lunes, 3 de febrero de 2014

Beso sabor a marihuana...


La fiesta había iniciado con un DJ, la noche era perfecta, estaba fresca, disfrutable para estar caminando por las calles, la música sonaba, y mi cuerpo se movía al ritmo de los beats electrónicos, mi sangre comenzaba a pedir un poco de alcohol para dejarme llevar por este, y que la noche terminara en alguna historia, en algún hotel, en algunos besos o simplemente en algún "me voy a mi casa".

El tiempo transcurría, muy rápido, me estaba divirtiendo, disfrutando el presente y sin preocuparme por un futuro, aquel que es incierto e inseguro. Sentía una mirada a lo lejos, por más que volteaba a todos lados, no encontraba a nadie, seguí bailando, y volví a confirmar esa sensación que alguien te ve intensamente, miré a la derecha y por fin encontré a quien me miraba con interés y con una sonrisa, aquella que me hizo corresponderle con la misma, nos mirábamos bailar, no dejábamos de vernos, y mucho menos de reírnos...

Poco a poco fuimos acercándonos, algo tímidos, pero ahí íbamos al primer encuentro, tenía mucho que no lo hacía, que no me acercaba a alguien para ligar, para darle un beso, o simplemente regalarle una mirada de interés o de morbo a alguien. Nos encontramos en un par de segundos, todo era tan rápido, su estatura se prestaba para que poco a poco se fuera acercando a mis labios, ese roce que me ponía la piel chinita, girábamos al rededor de la gente, sin dejarnos de ver, en un momento todos desaparecieron, la habitación se obscureció, y las luces blancas y pequeñas comenzaron a alumbrarnos para qué, no lo sabía, solo sabia que estaba ahí... 

En un abrir y cerrar de ojos comenzamos a besarnos, lentamente, intensamente, era pasión o simplemente la combinación del alcohol y un poco de drogas ingeridas, comencé a sentir la energía sobre mis venas, me ponía más y más derecho, espalda recta, suave, dejandome llevar por el momento que tanto había deseado.

Fui al baño dejandote entre la multitud, en el camino me encontré a un amigo que me corría material, y comencé a consumir unas líneas, mi cuerpo quería explotar de la energía, pasaron como 20 minutos los que estuvimos separados, hasta que apareciste, me encontraba muy drogado, me tomaste por la cintura, tus manos, sentir tus dedos con esa forma rica para lamerlos, comenzaste a excitarme, dijiste que saliéramos del lugar, que iría a un viaje al espacio, "ya estoy en él", respondí, "La Vía Láctea, no cuenta, iremos a un lado mejor dentro del universo"...

Sentía el palpitar de mi corazón, tomamos un taxi, tenía que ir hacia el mejor lado del universo que habías prometido, un desconocido que sentía que ya lo conocía, solo que no recordaba. Al llegar, pasamos "al súper", así le llamaba a la casa donde comprábamos droga para seguir la noche, no teníamos límites, queríamos y lo hicimos...

Corrimos por todo un callejón obscuro,  y cruzamos un puente peatonal, unos perros intentaron alcanzarnos, pero nuestra energía era tanta, que comenzamos a volar, a sentir la sensación del aire puro citadino, aunque fuera una falacia...

Llegamos al lugar y compramos unas tachas y mota, nos dieron a probar el material afgano que les había llegado, una línea por cada uno, la cabeza giraba, evolucionaba como si estuviera en una máquina del tiempo que te llevaba años luz através de la velocidad, regresamos por el mismo camino, corriendo, riéndonos, besándonos...

Llegamos a un cuarto de azotea en una vecindad, veía doble, pero era la mejor silueta que tenia al frente, nos metimos una tacha con vodka, reímos mientras besabas con el líquido dentro de tu boca, el cual se transpasaba automáticamente a la mía, era tan rico algo que me pudiera parecer tan asqueroso estando en un estado normal.

Apagaste la luz de la habitación, el cuarto se alumbro por estrellas, planetas, constelaciones sobre el techo, "en qué momento llegamos al espacio", te pregunté, reíste "son estampillas que brillan en la obscuridad, pero es mejor que estar en el espacio, estas en él, ahora te haré que lo disfrutes de la mejor manera".

Nos vimos a los ojos, y comenzamos a besarnos intensamente, sentía tus labios gruesos sobre los míos, mi lengua recorría cada parte de tus dientes, comenzaste a desnúdarme, mientras besabas cada una de mis partes del cuerpo, te aventé a la cama, te quité los zapatos para comenzarte a desvestir por completo, ahí estaba, ese olor a piel de hombre que me hacía vibrar, recorrí mi lengua de tus pies a cabeza, sintiendo como vibrabas con cada roce, con cada instante...

Me detuviste, para darme un largo, profundo y apasionado beso, que hizo que tuviera la erección más grande del mundo, te recargué en la pared y lentamente fui bajando a la parte de tú sexo, para hacerte llegar al sol y que ardieras en el instante, pedías, y pedías más, "detente, no quiero explotar y quemarte", me dijiste en voz agitada...

Me agarraste por el cabello y me llevaste a tú boca, nos besamos, nos besamos y seguimos besando, hasta que tu sexo entro en el mío, lentamente y brutalmente te sentía, tus manos entre cruzadas sostenían mi pecho, comenzamos a sudar más y más, estábamos bañados, ahogados, comenzaste a tocarme, a frotar mientras en cada embestida gemía y gemía más, explotamos al mismo tiempo, un grito de placer salió de nuestras bocas, caímos rendidos a la cama, abrí los ojos, y sí, estaba en el espacio que me habías prometido, y lo había superado, era una galaxia diferente, un momento bello.

El sol comenzaba a entrar por la ventana, dormimos todo el día, hasta las 9 de la noche, abrazados, sintiendo nuestros respiros... Cuando desperté me encontraba en ese mismo lugar maravilloso, sentiste mis movimientos e hiciste lo mismo, te dirigiste al tocador, pusiste "Is this love" de "Bob Marley", una de mis favoritas, fumaste mota, con tus lindas manos de hombre, abriste mi boca, y me echaste el humo, para posteriormente besarnos, y ver las estrellas al ritmo de la música, desde entonces no volví a salir de ese cuarto de azotea.

Después descubrí que ese desconocido, no lo era del todo...

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