Alguna vez te han sentido tan podridamente, que no puedes ni pararte de la cama en la que te encuentras echado como vaca, yo sí, no se tú, pero hay circunstancias en la vida que nos ponen así, ya sea el amor, un problema familiar, escolar, enfermedad, que se yo, en esto de las decaídas emocionales son como el arte, subjetivas, no todos sentimos de la misma forma, hay a quien nos afecta más la muerte de alguien cercano, el rompimiento con la pareja o algún problema familiar.
Según la sociedad, los problemas te ayudan a madurar y a no cometer errores en el futuro, ustedes creen que sea verdad eso, yo no, siempre volvemos a cometer el mismo error tras el mismo error, ven ahí está, no nos enseña a madurar, solo a cometerlo cuantas veces sea necesario para entender que el masoquismo no es bueno en nuestras vidas, porque cuando nos gusta sufrir una vez y luego otra vez, es porque te gusta el dolor.
Hay personas que necesitan siempre de un acompañante a su lado para poder ser feliz, esas personas están vacías, no se quieren, no hay mejor compañía que tú mismo, sí se que suena algo egoísta, pero muchas veces este carácter nos lleva a lograr lo que queremos, pero los que somos de sentimientos nobles, el egoísmo lo hacemos a un lado y así ver por todos.
Hay veces que quisiera salir corriendo de mi casa, correr y correr y nunca más regresar, irme lejos, a un campo, a un desierto, a una montaña o a un río, simplemente dejar la realidad por un momento, y concentrarme en mí, estando sólo, podría pensar solo en mí, y no en nadie más. Muchas veces queremos que nuestra mente o corazón saque a las personas de nuestro interior, las destierre de por vida, pero nunca se logra, lo he intentando y mi resultado es nulo.
Será que he leído demasiadas novelas literarias que hablan sobre los destinos, y creencias de milagros amorosos, sí lo sé, me gusta escribir y en las historias esa persona deseada siempre está conmigo, en mi imaginación y es algo que el susodicho nunca podrá evitar, pues no pueden intervenir en nuestra mente, eso es agradable, pero cuando abres los ojos te das cuenta que tu falacia solo era un sueño, y que sigues estando solo como perro.
Me he enamorado una vez; esperanzado una e ilusionarme y encariñarme otra, sin duda, dos de estas me han marcado, una de por vida y la otra por el momento, no se si siga así a largo plazo. Simplemente hay personas que por más que te digan que son feas, que no tienen gracia y que no darían ni un peso por ella, siempre son las que nos marcan de por vida, aquellas en las que siempre pensamos a pesar de que ya tengan a otra persona a su lado, el masoquismo se hace presenten nuevamente.
Porque sí somos la única especie animal que razonamos, no analizamos bien lo que nos hace sentir bien y lo que nos hace sentir mal, la adolescencia es una parte fundamental para nuestras experiencias amorosas, sexosas, alegres, tristes, etc. donde conocemos poco a poco lo que nos gusta y lo que no, es aquí donde nos enamoramos por primera vez, tenemos sexo o hacemos el amor por primera vez, aunque no sepamos ni en donde entra el pene y cual sea la labor de la vagina.
Pero el amor, a pesar de que en la adolescencia nos hace sufrir, te hace sufrir en todas las etapas de tu vida, por lo menos con el tiempo aprendes a dar un beso, aprendes todo lo relacionado con el sexo, aprendes de las drogas, el alcohol, a leer, a escribir, pero el amor no, que se necesita para que aprendamos a no sufrir amorosamente.
La tecnología avanza día con día, ojala saliera a la venta “amortímetro”, una pequeña pluma que midiera a la personas que tanto nos aman, y así saber sí estamos con la persona correcta e incorrecta, así no tendríamos que sufrir tanto por alguien, siempre seríamos felices a lado de la persona correcta, paradójico, las personas correctas nunca nos gustan, al contrario las incorrectas, nuevamente el masoquismo en el ser humano, dónde queda el raciocinio.
En esta vida tenemos todos a tres personas, primero “con la que estamos”, segundo “con las que queremos estar” y tercero “con las que deberíamos de estar”, cuál de estas tres te hará sufrir más, piensa, “con la que estás”, qué tal te va, crees que sufres mucho o no, sí lloraste ayer, suele pasar, aunque no siempre es así, pero algún día terminaran, ya que las relaciones actuales, no son como las de nuestros abuelitos, aunque estas duraban por los paradigmas que impone una sociedad ciega.
“Con las que queremos estar”, son las que muchas veces nos hacen sufrir más de la cuenta, y eso que no la tenemos a nuestro lado, nuestra mente se ilusiona, se apodera un amor que nace de la nada, sin acciones por parte de la otra persona, nos aferramos a esa persona, y siempre nos hace mandar mensajes, cartas, llamadas y muchas veces por parte del susodicho hay una respuesta nula, como “solo como amigos”, “discúlpame, ya no quiero saber nada de ti”, aquella que te dice “espérame un poquito tiempo más”, y aún así sabes que nunca estará contigo a tu lado, esa persona nos convendrá…
Y “con la que deberíamos de estar”, suele pasar que no nos gusta, que no se nos hace nada agraciado, que no veas un futuro a su lado, que lo estimas solo como amigo, pero sabes que nunca llegará a formar parte de tu libro de historias de amor, pero es la persona que te ama con todo el corazón del mundo, la que ve por ti, se preocupa día y noche por tu bienestar, y nosotros nos damos cuenta, pero nos volvemos ciegos, y le damos la espalda. Está es la persona con la que tienes que estar, y no con las dos anteriores.
Sufres porque quieres, recuerda que hay muchas personas en todo el mundo, una de ellas te debe de amar como tú lo mereces, y no debes de amar a quien no merece, por más que te marcará, que fuera tu primer amor, solo recuerdos para un baúl, que nos enseñan los momentos malos y buenos de las diferentes relaciones que podamos tener a lo largo de nuestras vidas.
Sí, por el momento te encuentras conociendo, adelante hazlo para que nadie te cuente, pero con forme pase el tiempo, no te enamores del masoquismo y de las malas elucubraciones que nuestra mente provoca, porque tu vida se volverá a aferrar a personas que no te convienen, y mientras esas personas disfrutan de una relación, tú sufres, y no hay que sufrir por quien no merece.
Según la sociedad, los problemas te ayudan a madurar y a no cometer errores en el futuro, ustedes creen que sea verdad eso, yo no, siempre volvemos a cometer el mismo error tras el mismo error, ven ahí está, no nos enseña a madurar, solo a cometerlo cuantas veces sea necesario para entender que el masoquismo no es bueno en nuestras vidas, porque cuando nos gusta sufrir una vez y luego otra vez, es porque te gusta el dolor.
Hay personas que necesitan siempre de un acompañante a su lado para poder ser feliz, esas personas están vacías, no se quieren, no hay mejor compañía que tú mismo, sí se que suena algo egoísta, pero muchas veces este carácter nos lleva a lograr lo que queremos, pero los que somos de sentimientos nobles, el egoísmo lo hacemos a un lado y así ver por todos.
Hay veces que quisiera salir corriendo de mi casa, correr y correr y nunca más regresar, irme lejos, a un campo, a un desierto, a una montaña o a un río, simplemente dejar la realidad por un momento, y concentrarme en mí, estando sólo, podría pensar solo en mí, y no en nadie más. Muchas veces queremos que nuestra mente o corazón saque a las personas de nuestro interior, las destierre de por vida, pero nunca se logra, lo he intentando y mi resultado es nulo.
Será que he leído demasiadas novelas literarias que hablan sobre los destinos, y creencias de milagros amorosos, sí lo sé, me gusta escribir y en las historias esa persona deseada siempre está conmigo, en mi imaginación y es algo que el susodicho nunca podrá evitar, pues no pueden intervenir en nuestra mente, eso es agradable, pero cuando abres los ojos te das cuenta que tu falacia solo era un sueño, y que sigues estando solo como perro.
Me he enamorado una vez; esperanzado una e ilusionarme y encariñarme otra, sin duda, dos de estas me han marcado, una de por vida y la otra por el momento, no se si siga así a largo plazo. Simplemente hay personas que por más que te digan que son feas, que no tienen gracia y que no darían ni un peso por ella, siempre son las que nos marcan de por vida, aquellas en las que siempre pensamos a pesar de que ya tengan a otra persona a su lado, el masoquismo se hace presenten nuevamente.
Porque sí somos la única especie animal que razonamos, no analizamos bien lo que nos hace sentir bien y lo que nos hace sentir mal, la adolescencia es una parte fundamental para nuestras experiencias amorosas, sexosas, alegres, tristes, etc. donde conocemos poco a poco lo que nos gusta y lo que no, es aquí donde nos enamoramos por primera vez, tenemos sexo o hacemos el amor por primera vez, aunque no sepamos ni en donde entra el pene y cual sea la labor de la vagina.
Pero el amor, a pesar de que en la adolescencia nos hace sufrir, te hace sufrir en todas las etapas de tu vida, por lo menos con el tiempo aprendes a dar un beso, aprendes todo lo relacionado con el sexo, aprendes de las drogas, el alcohol, a leer, a escribir, pero el amor no, que se necesita para que aprendamos a no sufrir amorosamente.
La tecnología avanza día con día, ojala saliera a la venta “amortímetro”, una pequeña pluma que midiera a la personas que tanto nos aman, y así saber sí estamos con la persona correcta e incorrecta, así no tendríamos que sufrir tanto por alguien, siempre seríamos felices a lado de la persona correcta, paradójico, las personas correctas nunca nos gustan, al contrario las incorrectas, nuevamente el masoquismo en el ser humano, dónde queda el raciocinio.
En esta vida tenemos todos a tres personas, primero “con la que estamos”, segundo “con las que queremos estar” y tercero “con las que deberíamos de estar”, cuál de estas tres te hará sufrir más, piensa, “con la que estás”, qué tal te va, crees que sufres mucho o no, sí lloraste ayer, suele pasar, aunque no siempre es así, pero algún día terminaran, ya que las relaciones actuales, no son como las de nuestros abuelitos, aunque estas duraban por los paradigmas que impone una sociedad ciega.
“Con las que queremos estar”, son las que muchas veces nos hacen sufrir más de la cuenta, y eso que no la tenemos a nuestro lado, nuestra mente se ilusiona, se apodera un amor que nace de la nada, sin acciones por parte de la otra persona, nos aferramos a esa persona, y siempre nos hace mandar mensajes, cartas, llamadas y muchas veces por parte del susodicho hay una respuesta nula, como “solo como amigos”, “discúlpame, ya no quiero saber nada de ti”, aquella que te dice “espérame un poquito tiempo más”, y aún así sabes que nunca estará contigo a tu lado, esa persona nos convendrá…
Y “con la que deberíamos de estar”, suele pasar que no nos gusta, que no se nos hace nada agraciado, que no veas un futuro a su lado, que lo estimas solo como amigo, pero sabes que nunca llegará a formar parte de tu libro de historias de amor, pero es la persona que te ama con todo el corazón del mundo, la que ve por ti, se preocupa día y noche por tu bienestar, y nosotros nos damos cuenta, pero nos volvemos ciegos, y le damos la espalda. Está es la persona con la que tienes que estar, y no con las dos anteriores.
Sufres porque quieres, recuerda que hay muchas personas en todo el mundo, una de ellas te debe de amar como tú lo mereces, y no debes de amar a quien no merece, por más que te marcará, que fuera tu primer amor, solo recuerdos para un baúl, que nos enseñan los momentos malos y buenos de las diferentes relaciones que podamos tener a lo largo de nuestras vidas.
Sí, por el momento te encuentras conociendo, adelante hazlo para que nadie te cuente, pero con forme pase el tiempo, no te enamores del masoquismo y de las malas elucubraciones que nuestra mente provoca, porque tu vida se volverá a aferrar a personas que no te convienen, y mientras esas personas disfrutan de una relación, tú sufres, y no hay que sufrir por quien no merece.
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