Julia siempre fue una madre preocupada por el bienestar de su hija Sofía, la cual tuvo con Fernando cuando ella apenas tenía 17 años, para la suerte de Julia su novio no se hizo cargo de Sofía, ya que la terminó abandonando cuando apenas se entero que no le llegaba la regla a Julia, para ese entonces Julia ya tenía 4 meses de embarazo.
Los padres de Julia, la corrieron del pueblo, ya que tenían miedo a los comentarios de una sociedad cegada por la ignorancia e ideas cerradas. Julia se fue a vivir al pueblo más cercano donde tuvo a Sofía, rentaba un cuarto y salía a trabajar al campo, siempre dio todo por Sofía, manos cortadas, enferma pero iba a trabajar aunque estuviera cayéndose en fiebre, con tal de que Sofía pudiera acudir a la primaria, secundaría y más tarde el bachillerato.
Un día Julia después de tanto tiempo de no tener una pareja, conoció a Ramiro, dueño de casi todo el pueblo, comenzaron a salir, y con forme se fueron conociendo, terminaron enamorándose, así Julia dejó el cuarto y se llevó a vivir a Sofía a uno de los ranchos de Ramiro. Con forme paso el tiempo, Ramiro pagó la universidad de Sofía, estudiaría Psicología en una de las universidades más caras del estado de Veracruz.
Con forme pasó el tiempo, los gustos de Ramiro hacia Julia comenzaron a cambiar, un día llegó y le dijo a Julia:
“Permítame señora que deba reprimirle, conmigo se equivoca y tengo que advertirle que puedo ser su amante, su amor es invisible, hay otra por delante, no quiera confundirme, hay otra mujer que ocupa mi corazón, nació de su ser, en su vientre la engendró y cuando yo la miro y cuando la veo a usted, me creo que sea imposible que engañe a esa mujer. Usted es como piedra que rasca mis heridas, usted es como hiedra que nace inadvertida, ella es el universo cubierta de cien lunas donde yo me sumerjo, con sus brazos me cura, hay otra mujer en mí, que nació de su ser”.
Julia, no dijo nada, solo le volteó una bofetada, salió corriendo del rancho y pudo comprobar lo que sus ojos alguna vez vieron, y era esa imagen la cual no le dejaba descansar su mente, pues tenía claro como Sofía y Ramiro hacían el amor, mientras ella había salido de compras al pueblo, pensaba “si no hubiera regresado por el dinero, jamás me hubiera lastimado tanto”.
No sabía si le lastimaba más la imagen de los dos teniendo relaciones o lo que le había dicho Ramiro, lo que si sabía era que le dolía en dos, le partía en cuerpo, alma y corazón que Sofía, aquella niña por la que había dado todo le pagara de esta forma, por la cual trabajo toda su vida para darle lo mejor.
Julia corrió a tomar uno de los carros para ir al pueblo siguiente, e ir a besarle la mano a su mamá y a su padre, los cuales ya estaban muy grandes y enfermos, les pidió perdón por haberse embarazado, por que nunca más volvió a verles, después de que los tres se abrazaron y besaron, se pidieron disculpas mutuamente.
Julia salió de la casa de sus padres, nuevamente tomó el carro y aceleró todo lo que pudo, se dirigía a la presa, sin pensarlo dos veces, Julia tenía tanto el dolor de Sofía y Ramiro, y el remordimiento de que nunca más regresó con sus padres, hasta 21 años después, no tenía otra escapatoria para su dolor y junto con el carro se aventó a la presa, los pulmones se le llenaron de agua, hasta que reventaron.
Salió en los dos periódicos del pueblo y en el más importante del estado de Veracruz. Sofía se arrepintió, lloraba todas las noches de angustia, dolor y traición, antes de ir a visitar a sus abuelos para conocerlos, tomo el revolver de Ramiro, y mientras él dormía, lo despertó, él acostado en la cama observo el revolver apuntándole “qué haces, estas loca, deja eso” dijo Ramiro, “eres una mierda, me arrepiento de lo que le hice a mi madre y de creer todo lo que me decías”, dijo Sofía, “suelta eso” dijo otra vez Ramiro, “vete al infierno”,y le dio más de 9 disparos, 3 de ellos en el corazón, lo que significaba que realmente lo amaba.
Sofía se quedó como dueña de todos los negocios y ranchos de Ramiro, y llevó a vivir a sus abuelos con ella.
Los padres de Julia, la corrieron del pueblo, ya que tenían miedo a los comentarios de una sociedad cegada por la ignorancia e ideas cerradas. Julia se fue a vivir al pueblo más cercano donde tuvo a Sofía, rentaba un cuarto y salía a trabajar al campo, siempre dio todo por Sofía, manos cortadas, enferma pero iba a trabajar aunque estuviera cayéndose en fiebre, con tal de que Sofía pudiera acudir a la primaria, secundaría y más tarde el bachillerato.
Un día Julia después de tanto tiempo de no tener una pareja, conoció a Ramiro, dueño de casi todo el pueblo, comenzaron a salir, y con forme se fueron conociendo, terminaron enamorándose, así Julia dejó el cuarto y se llevó a vivir a Sofía a uno de los ranchos de Ramiro. Con forme paso el tiempo, Ramiro pagó la universidad de Sofía, estudiaría Psicología en una de las universidades más caras del estado de Veracruz.
Con forme pasó el tiempo, los gustos de Ramiro hacia Julia comenzaron a cambiar, un día llegó y le dijo a Julia:
“Permítame señora que deba reprimirle, conmigo se equivoca y tengo que advertirle que puedo ser su amante, su amor es invisible, hay otra por delante, no quiera confundirme, hay otra mujer que ocupa mi corazón, nació de su ser, en su vientre la engendró y cuando yo la miro y cuando la veo a usted, me creo que sea imposible que engañe a esa mujer. Usted es como piedra que rasca mis heridas, usted es como hiedra que nace inadvertida, ella es el universo cubierta de cien lunas donde yo me sumerjo, con sus brazos me cura, hay otra mujer en mí, que nació de su ser”.
Julia, no dijo nada, solo le volteó una bofetada, salió corriendo del rancho y pudo comprobar lo que sus ojos alguna vez vieron, y era esa imagen la cual no le dejaba descansar su mente, pues tenía claro como Sofía y Ramiro hacían el amor, mientras ella había salido de compras al pueblo, pensaba “si no hubiera regresado por el dinero, jamás me hubiera lastimado tanto”.
No sabía si le lastimaba más la imagen de los dos teniendo relaciones o lo que le había dicho Ramiro, lo que si sabía era que le dolía en dos, le partía en cuerpo, alma y corazón que Sofía, aquella niña por la que había dado todo le pagara de esta forma, por la cual trabajo toda su vida para darle lo mejor.
Julia corrió a tomar uno de los carros para ir al pueblo siguiente, e ir a besarle la mano a su mamá y a su padre, los cuales ya estaban muy grandes y enfermos, les pidió perdón por haberse embarazado, por que nunca más volvió a verles, después de que los tres se abrazaron y besaron, se pidieron disculpas mutuamente.
Julia salió de la casa de sus padres, nuevamente tomó el carro y aceleró todo lo que pudo, se dirigía a la presa, sin pensarlo dos veces, Julia tenía tanto el dolor de Sofía y Ramiro, y el remordimiento de que nunca más regresó con sus padres, hasta 21 años después, no tenía otra escapatoria para su dolor y junto con el carro se aventó a la presa, los pulmones se le llenaron de agua, hasta que reventaron.
Salió en los dos periódicos del pueblo y en el más importante del estado de Veracruz. Sofía se arrepintió, lloraba todas las noches de angustia, dolor y traición, antes de ir a visitar a sus abuelos para conocerlos, tomo el revolver de Ramiro, y mientras él dormía, lo despertó, él acostado en la cama observo el revolver apuntándole “qué haces, estas loca, deja eso” dijo Ramiro, “eres una mierda, me arrepiento de lo que le hice a mi madre y de creer todo lo que me decías”, dijo Sofía, “suelta eso” dijo otra vez Ramiro, “vete al infierno”,y le dio más de 9 disparos, 3 de ellos en el corazón, lo que significaba que realmente lo amaba.
Sofía se quedó como dueña de todos los negocios y ranchos de Ramiro, y llevó a vivir a sus abuelos con ella.
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