé, pues iría a un bar muy bueno, pero caminé tanto, y tanto, creo que fueron 20 kilómetros y estaba muy solo la aparte de las calles y autopista, aparecían hoteles, pero no mostraban vida, así que regresé, pues un señor de los taxis carreta me dijo que la disco la abrían a las 12 de la noche, y eran las 10, así que me regresé.

Y me metí a un bar, donde compré un mojito, y el cajero me quizo timar devolviendome de cambio 7 CUC como si le hubiera dado un billete de a 10 CUC por un mojito, pero le reclamé, hasta que mandé llamar a su supervisor, y el señor me regresó mi cambio completo de mi billete de a  20, esa actitud me molestó, salí del bar y me fui, entré a otro, y caminaba y caminaba, pero aún no hacía amigos, y no encontraba a las chicas que había conocido en la playa.

Después de un rato en el mismo bar donde me encontraba, tocaba un grupo en vivo, y el establecimiento no tenía paredes, así que afuera se llenaba de cubanos quienes se ponían a baialr y hacían por completo la fiesta, ahí observé a un chico que me gustó con playera verde, y ojo verde, lo miré, me vio y nos vimos fijamente, después compré una cerveza en otro establecimiento, regresé a ese mismo lugar, lo ví y me acerqué para saludarlo.

Ahí nos hicimos amigos, fue cuando supe su nombre José, quien me presentaría "Al boricúa" y a "Rodrígo" sus dos amigos, quienes bailaban con las turistas, comenzamos a platicar y me dijo que por un momento pensó que yo era cubano, que sí pasaba por cubano, que nunca imagino que yo fuera mexicano, y ahí comenzó todo, fue cuando le dije que donde compraba una botella de ron, para invitarles un trago, nos paramos, y nos acompañó Rodrigo, fuimos hasta el otro lado de Varadero, unas 6 cuadras separan al mar de norte a sur, y ahí en la gasolineria, donde hay juegos mecánicos y mesas de billar, lugar que se convierte en su hogar, porque si no alcanzan el camión de la 1 am que los regresa a su casa, se tienen que quedar a dormir en Varadero, o a veces simplemente no pasa.

Comenzamos a beber y a fumar tabaco cubano, regresamos al bar, y nos hicimos amigos de una rusa que estaba más ebría y divertida que nada, nos hicimos fotografías con ella, y luego José quizo una foto conmigo, nunca había visto una cámara fotográfica, así que me pidió de favor ver la fotografía que nos habíamos hecho, y se dió el lujo de decir "hacernos otra Erick, que en esa no salgo guapo como cubano", sonreí y así fue.

Más tarde ellos comenzaron a platicar de su situación actual, y de que José soñaba con ser modelo y llegar a Texas, la tierra donde vive su tío, me dijo que cuando escapara de Cuba, algún día me regalaría su carnet para que yo lo vendiera de contrabando a los mexicanos indocumentados, y se hicieran parte de EUA en un instante, haciendose pasar por cubanos, solo reí mucho, y le dije que sería buen negocio.

Así estuvimos hasta que dieron la 1am y corrieron todos para tomar su camión, y los turistas nos quedamos sin fiesta cubana, me fui a dormir, pues quedé de ver a José al día siguiente a las 10 am en la esquina de la calle 51, y la avenida principal. Y sí, fue la noche más ebria que tuve hasta el momento, pues la cabeza me daba vueltas, apagué la luz, y dormí...