A lo largo de nuestra historia nacional, hemos comprendido que la mujer nunca toma un papel importante en nuestros acontecimientos históricos, son la minoría aquellas que tienen el honor de que aparezca su nombre y un pequeño párrafo en nuestros libros de historia, como Sor Juana Inés de la Cruz, Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario y en la que nos especializaremos que será La Malinche.
La Malinche, como se le conoce, ha tenido varios nombres como Marina, y es que ese nombre se le dio cuando la volvieron cristiana, pero detrás de la Malinche, antes de ser la lengua y vagina de Hernán Cortés, se llamó Milinalli, y tiene otros nombres como Tenepal o Malintzin.
Aquella mujer que muchos historiadores no nombran, y tal vez sea por el motivo de que traiciono a su raza, para convertirse en una esclava disfrazada de doncella para Hernán Cortés, aquel hombre que fundo La Nueva España, y es que ella aprendió a la perfección la lengua española, y así transmitía a todos los indígenas el mensaje que Cortés emitía a los indígenas.
Ella fue objeto de muchos españoles, los historiadores, la mencionan en algunos documentos pero todos se refieren como Marina. Aquella que servía de vagina para muchos otros, y no nada más para Cortés, ya que según él la regaló a otro, cuando todavía la necesitaba de traductora.
Al darse la Independencia de La Nueva España, empezaron a gobernar todos aquellos criollos, que eran hijos de españoles nacidos en la Nueva España, por lo tanto no eran tan puros como los españoles, y a los indígenas los empezaron a eliminar y a discriminar de nuestra historia, es por ello que nuestra historia no menciona mucho a los indígenas, después de que se diera nuestra Independencia. Solo los toman en cuenta la parte de la historia de México, que comprende a lo prehispánico y un poco de la llegada de los españoles a La Nueva España.
Tal vez, este sea un motivo por el cual la Malinche o Marina, no aparece mucho en nuestra historia, era una mujer imponente, a la que todos obedecían y cumplían sus órdenes, por el simple hecho de ser bella. Pero, fue parte fundamental para que los españoles combatieran contra nuestras culturas prehispánicas.
La literatura europea la acepto, y de ahí salieron varios libros, pero la describían como una mujer europea, ya que en aquel entonces estaba de moda en Europa, la literatura con gente bonita, y empezaron a tomar a la indígena Malinche para sus escritos, pero a su forma de verla, con piel blanca, alta y hermosa.
Realmente no se sabe nada más de la Malinche, que tuvo un hijo bastardo con Hernán Cortés, el cual murió, y ahí perdimos a uno de los testigos que estuvo de cerca con la Malinche y Hernán. En sus Cartas de Relación Cortés menciona “Marina, la que yo siempre conmigo he traído, porque allí me la han dado con otras 20 mujeres”, es la única parte donde la nombra.
El tiempo no lo podemos regresar, y tal vez nunca sepamos más sobra la vida misteriosa y mágica de La Malinche.
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