domingo, 3 de julio de 2011

Ansioso de tu amor



Me siento tan solo en estos momentos, no sabes como duele, me está quemando por dentro el no tenerte, observo la ventana y siento que cada vez me vuelvo más y más loco por ti, esta ansiedad que carcome mis nervios, pide a gritos de esperanza que tú, sí que tú, nuevamente regreses a mi vida, y me ayudes a superar este tormento que pasa por mi cerebro.

Porqué no volver a intentar lo que habíamos soñado juntos, el apoyo mutuo que nos dábamos a nuestros propios sueños, deseos e ilusiones, el destino nos jugo sucio, y fue separarnos, ¿para qué?, no se da cuenta que realmente estamos sufriendo, y que por nosotros han pasado dos personas las cuales han sido incorrectas para cada uno, no necesitamos de más personas a nuestro lado para que nos demos cuenta que somos el uno para el otro, sí siempre lo supimos…

Cada que observo una foto tuya, mi mente evoca el hermoso pasado que tuvimos y elucubra el futuro que debemos tener juntos por el resto de nuestras vidas, que hay de aquellos viajes planeados todas las noches con lujo de detalle de todo lo que haríamos en Argentina, España y Monterrey, a mí no se me han olvidado, y a ti tampoco, por que tenemos algo en especial, esa conexión que nos dice “mantente vigente”, y aparece cada que tengas que hacerlo, para que cada uno no se vuelva a equivocar, nuevamente me vuelvo a preguntar cuándo será el día que nos volvamos a juntar, no sabes, lo he estado esperando por casi tres años, y siento que este año es el correcto, aquel que nos regrese la felicidad.

Esta soledad se ha vuelto parte de mi vida, así como tu ausencia, pero sé que regresarás, y de todo aquello que platicábamos por las noches hasta altas horas, se harán realidad, porque nuestra historia tiene que continuar para seguir escribiendo párrafo por párrafo el libro de nuestro amor.

Lo más curioso es que cada que volvemos a platicar, surge esa magia como antes, me he preguntado si sigue en ti ese miedo a continuar con esta historia, porqué no poder amarnos como los demás, no hay peor miedo que el rechazo, aquel que duele, y más cuando proviene de los seres queridos que están a nuestro lado, la familia, pero ellos entenderán nuestro amor.

Porqué no romper con todo aquello tradicional que nos han enseñado, y hacer tan normal nuestro amor, como el de los demás, me regalaste los dos mejores años de mi vida, a ti te dejó un nuevo aprendizaje, a mi me dejo un vacío en el corazón…

Aún sigo pensando en todos los fines de semana pamboleros que nos falta por vivir y en mi mente he dibujado todos esos triunfos, los mismos que eran a nuestros 17 años, quiero detener el tiempo y regresarlo a los días felices que siempre me diste, y comenzar de nuevo, para que esto no termine, como termino un triste día.

Los conciertos, las caminatas, las carreras, las tardes de cine, las noches de platica, las risas, el café que tanto nos gusta, toda una vida por delante y que estamos desperdiciando por no estar juntos.
Cuando compartíamos audífonos para escuchar música mientras caminábamos por la alameda, reíamos y me enseñabas de música, toda mi vida he estado esperándote desde el día que le diste fin a esto. Aún recuerdo tu cara y el dolor con que concluías esta historia, con la que te despedías, con la que me deseabas éxito y aquella mirada que me decía “en un futuro regresaré”.

Pasa el tiempo, y seguimos juntos, apareces y desapareces, preguntas como estoy y te vas, los dos nos ponemos al tanto de nuestras vidas, pero desde aquél día del mes 9 del año 2010 que regresaste a mi vida, nos volvimos a encontrar en el café que nos gusta, cada quien con su pareja, lo más bonito fue cuando nos acercamos a saludarnos, la sonrisa que salía de tu cara no la olvido y de seguro tú tampoco olvidas la mía.

Desde ese día no nos hemos vuelto a separar, será que ahora sí el destino quiere que continuemos con esta historia, amándonos por siempre y para siempre, y volviendo a creer en nuestros sueños para hacerlos realidad, ir juntos a la Argentina, irnos a vivir a otro lado y por supuesto conocer España, espero con ansías el día en que me vuelvas a pedir que estemos juntos…

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