martes, 10 de enero de 2012

La noche cuando nuestros cuerpos se entregaron



Al despertar no supe ni como llegué a este lugar, tenía un dolor de cabeza impresionante, aunque no sabía si era por tanta droga o por tanto alcohol, o simplemente porque no sabía que fué lo que ingerí, trataba de recordar, pero nada me venía a la mente, cuando mi cabeza giró hacia el lado derecho de la habitación para ver los rayos que se asomaban por la ventana, pude ver a Fernando desnúdo...

Por un momento me quedé en shock, y pensé ¿qué hace desnúdo?, ¿qué hago desnúdo?, ¿qué hicimos?, me levanté para lavarme la cara, y podía notar que mi pene estaba sucio con semen seco, fué cuando realmente me preocupé, porque yo no soy gay, y mi amigo sí, me vino a la mente ¿me violó mientras dormía?, tengo que reconocer que me dió un poco de rabia, pero no me podía haber violado, pues yo había eyaculado.

Fernando dormía como un ángel, eso pensé... al caer el agua a mí cara, se vino un huracán dentro de mi cerebro y observé como había comenzado todo...

Cuando salimos del antro los dos estábamos muy felices de vernos, él tenía el trabajo de sus sueños y yo acaba de terminar la universidad, aunque somos de la misma edad, yo me había retardado en concluir mis estudios porque realmente era muy desmadroso y reprobaba las materias en el colegio, así que habíamos ido a celebrar los dos, ese día yo no llevaba carro, y él me llevaría a mi casa.

Así que cuando íbamos por avenida de los Insurgentes, le dije que doblará a la derecha, que quería seguir tomando, cosa que casi no hago, ya que soy deportista, fuimos a comprar más alcohol, nos pusimos a tomar en el parque que se encuentra entre Reforma y la avenida antes mencionada, éramos solo los dos, la luna llena, las estrellas y la oscuridad de los árboles la que nos rodeaban, la que nos observaban, cuando de un momento a otro, lo miré y lo vi tan tierno, tan delgadito, tan finito, tan pequeño, que le tome con las palmas de mis manos su rostro suavemente, y poco a poco me acerqué a sus labios rosas, húmedos por el alcohol, pero cálidos por el momento.

Roberto siempre había querido conmigo desde que íbamos en la prepa, pero terminamos siendo como hermanos, aunque ese día comencé a darme cuenta de que me gustaba, él me detuvo y me dijo "¿estás seguro de lo qué estas haciendo?", le tape la boca con dos de mis llemas de los dedos, moví la cabeza en afirmación y le dí un profundo beso que explotó nuestro cenit, mientras se ponía más intenso el momento y subía la velocidad de nuestas caricias, de nuestros besos, de nuestros roces de miembros, pasó una ambulancia, lo que nos asustó y decidimos ir a su departamento.

Mientras él manejaba, me iba tocando la verga, nunca había tenido una experiencia como esta, tan excitante, estar con otro hombre, con mi amigo, con mi hermano... al llegar a su departamento, desde que subimos al elevador nos fuimos desvistiendo, besándonos, al salir de él una muchacha nos observó, pero no nos importó, nosotros seguimos en lo nuestro como si el mundo no existiera a nuestro al rededor, escuchaba el teléfono sonar, pero no quería contestar, seguramente era mi madre para preguntarme dónde estaba, y yo, yo me encontraba en la gloria, en el universo de la excitación.

Al entrar al departamento nso terminamos de desnudar, y Roberto dijo "es lo que siempre he soñado", le respondí con un beso, lo tomé por la cabeza y lo baje despacio por mi cuello que era humedecido por mi lengua, pasó por mi pecho, abdomén, hombligo y llegó hasta el tronco más firme deseado desde hace años por Roberto, lo hacía con tanto amor, nunca nadie me había hecho un mete y saca tan cálidamente, me ponía los ojos en blanco, me ponía a sudar y a palpitar al 100 por ciento mi corazón, así que decidí darle embestidas, él lo gozaba, él lo disfrutaba como lo estaba haciendo yo.

Se detuvo y me aventó a la cama, puso música y una luz tenúe que daban un tomo especial a la habitación,se fué acercando poco a poco, yo lo esperaba con ansias, se subió a la cama, se colocó de rodillas, se inclinó y comenzó a saborear los dedos de mis pies, las plantas de mis pies, sentía un cosquilleo rico, que evaporaba mis sentidos y me la ponían al tope, fué subiendo su lengua por mis tobillos, pantorrillas, piernas, ingles y llegó a mis testículos, los cuales adoró como dos manzanas enormes que provocarían el pecado de Adán y Eva.

Así fué, cuando mis manos pasaron con morbo, con gusto y placer por las nalgas de mi amigo (ya que alguna vez se las había agarrado, pero no disfrutandolo, aunque ahora ya no sé, porque lo hacíamos muy seguido), comencé a saborearme ese culito parado, redondito y apretadito, mientras mis manos jugaban con él, nos besábamos desenfrenadamente, se sentó en mí, y él no se la esperaba, pero era tanta mi excitación que se la dijé ir de jalón, él solo dió un grito fuerte, pero placentero...

Comenzó a moverse despacio, en círculos, en mete y saca, que era mejor que estar con todas las chavas a las que se la he metido, él llevaba el ritmo romántico, mientras me acariciaba mi pelo, decidí cambiar de posición para darle con la fuerza obtenida gracias a mi condición física, y así fué como tuvimos una de las mejores posiciones probadas en la noche, casi me venía de verle la espalda brillar con sudor, y de que estuviera dominado por mí, pero quería que disfrutara más, así que se la saqué y lo comencé a besar, para terminar llendo al balcón del cuarto, y ahí parados bajo la luna los dos explotar con la penetración y chaqueta que le hacía al mismo tiempo...

Después, de que mi miel llegará a él, se quedó dentro y volteo a darme el beso más largo, romántico que nunca había tenido, nos separamos, y fuimos a dormir a su cama, mientras nos seguíamos besándo, nos abrazamos, recargó su cara en mi pecho, y se quedó dormido tan profundamente, lo abracé para darle calor, y mi mente se puso en negro, hasta el momento en el que desperté...

Al recordar todo esto, volví a tener otra erección, y fui a buscarle entre las sábanas, para volver a repetir una de las mejores experiencias sexuales de mi vida, y con la que descubro que cuando dos hombres tienen sexo, realmente se entienden... al quitarle las colchas que lo cubrén, él ya me estaba esperando de la manera menos inesperada que puda volver loco a  un hombre...

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