domingo, 13 de marzo de 2011

La Iglesia y el narcotráfico


La sociedad tanto a nivel mundial como nacional ha perdido credibilidad, ya sea por cuestiones de mafias como la pederastia o narcotráfico, los sacerdotes, curas, obispos, son aquellos que reciben y se aprovechan de las situaciones que están a su alrededor, ya sea pidiendo una limosna, un diezmo o una ayuda para remodelar la estructura arquitectónica de algún monumento religioso.

Pero ellos, desde hace siglos se han dedicado a estafar a personas que no tienen altos ingresos económicos, y en el presente de México, son aquellos que quieren su rebanada de pastel de todo el dinero que sale de las drogas. Por una parte entre sus sermones te dicen que no consumas drogas, pero atrás de esa boca llena de falacias te la venden o protegen a narcotraficantes con tal de recibir su parte económica.

Hace poco un reportero le preguntaba a un sacerdote de Guadalajara, qué si no le afectaba que la mayoría de sus limosnas fueran provenientes de dinero sucio, como alguna vez la Iglesia clasifico a la riqueza del narcotráfico, y el sacerdote respondió con una metáfora que es para recordar “cuando entra dinero proveniente del narcotráfico, al entrar al templo nosotros nos encargamos de purificarlo”, es curioso, pero los sacerdotes, obispos, cardenales, padres, den esas respuestas, ellos son personas muy cultas, con un amplio vocabulario, y que den esas respuestas, la verdad da pena, dónde queda todo lo que han leído.

Con esa respuesta, podemos darnos cuenta que La Iglesia es la tercer cuarta pionera, después de nuestro gobierno, EUA y ejército, en que el país este hundido en una ola de violencia que ataca a inocentes, culpables y sin duda religiosos, ya que últimamente hemos visto que hay asesinatos hacia curas, sacerdotes, obispos, padres, y todo por una simple razón que se llama narcotráfico.

La Iglesia es un templo para la mayoría de la sociedad, en donde entras en contacto con Dios, y esa fe que te hace seguir adelante por la vida te de tranquilidad y seguridad, pero hoy, esa tranquilidad e inseguridad se han perdido, ya que no sabes en que momento un sicario puede entrar y asesinar al padre que esté dando el sermón. Si la sociedad era en lo único en que confiaba, a dónde va a quedar esa confianza que le quitamos al gobierno, a las fuerzas armadas y a la misma sociedad.

Es por ello que la Iglesia ha perdido credibilidad, seguidores y creyentes, por lo tanto para que terminen estos problemas, tenemos que empezar a limpiar a todos los sacerdotes que se han manchado las manos con el abuzo de poder, corrupción, intereses y narcotráfico.

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