domingo, 17 de noviembre de 2013

¿Qué somos?


Tardaste unos 20 minutos en llegar al punto de reunión, la espera era fría como la noche, recibí un mensaje tuyo, y sí estabas a punto de llegar al lugar, salí para buscarte, parecías desorientado, pero al final diste con el sitio, nos saludamos después de tanto tiempo con un abrazo, ahí estabas, cumpliendo con tú palabra.

Nos adentramos al lugar, al tener acceso fuimos bajando unas escaleras hacia un sótano que nos llevaría a la diversión o a la perdición, eso no lo sabríamos hasta el momento en que la noche fuera avanzando, al bajar tres niveles, lo primero que hicimos fue pedir un trago para ir comenzando la noche.

Platicamos entre quienes conocíamos del lugar, quienes parecían qué, y algunas vestimentas criticamos,  entre risas, nuestros cuerpos se movían al sentir los beats de la música, sonreía de la manera más feliz, pues ahí te encontrabas, con tú personalidad loca, extraña, introvertida y extrovertida, inteligente, con estilo, algunos nos miraban preguntandose el qué somos, y hasta la fecha no se que somos, ni mucho menos el qué seremos...

Y aunque esa parte no importa, lo único que importaba en ese momento y hasta hoy es el brillo de tus ojos y tú linda sonrisa. La noche transcurría, seguíamos bebiendo, riendo, nos hicimos unas fotografías divertidas, bebimos, contábamos con una sola pastilla, la cual partimos a la mitad para compartir, no sé si eso sea una prueba de amor, pero ahí estábamos tú y yo, viendo la noche pasar, una noche que no quería que terminara, que fuera eterna...

Eran casi las 4 de la mañana, nos corrieron del lugar, mientras reíamos de todo, ¿drogados?, yo digo más ebrios, que... salimos a cenar para dar un poco el bajón a nuestra diversión, aunque te confienso que nunca había tenido una cena tan divertida como esa, tan extraña, misma que ahora recuerdo y vuelvo a reir de todo lo que ocurrio y dijimos...

Tomamos el auto, íbamos a dormir, a sentir una almohada que podría ser tú brazo o el mío, el frío lo eliminaría el calor de nuestros cuerpos, unos cálidos besos, unas caricias... que iniciaron con una mirada fija entre dos seres que no saben que son...

El cenit pasional explotó con todas las fuerzas, en ese momento no sabía si estaba haciendo el amor o teniendo una noche de sexo casual, dormimos, aunque yo lo hice por unos minutos, en lo que terminaba de salir el sol, me bañe y me fui, dejandote en esa habitación, dormido, antes de salir de la habitación me di cuenta que escucharte respirar era la armonía más relajante que había entrado por mis oidos, me acerque para darte un beso en la frente... Me retiré deseando no hacerlo, deseando estar a tú lado, deseando no despertar de este sueño, de la fantasía que ahora envuelve mis pensamientos con elecubraciones que me vuelven loco a cada minuto.

Desde entonces no supe qué fuimos, qué somos, el porqué desaparecemos sin motivo alguno, el porqué nos hacemos tontos, si al final queremos, o simplemente somos parte de nuestra vida de excesos, y que llegamos a nosotros para sentir que no estamos vacíos, aunque al final volvemos a ese vacío de soledad, de adicción y nostalgia, en donde el silencio se apodera de nosotros, de lo nuestro... y nos carcome, nos pudre...

No hay comentarios: