domingo, 11 de marzo de 2012

Cuando me sacaron del clóset (14 años, 2004) 2a parte


Al llegar a la escuela, mis amigos lo primero que hacían era preguntarme "¿cómo te fué?", sí todos notaban mi cara cara inchada y roja, la nariz irritada de tanto limpiar el flujo, y lo unico que comentaba era la situación que acaba de tener con mi madre.

Mi primer clase del día era Ética, misma que en toda la hora no saque el cuaderno, solo miraba al maestro, a mis compañeros y amigos, mi mente giraba e imaginaba un futuro terrible, sentía que me unía al grupo de homosexuales que son rechazados por sus familias, y era ahí donde me daba cuenta que realmente no era tan libre o independiente como algunas veces lo pensamos, sí a esa edad sin trabajar, que te mantenga tú familia, tus sueños se vienen a bajo, y sin ellos no saldría adelante.

Todas mis clases fueron la misma situación, hasta que llegó la clase de español, la profesora Miranda, sabía mucho de mi, era de la gran confianza de todos los grupos que daba a pesar de ser demasiado estricta, le conté la situación, y me dijo que hablara con mi familia, o que si no ella lo hacía... eso no me daba para estabilizarme... pensé que llegando de la secundaria lo primero que iba a hacer, era hacer una pequeña maleta en mi mochila, me imaginé sentando en un columpio con mi equipaje, mi soledad y llorando...

Los segundos, minutos y horas se me hacían largos, pero tenía que continuar ahí, esperar y esperar a que sonara la chicharra para salir de la secundaria, sin duda fué el día más largo que he tenido hasta el momento en mi vida.

Al salir de la escuela lo único que quería era llegar a casa para ver cual era la respuesta a lo que había ocurrido el día anterior, caminaba lo más rápido posible, recuerdo que tome un taxi para llegar lo antes posible y quitarme o afirmar todos estos pensamientos que hacían vibrar a corazón en angustía, desesperanzay dolor...

Al llegar a mi casa todo estaba normal, no había nadie como era la costumbre, me senté en el sillón y pensaba en qué pasaría, prendí el estéreo, y puse en aquel entonces el único que disco que David Bisbal tenía "Corazón Latino" (admiró a David desde que estaba en Operación Triunfo España 2001), en ese momento fué mágico se me olvidó todo lo ocurrido, y me dí cuenta que David era mi único apoyo, y desde aquel día se convirtió en mi artista favorito, en el que me hace sentir bien cuando estoy mal, he aquí la verdadera respuesta del porqué admiro tanto a Bisbal.

Después de unas cinco canciones el teléfono sonó, era mi mamá, me dijo que había encontrado un centro de adolescentes en donde me ayudarían a enfrentar mis problemas de orientación, que lo único que tenía era  que estaba confundido... me dijo que sí aceptaba ir, pensé "yo se lo que quiero, me gustan los hombres", así que dije que aceptaba la propuesta que estaba confundido, lo hice por no sentir el rechazo de mi familia.

Al colgar, mi mente dijo "estas dispuesto a aceptar el tormento del psicólogo para tratar de solucionar algo que tú ya sabes", y me respondí a mí mismo, "lo haré, todo sea por estar junto a mi familia"...

Después lloré con toda la intensidad del mundo, mentandole la madre y deseandole la muerte al maestro Sergio, al que me había metido en este gran problema, del cual creía que era una pesadilla y quería despertar, pero tan solo sentir mis mejillas húmedas, era más que real esto, así que lo tenía que enfrentar.

Fuí a la primera cita con la psicóloga, estuve dos horas callado, nunca dije nada, solo mencione "yo sé lo que quiero, me gustan los hombres y no voy a cambiar", ella me daba razones para no ser homosexual, como se atrevía sí era una disque psicóloga, tenía que ayudar a mi familia a entender esto, y no a tratarme de cambiar... (espero que no siga laborando), y así pasó la primera sesión.

Mi mamá habló conmigo por que no le gusto que no pusiera de mi parte, pasaban los días y tenía una cita por semana, así como incrementaba la energía pesada en mi casa, no me sentía agusto, había veces que lo úncio que quería era salir corriendo de ella y no regresar nunca más, aumentaban mis deseos por morir, y había veces que me odiaba a mí mismo, por el simple hecho de ser homosexual, de ser un tonto sin no saber qué hacer, voltíe al techo, y me sí cuenta que realmente estaba solo en esto.

Cada vez ponía más el disco de Bisbal, y me sentía bien por un rato, recuerdo que ese mismo año saldría la venta el 2o disco "Bulería", no me lo compraron porque se comentaba que David Bisbal era para niñas, y que solo los "putos" lo escuchaban... así que el día que salió a la venta este material lo compre pirata, con todas las rectricciones que tenía no podía comprar el original, así que fui ahorrando hasta que después de dos semanas lo compre, el secreto no desayunaba en la escuela para no gastarme el dinero, fuí muy feliz cuando lo tuve, aunque lo escondí y solo lo escuchaba cuando estaba solo.

Un día estando dentro de la sesión psicológica de la peor especialista en orientación sexual que he conocido, la observaba, ella hablaba sobre la orientación, los problemas, las ETS, creo que era homofóbica y si no era así, estaba del lado de mi mamá por quererme ver con una esposa, hijos y viviendo la etiqueta que la sociedad ha puesto al amor durante siglos.

Mientras la veía, le dije "sé lo que quiero, soy gay", fué la primera vez que dije que era gay, y en la cual me sentía fuerte de decirlo y hasta orgulloso, después mencione "solo vengo a perder mi tiempo con usted que no sabe nada, mejor ya déjeme en paz", ella dijo que me ponía grosero, tal ves sí, porque se lo decía en voz alta, y ella volvía a mencionar lo malo de ser así, lo cual no es malo, pero para ella y otros sí, la quería golpear, así que lo que hice fué pararme del sillón guinda en el que me encontraba, y llorando le dije "no la vuelvo a ver en mi vida, y usted y todos los que quieren cambiarme vayanse a la chingada"...

Salí corriendo de su disque consultorio, mi mamá estaba afuera, cuando me vió me dijo "Erick qué pasa", la voltié a ver y le dije "te odio mamá, vete a la chingada estoy cansado de ti y de todo esto, soy gay y no voy a cambiar, dime puto si quieres, pero no me vas a vencer"... salí corriendo de la sala de espera, ella atrás de mí, pero no me alcanzó, tome el primer taxi que no sé si Dios o el destino me lo pusieron, y le dije que me llevara a mi casa llorando, después de que el taxi avanzará más de 5 minutos, el señor dijo "y dónde es su casa", le pedí disculpas y le dije a donde me llevara, me preguntó "¿estas bien?" y le dije "no sé..."

Llegué a mi casa y me arrepentí de la actitud que había tomado con mi mamá, pero a la vez me sentía valiente y fuerte, a los 10 minutos llegó mi mamá, la vi rara, no sabía si con un semblante de tristeza, culpabilidad o enojada, me puse de pie del sillón me acerqué a ella y nos miramos, la tome de los brazos y le dije "perdoname por lo que te dije, ya no quiero ir a ahí, yo sé lo que quiero, y si estoy confundido se me pasará, pero por ahora me gustan los hombres y si me siguen gustando en el futuro así va a ser, y no voy a cambiar", ella me miro y ví que de sus ojos salían lágrimas, a la fecha no sé porqué (puede que sea una pena, un pecado o una desilusión tener un hijo gay, es algo que nunca me podré responder, porque sí algún día tengo un hijo lo aceptaré sea heterosexual u homosexual), la abracé y me dijo "te amo"...

Le dije que ya no lloraba, que yo estaba peor que toda esta situación que lo único que hacía era hacerme sentir más mal, de lo que ya estaba... me dió un beso, y fuimos a comer.

Desde aquel día mi familia me aceptó tal y cual soy, ahora todos mis sueños que tenía en aquel entonces los he ido cumpliendo gracias al apoyo de mi familia, y hoy no soy ni un joto, marición, vestida, loca, si no soy un hombre, un hombre que esta orgulloso de ser gay.

A mí hermano Salvador en ese año, tardó casi un año para que yo le volviera a hablar, cuando me condenó al SIDA, fué la última vez que le hable, hasta un sábado que me dijo "maricón" me le fuí encima, a los golpes, lo acusé con mi mamá y me sentí fuerte cuando ella me defendió y lo regaño. Le volví a hablar en una navidad cuando me pidió perdón, me abrazó, me dijo que lo disculpara, que me aceptaba como era, que me amaba y que sí quería hasta me pagaba la jarocha, lo cual lo dijo en broma.

Mi hermana se enteraría de todo esto cuando yo tuviera 18 años, gracias a su cuñada la cual le comentó, ella dijo no saber, pero siempre he creído que todos lo sabían desde que era un niño, habló conmigo, le conté esta historia y se enojó porque nunca la hicimos participe de ella, pero es que ella ya no vivía con nosotros, ni Salvador, solo que ese día llegó de visita y por eso se enteró.

Hoy hasta mis hermanos y primos han ido conmigo a un bar o antro gay, aunque la primera vez que celebré un cumpleaños en un lugar así, fué a los 19, y a mi mamá no le agrado mucho la idea del lugar en el que iría a meter a mis hermanos, aunque mi hermana me apoyaba mucho... esa fué una de las mejores noches de mi vida, pues estaba con mis seres queridos en mi mundo, aquel que conocen muy pocos, no porque sea de clóset, pero cuando estas realmente en tu ambiente, hasta te sientes mejor y con más libertad, esto no quiere decir que ponga otras caras en otros lados, ya que en todos lados soy como realmente soy.

1 comentario:

~Valdez~ dijo...

Qué chido que David Bisbal, desde lejos, te diera esa fuerza. Y mejor aún, que lo conozcas en persona.

Los psicólogos a veces se quedan encerrados en lo que dicen los libros, no entienden el cambio de la sociedad y cómo esta los devora sin que se den cuenta y su carrera, por muy buena tesis que hayan hecho, queda obsoleta.

Sólo era cuestión de tiempo para que tu familia asimilara la realidad, el amor nunca estuvo en duda.

Sigue adelante, Erick, como lo has hecho desde los 14 años. No hay mejor apoyo que la convicción en ti mismo!!