Ayer 29 de marzo cumplí 22 años, un número especial en mi vida, sin duda mi día, el más excelso, sobresaliente, acompañado con la fuerza que tiene un tsunami para sobresalir y destruir todo lo que se ponga enfrente de mí… un número hermoso como el 29, el del karma, el de la suerte y el del éxito para mí, soy Erick Mormar felicidades por tu cumpleaños.
A lo largo de estos 22 cortos años, sin duda he aprendido una infinidad de cosas, pero este mundo dentro de un universo que maneja día con día información que cambia constantemente me permite saber que estos 22 años aún no se nada, y faltarían miles de años por seguir adelante y poder conocer más y más, cuando muera a los 99 años, viviré lo haré satisfecho, por todos los logros que pude tener en mi vida.
Soy Licenciado en Ciencias de la Comunicación, un comunicólogo, un todólogo (periodista, guionista, cuentista, articulista, productor, director, cineasta, fotógrafo, escritor, empresario, animador, conductor, politólogo, locutor, publicista, mercadólogo) pero a pesar de todo esto, soy un ser diferente, especial diría yo, con una magia que brota de no se dónde.
Me siento satisfecho con los logros que he tenido hasta el momento, y sé que vienen más, porque me gusta sobresalir, me gusta luchar por lo que quiero y ser ambicioso (paradójicamente esta mal visto, pero bien para quien lo es, ya que no se quedan con las ganas de querer y querer más), y sobre todo soy muy soñador, para muchos es una tontería, pero el soñar te ayuda a obtener lo que quieres, y cuando lo logras te sientes tan bien contigo mismo, que sale una bonita sonrisa de tu cara y un brillo especial en tus ojos.
A los 13 años soñaba con conocer a David Bisbal, y hoy en día es un hecho, una amistad tan sincera, tan sencilla, tan dedicada, tan tierna, simplemente excelsa, un fanatismo convertido en realidad, en una verdadera hermandad, y a pesar de que nos vemos tan pocas veces en el año, cada que ocurre de nuevo un encuentro sigue y sigue siendo tan especial como el primero.
A los 8 años soñaba con ser un comunicólogo, salir en televisión, en radio, escribir, actuar, y hoy en día es un hecho, mi voz escuchada en radio a través de Factor Radio con mi programa “Ácido Pop” y en W Radio con promocionales; he salido en televisión tanto nacional como internacional; he producido cine y alabado en varias partes de España, Chile, Argentina, Israel y Univision, realización de entrevistas, sondeos, comerciales, Fox Sport, Telemundo, Televisa, TVE; me gusta escribir y hoy en día he escrito para televisión (Televisa, Tele Hit), mi nombre apareció una vez en el Periódico Milenio para la columna de Hugo González por una mesa redonda que tuvimos, para lenguaje audiovisual y para este hermoso blog que me da el regalo de muy buenas visitas alrededor del mundo; y ahora todo eso que soñaba de niño, como lo mencione es una realidad, y lo que falta.
A los 9 años fui libre por primera vez en el aire y combinación del mar, me encontraba de vacaciones en Ixtapa, Zihuatanejo, mientras caminaba por la playa, observé el parachute (paracaídas), así que decidí subirme, mi padre Hugo me dio $250 pesos para pagar el viaje de unos 15 minutos, recuerdo que fui corriendo, y mi mamá me observaba contenta, traía un vestido rojo floreado, los costeños me comenzaron a poner el arnés, el chaleco salvavidas, el equipo de seguridad, me dieron las instrucciones ya cuando estuviera arriba, y cuando bajara, así que dieron la orden a la lancha de que arrancara motor, y me comencé a elevar nada más y nada menos que 70 metros, veía el sol tan cerca, las nubes, el mar debajo de mí tenía un brillo especial, observaba los hoteles, la isla, y fue maravilloso sentir el viento sobre mi pequeño cuerpo, no tenía miedo, estaba feliz, recuerdo que suspiraba y pensaba mil cosas sobre la sensación de libertad, cuando terminó el viaje, quería otro jajaja, pero no, me tenía que bañar para la obra de teatro que presentaría esa noche en el hotel, por ser noche de huéspedes.
A los 16 años tuve la experiencia de nadar por primera vez en mar abierto, a una profundidad de 206 metros, en la hermosa playa de Ixtapa, en Zihuatanejo, recuerdo que íbamos en el yate y al llegar al mar donde tres rocas forman un triángulo, aventamos las cenizas de Graciela Menchaca, mi tía, al ver que todos se aventaban a nadar con las cenizas que formaban un destello verde fosforescente en el mar, le dije a mi mamá “¿me aviento?”, y ella respondió “como quieres… (Con cara de susto)”, me quite mi camisa, me subí en uno de los sillones del yate, y me aventé al mar, fue una experiencia inolvidable, de libertad, de adrenalina, las olas del mar te elevaban y te bajaban tan rápido, y podía sentir una sensación muy rica en mi estómago, tal ves el miedo y adrenalina que compaginaban tan excelsamente, mi mamá se quedo con una cara de susto en ese momento, que cuando la recuerdo me da risa.
A los 18 años nuevamente volví a sentir esa libertad, la experiencia fue con mi hermana Ericka, en Acapulco, nos aventamos por separado en el bungy de 57 metros de altura, fue una experiencia inolvidable, que volvería hacer, sentir el aire, ver de un lado el mar y del otro la costera, ver el alberca que está abajo para seguridad, un salto que solo dura 3 segundos, fue inolvidable.
A los 15 años conocí a una persona especial, conocí el amor, y con ello un sin fin de experiencias inolvidables, un amor para toda la vida, una persona que no cambiaría por nada del mundo.
A los 6 años tuve un regalo por parte de mi hermano Salvador, y es que ese día nació su primer hija, la primer sobrina en la familia, el mismo día que yo, 29 de marzo, tiempo después al tener 13 años, volví a tener otro regalo pero ahora por parte de mi hermana Ericka, y fue la llegada de Marla, mi otra sobrina el mismo día 29 de marzo, sin duda algo mágico, las amo a las dos.
A mis 22 años me siento orgulloso de todo, de tener a la familia que tengo, los amigos, mis logros, y todo lo que falta, ahora a disfrutar de la fiesta por esta celebración, a brindar y brindar, bailar, brincar y reír, ahí vamos…
GRACIAS MAMÁ POR DARME LA VIDA, TE AMO!!!