domingo, 22 de septiembre de 2013

Ya no tengo más oxígeno para respirar...



A veces me sentía tan mal de no estar bien, de enfrentar dos personalidades, la que me gusta, y con la que finjo ser feliz, mi vida es complicada saben...

Mi familia no sabe sobre mi otra personalidad, mi padre me mataría vivo, mi madre, puede que comprenda la situación, pero algo me dice que estará del lado de mi papá, y bueno no decirles de otros familires con el que dirán, y es que desde que descubrí que me gustan los hombres, justo en el momento en que estoy por cumplir 3 años con mi novia, la amo, o no, aún no estoy seguro.

Todo fue tan rápido, alguna vez en la secundaria tuve las sospechas, pero no estaba seguro, con mi novia puedo tener relaciones sexuales fácilmente, y me excita mucho. Pero, cuando salí con mi vecino, descubrí que me gusta su forma de divertirse, del ambiente en el que se desenvuelve, soy otro, él me hace ser otro. 

Comenzamos a salir, realmente me agrada mucho su conversación, estudia letras, nada que ver con lo mío que son los negocios internacionales, en una de las citas que tuvimos me confesó que ya había notado cuando lo miraba, mientras él iba por la calle. Nunca pensé en llegar tan lejos con él, sabiendo que mis padres saben de su homosexualidad, así como todos los vecinos, y bueno su familia, en verdad que envidio eso de él, pero aún así puedo divertirme con él.

La primera vez que salimos, nos quedamos de ver unas cuadras lejos de mi casa, para que no nos viera nadie, fuimos a bailar, y después me acompañó casi hasta Puebla a una fiesta, admiro por brindarme esa confianza de ir conmigo tan lejos, se veía temeroso, pero al final se divirtió con mis amigos. 

Y, ahí ha estado él, luchando porque yo salga un día del clóset, que enfrente mi realidad, aunque yo le digo que mejor seré heterosexual, así podré estar agusto con mi familia, y viviendo tranquilo de que no les haré ningún daño. Se enoja cuando le digo eso, creo que me ve a futuro en su vida, yo aún no sé, estoy conociendo este mundo, aunque ya había estado en mi cama con un hombre, pero no sentir algo por uno como me pasa...

Llevo siete meses de relación con él, aunque a veces no le contesto el teléfono porque me vayan a escuchar, a veces finjo que es solo mi amigo, cuando por él deje la relación con mi novia, creo que aún me llora, pero era lo mejor, no podía ser feliz completamente a su lado.

No sé si sea bueno o malo, pero he logrado todo lo que quiero, me pagué la universidad, tengo mi carro, y comenzaré a vivir solo, pero aún así mi otra vida no me ha dejado ser feliz por completo.

Me gusta bailar salsa, por ahora voy mucho a un bar que se encuentra en el centro de mi ciudad, muchos ya me conocen, y a veces van gays que hubico físicamente que son de por mi colonia, yo solo me hago el tonto para que no me miren, y trato de no observarlos. A pesar de que me caen mal por ser extremedamente femeninos, siento que ellos sí son completamente felices, expresan lo que sienten sin ningún temor, como los miedos que me invaden.

A veces no sé si uno atrae lo que desea, quería volar por temor, huir, a veces quería dejar de respirar por esta situación, tengo 24 años y aún sigo pensando que si tengo un matrimonio normal estará más tranquila mi vida, por otra parte amo aquel hombre que siempre me ha dado su hombro para cualquier momento...

Está mañana enfermé de algo muy agresivo, un virus que me hizo llegar al hospital, van a comenzar a hacerme estudios, estoy grave, era un simple resfriado, y paso a ser una era del hielo, siento mis piernas frías, mis pies helados...

Una fuerte pulponía me está venciendo, mi cuerpo se está cansando cada vez más rápido, y eso que pensé que era muy sano, no tomo, no fumo, no me drogo, hago ejercicio, tengo una buena alimentación, vamos soy el chico modelo que toda madre quisiera tener, a pesar de mi homosexualidad.

Cierro los ojos, quiero dormir, y despreocuparme por un momento, para soñar que estoy sano, un respiro profundo y he comenzado a volar, a sentirme libre, ligero como una pluma. Escucho llorar  a una señora que lo hace como mi madre, entra mi hermano corriendo a abrazarla, llega mi hermana, mi papá, todos lloran, me ignoran, no me escuchan, cierto estoy soñando.

Entra un médico, les da algo a mis padres, no puedo despetar, pero veo la situación, alguien me invita a caminar por un grande jardín, mi vida terminó acá, es momento de comenzarla en otro lado, aún no sé si acá seguiré siendo gay, pero al menos mi familia se fue con esa idea de que soy el hijo modelo, aunque me llevo ese remordimiento de culpa de que nunca supieron lo que me hacía feliz.

He muerto, con una duda, ¿fui feliz o siempre fui infeliz?, creo que estoy en donde quería sentir tranquilidad, donde no tengo culpa, fui un cobarde, pude haber disfrutado más mi vida, pero ya no hay nada para regresar el tiempo, ya no tengo más oxígeno para respirar...



lunes, 16 de septiembre de 2013

Noches de Marrakech



Al llegar a la calle de la República de Cuba, la cual es alumbrada por el color de las personas que la visitan en su vida nocturna, se encuentra uno de los lugares más espectaculares, aquel que no necesita de un exagerado concepto, bancas y mesas para sentirte en un lugar vip, el se hace por su color verde, la cantidad de gente que entra para sentirte en un sauna, entre roce y roce para sentir unas nalgas o un rico paquete, unos cuadros, un candelabro, el famoso "Bebé solo", Emiliano Zapata y un letrero alumbrante como si fuera teatro, te recibe al entrar "Marrakech Salón".

Al adentrarte ves a todo tipo de gay, pero todos con personalidad única, atrapados en la moda, actores, varoniles, osos, mamados, vestidas, drags, extrangeros, músicos, cineastas, diseñadores, periodistas, conductores, lo cual le da el toque, para no sentirte en tan nefasto lugar tipo Zona Rosa, es por ello que Marra es diferente a todos los lugares gay.



La selección musical es tan buena, y es que está a cargo de Pavelo Rockstar, mejor conocido como "El Chacal", desde el momento Nicki Minaj, Rihana y Madonna que son los que más amo, hasta "Que le pasa a Lupita" de Banda El Mexicano, te hacen la noche para bailar de un ritmo y cambiar a otro en un instante, recordando tú infancia o alguna otra época de aquel tema musical que escuchas en ese momento, que haya marcado tú vida. 

Los momentos especiales en Marra, son todos, pero el lugar se pone obscuro cuando empieza uno de los temas musicales adoptados por la comunidad gay, y que son especiales para nosotros, la luz se apaga, y mientras todos bailan y la canción sigue corriendo, se prepara el candelabro para hacer su parte, prender y apagar, girar y prender el momento, mientras todos jotean agusto, disfrutando de ser gays, algunos otros arriba de la barra, como el famoso Mike, que todas las noches está parado a lado de la barra, y al cual le enoja que una gorda se suba a bailar y obstruya su actuación ante los muerde almohadas presentes.


Llega el momento en que Zamuel, mi barman consentido avienta las servilletas al aire, que caen como confetti sobre la cabeza de los que estan en la barra, o en la parte de abajo observando y bailando.



Al Emiliano Zapata con su look de emo, le gusta jotear cada que ve a un gay triunfando sobre otro, ese momento en que se concreta el beso después de haberlo conocido, y que todos estén pasando sobre ellos, bailando y besando, la luz se apaga y salen burbujas de jabón de la parte de arriba, la bola de disco ilumina el lugar, lo que le da un toque romántico para el momento, al mismo tiempo llega el candelabro para darle ese momento de velocidad a la pasión y hacerlo con más ganas.

Llega el momento en que hay que salir de Marra para respirar un poco de aire natural y aprovechar para fumar o aventarte un ácido, ya que dentro del lugar las droga no están permitidas, la calle es otro del folklor, puesto que hay gente bailando a fuera, los vendedores de cigarros, hot dogs, hamburguesas, carros que llegan con personas que son llevados por su amigo gay, con comentarios de "Marra es un clásico, es lo mejor en la comunidad", y entran ocho niñas con cara de estudio en la Ibero.



Al regresar al interior del lugar, puedes ver que la gente está más prendida de que cuando saliste, y solo han pasado 5 minutos. o puedes encontrarte a Tigrida (una drag queen) en la puerta, que te dará su tarjeta para que la agregues a facebook, aunque estos días ha estado faltante al lugar. 



Entrar bailando, cantando, sonriente es la actitud para hacerlo, más nunca de malas, porque la gente que se encuentra dentro de Marrakech es tan buena vibra, algunos ya nos saludámos, porque es como nuestra casa de fin de semana, y nos vemos cada noche como si fuéramos parte del inventario del lugar. Sonriente es lo más importante, nunca sabes que hombre te puede estar observando, y puedan terminar ligando, en sexo casual de una noche o el amor de tu vida.

Conmigo han ido mis hermanos, primos, amigos heterosexuales y todos terminan con sonrisa, las noches del lugar son mágicas, como sus personas, como su personal que es el que junto con la gente hace el ambiente.

Así es Marra, el lugar donde me siento bien de ser homosexual, donde me la vivo todos los fines de semana, donde bailo, río y conozco gente, pero sobre todo porque cada que volteo a la salida o entrada, puedo ver el letrero donde me agradecen por mi preferencia sexual, único en su existencia.