Me miraba al espejo, viendo mi mirada triste, mis ojos húmedos por las lágrimas que brotaban de dolor, veía el cansancio en mi ser, lo quebrado que había estado mi corazón y siempre puse alguna escusa para sanarlo, aunque yo sabía que ya estaba más que destruido, más que descuartizado...
Los años habían pasado por mi, mi vida la vi en unos segundos, "¿qué hice mal?", me pregunté, me arrepentía o era lo que realmente había buscado, y que por supuesto encontré.
Mi piel morada, mi sangre escurriendo por las paredes, un bebé llorando a lo lejos, un niño observándome, y yo, tirada al piso, observándo como desperdicié mi vida...
Cerré los ojos, y mi mente voló, la marihuana que había consumido para controlar mi dolor me hacía descansar o mal viajar, mi cuerpo dejó de pesar, comencé a flotar, vestía con un hermoso vestido blanco, regresaba a mi juventud, aquella hermosa etapa de nuestra vida que nunca regresa, y que hay que disfrutar con todas las ganas del mundo, veía lo feliz que era y a su vez pensaba en lo infeliz que soy ahora.
El amor, aquel que me envolvió entre cobijas protectoras del frío, aunque ahora me pregunto si realmente era amor, si me amaba, al menos yo si lo amaba, o no me amaba yo misma, y por eso toleré tanto.
Aún recuerdo la noche en que me apostó con sus amigos, en que pude sentir los brazos de 4 hombres tocandome, me sentí sucia, me sentí asquerosa, pero al final lo hacía por el hombre que amaba, o al menos eso creía, entre deudas, apuestas y otros asuntos económicos, tenía que colaborar de alguna otra forma.
Mi cuerpo giro en lo alto, dió mil vueltas, me regresó y me volvió a llevar con él, vi otro escenario de la nada, una faceta de mi vida que no conocía, y sí, era la vida a lado de otro hombre al que siempre ignoré, al que me amó por toda su vida y yo rechacé, pero no me gustaba... ya que más dá, viví mi vida a lado del hombre incorrecto, aquel que me humillo cuantas veces quizo.
Mi otra vida tan tranquila, tan rosa, tan llena de amor, que en verdad se me salieron las lágrimas de ver lo estúpida que fuí, y lo feliz que pude haber sido.
Hoy me hago la pregunta obligada, ¿cuántos de nosotros estamos con la persona incorrecta, y no nos damos cuenta?, ¿cuántas personas hemos rechazado, solo por enamorarnos de alguien que nos atrae físicamente?.
Una descarga eléctrica llega a mi corazón, mi cabeza gira, y me lleva a mi realidad, una realidad cruel, dolorosa y venenosa, aun puedo ver como los niños lloran desesperados, una punta filosa entra por mi espalda, mi vista se vuelve roja, mis brazos luchan contra la fuerza de una bestia, mi cuerpo es débil, los niños gritan, veo volar por lo alto uno de mis dientes, mi cabeza arde, un trozo de cabellos se llevo ente su puño...
Caigo rendida, lloro o agonizo, ya no sé, me incrusta entre mis labios un cigarro con olor extraño, no es tabaco, es verde, yo no quiero, mi mejilla recibe una bofetada, "eso te quitará el dolor, perra" me susurra a mi oido, lo fumo para no sufrir más, para que llegué la tranquilidad a mí... una tranquilidad que nunca regresará.
Una luz blanca se ve a lo lejos, me elevo, mi cuerpo se estira, y me cubre un manto blanco, veo a los mismos niños llorar, son mis hijos, mis criaturas, veo pasar a mis padres, mis hermanos, todos lloran, en un abrir y cerrar de ojos me doy cuenta que estoy muerta, que perdí mucha sangre, que mi foto está en los periódicos amarillistas.
Ahí está él, la persona de mis sueños, llorando, tenía años que no lo veía, al parecer me sigue amando, una mano toca mi hombro y me dice al oído "ese era el indicado"...
Se va, se aleja, y no hay modo de regresar el tiempo, donde estoy no hay tiempo, no hay vida, solo almas que se elevan viendo pasar sus decisiones que alguna vez eligieron en la vida, algunos se arrepienten de los caminos que tomaron, otros están satisfechos, y algunos otros estamos sufriendo.
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